Mi dulce hibrida || kol mikaelson

Capítulo 7

Primer Acto || Parte Siete

Ariadna estaba preocupada, Scott se estaba descontrolando y eso no era nada bueno. Corrió rápidamente hacia el nuevo beta en cuanto Stiles lo hizo también.

—No lo controlo, esta pasando—la respiración de Scott era irregular.

—¿Qué? ¿Aquí? ¿Ahora?—la desesperación en la voz de Stiles era evidente.

—Hay que llevarlo a los vestidores—menciona Ariadna ayudando a Scott.

Los tres corrieron a los vestidores, Scott sentía como su cuerpo cambiaba. 

—¿Estas bien?—le pregunta Stiles ayudándolo con su equipo.

—¡Aléjate de mi!—sus ojos brillaban como el oro y sus colmillos habían crecido.

—Stiles, detrás de mi—la Hale hace brillar sus ojos de igual modo—. Debes tranquilizarte—se acerca a él cuidadosamente.

Scott trato de atacarla, la castaña fue más rápida y lo saco volando con el hechizo favorito de su padrino Harry, "Expeliarmus"

—Escóndete, yo me encargo—le dice al de lunares.

—Estas loca si crees que lo hare.

—Stiles, puede encargarme—le enseña sus ojos  los cuales brillaban de un intenso dorado.

Él Stilinski no tuvo de otra que obedecerle al ver a Scott acechándolos como si fueran sus presas, cuando el McCall se lanzo sobre la Hale nuevamente Stiles lo roció con un extintor.

—¿Stiles? ¿Ariadna?—pregunta desubicado—. ¿Qué paso?

—Intentaste matarnos—le responde Stiles.

Ariadna caminaba felizmente por los pasillos de la escuela, Klaus le había mandado una caja de sus chocolates favoritos, nada arruinaría su momento. Lamentablemente para la Hale el universo no siempre esta de tu lado, Stiles la había arrastrado con él para que escuchara la conversación de su padre.

—¿Qué dicen?

—Toque de queda por el cadáver—le responde Scott.

—Increíble, mi papá esta buscando a un animal rabioso mientras él idiota que mato a esa chica esta afuera haciendo lo que quiere.

—¿A qué te refieres?—le pregunta Ariadna.

—Scott cree que fue Derek.

La Hale lo mira mal mientras Scott fulmina con la mirada al de lunares.

—Mira Scott, Derek puede ser un idiota, pero estoy segura que él no lo hizo.

—Solo lo defiendes porque es tu primo—le recrimina Scott.

—Piensa lo que quieras, al final yo seré quien tenga la razón—se aleja de ellos.

—No entiendo por qué duermes aquí, puedes quedarte conmigo—menciona la hibrida sentándose en el sofá de la vieja mansión Hale.

—Este es nuestro hogar—le recuerda Derek—. Aquí crecimos por si no lo recuerdas.

—Claro que lo recuerdo, aunque yo no lo llamaría hogar—le quita la envoltura a una paleta antes de llevársela a la boca—. Tal vez para ti este lugar te traiga recuerdos felices, para mi fue todo lo contrario.

Derek suspira pesadamente sentándose alado de la menor, palmea sus piernas incitándola a recostarse en ellas.

—Lo que hizo mamá no estuvo bien, lo que Laura y yo hicimos no estuvo bien, tal vez sea algo tarde para pedir una disculpa, pero quiero que sepas que realmente lo siento—acaricia su cabello—. Siento perderme tu infancia, no podía soportar quedarme en Beacon. Klaus hizo un buen trabajo en criarte, eres una increíble persona.

—¿Realmente lo crees?—lo mira con ojos cristalizados.

—Por supuesto—besa su frente—. Lo siento Dromeda, mi intención jamás fue dejarte, mucho menos lastimarte. En nombre de toda nuestra familia te ofrezco una disculpa, jamás debieron tratar de alejarte de Peter.

—Gracias Derek—se sienta en su regazo mientras se acorruca en su pecho—. Extrañe mucho a mi primo favorito.

—Yo extrañe a mi constelación favorita—besa su cabeza.

Ambos habían pasado por muchas cosas juntos y por separado, en especial la castaña. Ahora tenían que permanecer unidos para afrontar el largo camino que les esperaba, eran una familia y así tenían que permanecer. 

No importa lo que pasará siempre serían una familia, por siempre y para siempre, habían aprendido muy bien aquello del hibrido original.