sunshine kirideku

Día 10 Día Libre

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"Un Día Más"

La guerra, es una palabra de 5 letras, que quita la esperanza, el amor y el respeto hacia países, pero lo peor es mover a hombres inocentes a pelear por cosas que no son eternas o permanentes, pero esto no es una historia de odio, rencor o muerte, esto es de un amor tan puro como el blanco de la paz.

Esto empieza en un país costero, una playa que aportaba los peces más frescos por la mañana, junto a un chico que pescaba alegremente los manjares del mar, su día era pescar, vender, descansar y volver a repetir esa rutina; cosa que nunca le molesto, hasta que soldados llegaban y reclutaban a diestra y siniestra, tomaban a cualquier chico que sobrepasaba los 16 años de edad, por supuesto que este chico no podía evitar el destino.

Su nombre era Eijiro Kirishima, hijo de pescadores, humilde y de buen corazón, arrastrado a pelear como marioneta, separado de sus padres, obligado a dormir en una hamaca, fueron instantes que su vida cambio, ya no pescaría, no vería la costa, el mar, a sus padres.

Quería llorar, sentía impotencia, pero no podía, su garganta, ojos y pecho, no le permitían, aún recuerda el primer día del batallón, su primer disparo, su primera baja, su primer asesinato, podía ver la cara de su víctima pero lo que cambio ese panorama fue aquel día de enfermería, cuando conoció aquel medico de cabellos verdes, el hombre más valiente del lugar, gritaba ordenes, y corría de un lado para el otro, en ese minuto, desconociendo este sentimiento, su corazón latía a mil por hora, que ingenuo e inocente chico...

A la semana, pidió ser cambiado de batallón, al campo médico, así pudo entablar la conversación con aquel individuo, del cual se respiraba el amor, que con el tiempo se profundizaba, lástima que no era ni el tiempo, ni el lugar... separados por ideologías atrasadas y crueles, la gente no tolera del amor ajeno y desearon destruirlo mediante violencia y crueldad, que el hombre no puede ver lo maravilloso que es el amor, se crea un espacio de ignorancia ya que el hombre está acostumbrado a ver dolor.

Un día de verano, ambos amantes que no muy ajenos al dolor y olor a muerte, querían que ambos regresaran un día mas, al verse ese día, rezaban por el siguiente con fervor, pero la guerra no aguarda a los amantes, misiles, cayeron, sonidos desgarradores, llamados de auxilio y charcos de sangre, era lo que veía nuestro protagonista a cualquier lugar que miraba, pero solo quería ver a su hermoso ser, el risueño de su corazón, aquel que juro ver las estrellas junto al mar, a pescar y mirar la puesta del sol, sus sueños arrebatados, al ver el fuego, sin pensar, el atravesó la campaña, lo que vio, solo rompió su corazón, lo miro a él con una bala en el pecho, le pedía fervientemente que le sonriera, le digiera que fueran juntos al mar...

Por desgracia, no era así,

El fuego consumía lentamente el lugar, y un débil peliverde miraba aquel chico que le había enamorado, toco su mejilla, lo que le dijo, solo rompió su corazón aún más.

"me gustaría... que si nos volvemos a ver... enamorarnos sin ser vistos mal, te amo Eiji", la mano temblorosa solo callo sin sonido.

Kirishima Eijiro, recibió una medalla, ya que peleo por su país valerosamente, pero solo pedía volver a ver a su amado.

Kirishima, falleció a la edad de 45, por una enfermedad cardiaca, con la esperanza de que cuando muriera, ver a su peliverde de sus sueños y amarse libremente sin ser juzgados y sin ser víctimas de una guerra en verano.