Un bosque era iluminado por una luna solitaria de una noche sin estrellas, un joven movía su cuerpo ensangrentado y herido a través de él, aunque las heridas estaban cerradas eso no significaba que estuvieran curadas y el simple hecho de mover tu cuerpo en tal estado traería un inmenso dolor que haría fácilmente gritar a un hombre adulto, pero el rostro estaba perturbadoramente en blanco.
Su cuerpo debía -esta- en un estado precario pero aún así con esas heridas y fatiga el se movía y seguía adelante como su vida dependiera de ello, y eso era así, su vida en estos momentos dependía totalmente si podía o no seguir moviéndose.
¿Pero porque seguía corriendo?
La respuesta era bastante simple, él era un cultivador demoniaco. Los cultivadores demoniacos son odiados por varias razones por todo cultivador del camino recto.
Habían pasado un mes y medio desde que Feng Yuan huyo de su país, en ese tiempo tuvo alrededor de unas tres a cuatro horas para poder ganar la mayor distancia antes de ser perseguido, como él lo había pensado fue denunciado en la Ciudad del Sol Naciente y luego fue perseguido por los cultivadores de la ciudad.
¿Pero porque cazarían a Feng Yuan tan ferozmente?
Era porque si alguien era descubierto como cultivador demoniaco cualquier cultivador de la facción justa que llevara su cabeza sería recompensado con un generoso botín de acuerdo al nivel del cultivador demoniaco, es por esa razón que Feng Yuan era cazado, las recompensas simplemente eran demasiado atractivas para poder dejarlas pasar, especialmente para aquellos cultivadores vagabundos.
Pero no todo fue malo para Feng Yuan, él al haber combatido y pasado por una gran cantidad de situaciones de vida o muerte en este mes y medio había llegado a mejorar su compresión y control del QI Vacío, su control del QI también había mejorado drásticamente pero lastimosamente no había tenido el tiempo suficiente para digerir todas esas ganancias.
Era como si Feng Yuan tuviera a unas solas pulgadas de él el mayor tesoro del mundo pero sin importar cuanto se esforzase no podría ni siquiera rozarlo, para él esas pocas pulgadas bien podrían ser cientos de millones de kilómetros.
"Maldita sea ya casi... Solo un poco más y llegare a la frontera, luego de eso solo quedara cruzarla y estaré en Xuanwu".
Feng Yuan quería desesperadamente ir a Xuanwu ya que eso marcaría su libertad y podría actuar más libremente sin importarle que se revelará si era un cultivador demoniaco.
¿Pero que hacía tan especial a Xuanwu?
Para saber eso primero hay que conocer la situación general del continente.
El continente en donde vive Feng Yuan se llama Continente Azur, en este hay cinco naciones que son: El Imperio del Qilin de Hielo, La Nación del Fénix, El Reino de la Nube Celeste, El País de Xuanwu y por último las Llanuras Centrales.
De estas cinco tres detestan y dan caza a los cultivadores demoniacos en menor o mayor medida, las otras dos una no le interesa si es un cultivador justo o demoniaco y la última solo le importa la línea de sangre y el talento.
Pero Feng Yuan no poseía el talento o una línea de sangre suficientemente fuerte para ir a las llanuras centrales, solo podía ir a Xuanwu el país sin reglas.
Xuanwu era mágico en muchos aspectos, por ejemplo este no tenía leyes que prohibieran el asesinato, robo, violaciones, esclavitud o cualquier otra practica, siempre que tengas la fuerza suficiente puedes hacer lo que quieras, pero aún con todo eso existía una regla no escrita que nadie se atreve a romper ni siquiera en pensamiento... y esa era el ser el emperador de Xuanwu.
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Descenso a la locura.
ActionFeng Yuan vivió en los callejones de sus ciudad natal desde que tiene memoria y nunca conoció a sus padres que lo abandonaron dejando atrás un simple anillo de hierro que Feng Yuan cuida y valora más que su vida Luego por asares del destino Feng Yua...