08 - Guerra del color.

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Narración de Elizabeth.

Desperté gracias a la odiosa voz de Kurt, Como siempre.

Me levanté de mi calientita cama y me cambié, me lavé los dientes y salí de mi cabaña, encontrándome con Joan en el camino al comedor, estaba con Gary. Los saludé y platicamos un poco mientras íbamos al comedor.

-¿Qué pasó contigo para que te levantaras temprano?

-Nada, solo, hoy es la guerra del color y el sexy Kurt me pidió que me levantara temprano para ir por las camisetas que van a usar los campistas.

-¿Desde cuando Kurt es sexy? Me quedé en que era un idiota prepotente. ~Gary habló mientras reía, estaba de acuerdo con el, Kurt era un hijo de puta, me caía muy mal, pero si a Joan le gustaba no podía hacer nada.

-Tal vez, algo enojón, pero las ganas de coger con él no se irán.

Rodé los ojos divertida, los gustos de Joan son muy malos.

Llegamos al comedor y nos sentamos los tres juntos, luego Nick llegó y se sentó a mi lado. Hoy se sentía diferente, además de que hoy no comí sola con Nick, claro, el día estaba raro, era como que se sentía... pesado el ambiente.

Terminando de almorzar fui con Joan a recoger un par de cajas con las camisetas que se usarían en la guerra del color. Los campistas estaban muy emocionados por esto, al parecer, era el mejor día del campamento.

En la hora de la comida, Kurt decidió dar un discurso en el que opacaba a los campistas de Shadyside y engrandecía a los de Sunnyvale. Es un idiota.

Luego de un rato Joan y yo comenzamos a repartir las camisetas, azules y rojas. Los campistas estaban muy felices por lo de esta noche. Cuando yo era campista también era muy feliz en la guerra del color. Aunque los de Sunnyvale siempre ganaban, yo me divertía.

Después de que Joan le diera su camiseta a la hermana de Cindy, Ziggy, una pelirroja muy bonita, mientras los supervisores que iban a dirigir a los dos equipos comenzaron a hacer su trabajo, yo decidí ir a la cafetería por un té, salí con la taza caliente para ir a mi cabaña a tomármelo y luego salir a supervisar la guerra del color, pero cuando estaba en camino sentí algo mojado en mi cabeza, algo que se escurrió por mi cara y manchó también parte de mi ropa. Era batido de chocolate, una malteada de chocolate.

-¿Qué pasó, brujita? Si hubieras visto cómo nos pusieron a limpiar los baños exteriores a mi y a Fanny la otra vez... pero tranquila, te arrepentirás.

Agarró mi taza de té, la cual estaba casi hirviendo y me la tiró en la blusa, sentí como si me hubiera quemado, estaba muy caliente, mi blusa escurriendo y mi cabello lleno de malteada. ¿Qué se cree esta perra?

Le di una bofetada. Ella me dió otra y yo le jalé el pelo... al final todo acabó en una pelea... igual que la otra vez.

Muchos campistas nos rodeaban... la mayoría gritaban mi nombre alentándome, solo los pocos amigos de Angelica la alentaban a ella. Obviamente yo iba ganando, cuando los gritos de un hombre nos detuvieron.

-¡Oigan! Angelica, Elizabeth, por Dios, ¿Otra vez? ¡Paren!

Pero Angelica aprovechó que yo le hice caso a Nick, que la dejé de golpear para volver a jalar mi cabello. Yo, obviamente no me iba a dejar, por lo que también la golpeé repetidamente en la cara, yo de nuevo estaba ganando. Pero los brazos de Nick me separaron de la tarántula, o sea Angelica.

-Oye, cálmate, Kurt no tarda en venir y tiene que ver que tú eres la víctima para que no te metas en problemas ~Nick susurró en mi oído~ Además estás sangrando... y la enfermera Lane no está, tendré que hacerme cargo yo mismo.

La voz de Kurt gritando el nombre de Angelica se hizo presente, ¿Para que les hago el cuento largo? Nick me defendió usando como argumento mi ropa llena de malteada y té, diciendo que Angelica lo había comenzado todo, al final, pusieron a la tarántula a cuidar a los niños de primer año toda la semana, y obviamente, el castigo clásico, limpiar los baños exteriores.

Luego de darme un baño, Nick limpió mis heridas con alcohol y las cubrió con vendas, la enfermera Lane sufrió un incidente en la mañana, al parecer, así que no podía curarme ella.

Nick se fue a supervisar la guerra del color, me dejó en la cabaña "descansando" por lo de la pelea, aunque yo, obviamente, tenía que vengarme de la tarántula. Estaba pensando en que podría hacer cuando recordé que yo, por ser supervisora, tenía las llaves de todos los salones de área recreativa, como arte, ciencia y naturaleza, manualidades... ¡Eso! Manualidades... ahí hay botes y botes de pegamento, además de qué hay muchas bolsas de plumas de todos los colores. Convertir a Angelica en un pollo de colores, es una muy buena idea.

Salí de mi cabaña y fui a la cabaña de manualidades para sacar dos latas de pegamento, tres bolsas de plumas, una de plumas azules... una de plumas rosas y una de amarillas. Me estaba costando trabajo llevar las grandes latas de pintura y las bolsas de plumas, pero para mi sorpresa, Nick Goode apareció ofreciéndose a ayudarme. El y su fuerza tomaron las latas de pintura llevándolas a mi cabaña, yo llevé las bolsas de plumas y Goode me ayudó a poner el pegamento en una cubeta... aunque le cayó mucho pegamento en la playera al intentar dejar la cubeta en el piso, yo me reí hasta que me dolió la panza a lo cual el se vengó llenándose la mano de pegamento y embarrándomelo en la blusa.

-¡Oye! No me hagas lo mismo que Angelica, mal educado.

Tomé un puñado de plumas y se las aventé, haciendo que su playera se llenara de ellas pues se pegaron al pegamento que tenía, como lo planeaba hacer con Angelica, aunque quería vengarme de ella me estaba divirtiendo bastante en la guerra de plumas con Nick.

Luego de un rato de risas, ambos nos sentamos en mi cama, llenándola de plumas. Me acosté en ella tocándome el estómago, este seguía doliendo por la risa,   Luego, Nick se acostó conmigo (se escuchó muy mal, me refiero a que se recostó al lado de mi) y me volteó a ver, tomándome de la mano.

-Gracias, Eli.

-¿Por qué? Que yo recuerde lo único que hice fue llenarte de plumas la playera.

-Bueno, gracias por eso, eli, pero... más que eso, gracias por hacerme reír, por estar conmigo, por apoyarme... ~su cara se acercaba  cada vez más a la mía, cuando me di cuenta, nuestras respiraciones están mezcladas... el veía a mía labios y yo a los suyos, todo indicaba que nos besaríamos, y para ser sincera, quería hacerlo.

𝘑𝘶𝘴𝘵𝘦 𝘵𝘰𝘪 ~𝘕𝘪𝘤𝘬 𝘎𝘰𝘰𝘥𝘦Donde viven las historias. Descúbrelo ahora