Ariadna Hale, la hija menor de Peter Hale y Amelia Black.
La pequeña Hale se ve envuelta a una temprana edad en los problemas del mundo sobrenatural, en especial cuando esta es criada por Klaus Mikaelson y sus dos mejores amigos se ven envueltos en...
Los originales más jóvenes veían con asombro y emoción el callejón Diagon, el lugar les parecía sacado de una historia del antiguo Londres, simplemente fantástico.
Al llegar a Madame Malkin ingresaron a la tienda siendo recibidos por la propietaria.
—Madame Malfoy, Lord Malfoy, Lady Black sean bienvenidos, ¿en qué puedo ayudarlos?
—Necesitamos un par de vestidos y unos trajes de gala—responde Draco.
—Por aquí, por favor.
Los guía a la parte trasera donde tenia la nueva colección de vestidos y trajes que estaba por ser expuestos la próxima semana.
Ariadna sigue silenciosamente a Klaus al verlo adentrarse al área de vestidos, el hibrido observa detalladamente un vestido de tonalidad azul con gris de velo con un escote en forma de corazón.
—Es un hermoso vestido—se coloca a su lado—. ¿Quién es la chica?—lo mira con curiosidad.
—Caroline Forbes—el nombre sale de sus labios como si pronunciara un dulce secreto.
La Hale hace uso de la legeremancia para adentrarse en su mente y averiguar más sobre la chica, los pensamientos de Klaus giraban al rededor de una hermosa rubia.
—Deberías llevarlo, se vera espectacular portando este vestido. Una verdadera belleza si me permites decirlo—apunta el maniquí con su varita para que este deje de portarlo—. Puedes entregarlo junto a la invitación, si te da pena hacerlo puedo entregárselo por ti.
—¿Segura?—la mira inseguro con la idea.
—Por supuesto—se acerca a la propietaria pidiéndole que guarde el vestido en una caja.
—Cariño, he encontrado el vestido perfecto para ti—menciona Narcissa acercándose a ella con el vestido siendo cubierto por una fina tela negra—. No tienes permitido verlo hasta que sea el momento de usarlo, puedo asegurarte que Kol se quedará sin palabras al verte—le guiña un ojo provocando un sonrojo en la menor.
—No sé de que hablas—evita su mirada.
—Puedes engañar a Draco y a Klaus, pero a mi no—gira su rostro con delicadeza—. Sus ojos brillan significativamente cada que te ve y no olvidemos aquella sonrisa de enamorado que pone—acaricia su mejilla con cariño—. Tus ojos brillan de la misma manera que los de él, el sentimiento es mutuo. Esa mirada que comparten la he visto antes en tus padres, el es tu mate, ¿no?
Ariadna la mira asombrada antes de asentir con la cabeza a su pregunta.
—No dejes que Draco lo note, no querrás quedarte sin pareja esta noche—ríe suavemente—. Ya tendrás la oportunidad de decirle—se dirige a pagar el vestido.
Cuando todos tienen lo que necesitaban para esa noche se dirigen a Malfoy Manor, los originales y la Hale se despiden de ellos para poder regresar a casa.
—Nos vemos dentro de una semana, dile a Peter que tendremos una larga charla junto a Harry y Klaus cuando nos volvamos a ver—susurra Draco en el oído de Ariadna antes de depositar un beso en su frente.
—Nos vemos—besa la mejilla del rubio.
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