Capítulo 14: Una pequeña fortuna repentina.

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En un cuarto de una posada barata estaba Feng Yuan sentado en una esquina del cuarto. El estaba recordando las anécdotas narradas por Lin Ming y no sintió ni el más mínimo indicio de familiaridad, era como si esas cosas le hubieran sucedido a otra persona y no a el. Desde hace tiempo Feng Yuan sentía que había olvidado varias cosas pero nunca pensó que fuera tan grave, una cosa era olvidar el clima de un día en un mes pasado y el otro era olvidar toda una parte de su vida.

Pero en este momento lo único que podía pensar Feng Yuan era la mejor manera de buscar pistas sobre el paradero de sus padres, lo único que se le ocurría era usar a el gremio de comerciantes. El gremio de comerciantes podían conseguir todo lo que desearas siempre y cuando pagaras el dinero necesario, nada era demasiado para ellos, es por eso que era la mejor forma de reunir la información que Feng Yuan quería y necesitaba.

Era que no poseía el dinero suficiente para contratar sus servicios, a lo sumo poseía una cuantas monedas de oro del cadáver que saqueo, pero el mismo sabía perfectamente que el dinero que poseía en este momento era insuficiente, y eso quedaba corto.

Al final Feng Yuan poseía varios cadáveres de bestias espirituales en su anillo dimensional, el sabía que eso podía generar una cantidad decente de dinero si los vendía pero el problema no solo era ese. Comida, el cuarto de la posada, mantenimiento de su espada y por si también sufriera heridas, medicina. Todo eso costaba dinero y aunque podía dormir en el exterior y no le molestaba, era demasiado peligroso y estúpido de su parte hacer eso, también podía comer podía comer lo que el mismo cazaba pero por alguna extraña razón Feng Yuan sentía que era mejor vender y luego comprar comida.

Al final Feng Yuan tenía varios problemas por delante pero tampoco es como si estuviera contra reloj. Suspirando fuertemente Feng Yuan sabía que estaba impaciente y mejor era tomar las cosas con calma, ya que al ser demasiado impaciente podría traerse a si mismo una calamidad.

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Al despertarse Feng Yuan se dio cuenta de que durmió en el suelo con la espada en su mano, en lugar de la cama en la habitación. Al bajar fue bienvenido con una escena bastante animada en donde los posaderos atendían a sus clientes, estos bebían y comían, siendo estos la mayoría mercenarios o viajeros. Feng Yuan ignoro esta escena y salió en busca de un lugar en donde vender sus cadáveres de bestias espirituales y donde comprar ciertas cosas que tenía en mente.

Luego de viajar un rato por las calles de la ciudad Feng Yuan encontró una tienda donde podía vender los cuerpos. El nombre de la tienda era comercio del cielo azul, una tienda de aspecto normal según Feng Yuan.

Al entrar en el establecimiento fue recibido con la vista de varias mujeres que atendían a todos lo clientes, algunos vendían mientras la mayor parte compraba. Feng Yuan no supo que hacer, su plan era vender los cuerpo de las bestias espirituales pero ahora que ya estaba aquí, se le hacía bastante difícil y no sabía que hacer exactamente. Al final luego de considerarlo bastante se acercó a una de las mujeres libres para hablar con una voz nerviosa.

"Disculpe, ¿Aquí puedo vender cuerpos de bestias espirituales?".

La mujer se sorprendió por la pregunta pero aún así respondió con una sonrisa. "Claro que sí, señor. ¿Cuántos cuerpos esta vendiendo el día de hoy?".

"Unos treinta o cincuenta cuerpos más o menos".

Los ojos de la mujer se abrieron por la sorpresa pero rápidamente se recompuso antes de que Feng Yuan notara algo. La mujer guio a Feng Yuan a un lugar donde podía descargar los cuerpos de las bestias espirituales sin hacer un desastre, con un movimiento de su mano los cuerpo de las bestias espirituales cayeron, dejando asombrada a la mujer.

"Simio enloquecido... Alcón espíritu rojo...Pantera de sangre... Lobo de hierro..." la mujer susurraba los nombres de los cadáveres con bastante asombro, no solo estaban asesinados limpiamente sino que también era bestias espirituales medianamente difíciles de cazar en esta ciudad, miró de reojo a Feng Yuan mientras intentaba adivinar sus antecedentes.

Tanto su ropa como su aura gritaban que no era un noble y mucho menos de una secta, pero eso tampoco tenía sentido ya que uno necesitaba cierta influencia para comprar un anillo dimensional, y calculando por los tamaños y la cantidad de cuerpos, la mujer supuso que el anillo dimensional de Feng Yuan tenía una capacidad bastante grande para la ciudad en la que se encontraban.

La mujer termino de calcular el valor de los cuerpos mientras se los llevaban a un lugar desconocido, Feng Yuan tuvo que esperar varios minutos antes de que la mujer viniera con una bolsa llena de monedas. "El valor total es de ciento cincuenta monedas de oro".

Con las palabras "ciento cincuenta monedas de oro" el cerebro de Feng Yuan dejo de funcionar, el creía que al vender todos esos cuerpo lo máximo que obtendría sería unas monedas de plata y tal vez con suerte algunas monedas de oro. Pero ni en sus sueños más locos Feng Yuan imaginaría que obtendría ciento cincuenta monedas de oro de un momento a otro. Feng Yuan simplemente se quedo ahí atónito mirando las bolsa de monedas, la mujer confundió esto con una señal de disgusto y trato de aclarar la situación.

"Señor, si cree que es demasiado poco o tal vez desea otra forma de pago, podemos resolverlo".

"No, no es eso, simplemente no creí que esos cuerpos valieran.... tanto".

Hablo Feng Yuan mientras tomaba la bolsa de monedas. Ahora que la situación la mujer miró a Feng Yuan y se río de su torpe comportamiento, incluso lo encontró un poco adorable, Feng Yuan se avergonzó al oír la risa de la mujer pero no pudo hacer nada más que salir rápidamente de la tienda, a la vez que se dirigía a su próximo destino.

Descenso a la locura.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora