Mi Perdición© +18 [COMPLETA]

Capítulo 08: Salidas Imprevistas •

22 marzo 2023

~Ava~

—¿Cómo van las cosas? —dice Gabriela mientras nos sentamos a esperar nuestra comida, al medio día.

—No pensé que podría ser tan complicado, pero he conseguido algo.

—¿Crees que se dé cuenta?.

—Espero y no pase —tomó un sorbo de mi copa de vino—. No sé cómo reaccionaría y mucho menos teniendo a Dadvian tan lejos.

—Todo estará bien.

—Confío en que sí. Necesito verlo —el contacto de su mano sobre la mía me es tan reconfortante que por un momento me alivia el pesar—. Pero no nos pongamos tristes.

—¿Cómo te va en la empresa?.

—Bien, estoy trabajando junto con Johnson para crear algo nuevo.

—Te imagino dirigiendo y es como si fueras superior a todos —la emoción que transmite su voz es tan contagiosa que terminó sonriendo—. Es como si fueras dueña y señora de toda la empresa

—Suenas muy emocionada —un camarero nos trae un plato con queso picado en cuadros mientras esperamos lo que ordenamos—. Si no te conociera diría que eres fanática del control.

Su reacción es encogerse de hombros mientras se lleva un queso a la boca.

—Soy algo quisquillosa dirigiendo, pero no ese tipo de cosas.

—Vaya, eso sí que no me lo esperaba —no intento ocultar mi sorpresa—. Pensé que eras más tranquila.

—Mira que no eras la única que lo creía.

—Cambiando de tema. Por qué me invitaste a comer, o mejor dicho por qué no dejaste que invitara a Lisa.

Porque sí, me llamó cuando estaba organizando ciertas cosas con la asistente de mi padre, dos horas atrás, para invitarme a comer, y cuando insinué avisarle a Lisa, me dijo que no.

—Si, sobre eso tengo varias cosas que hablar contigo —se detiene cuando el mesero se nos acerca para dejarnos la comida—. Primero, creo saber que es lo que sucede con Lis y segundo necesito que seas mi tapadera uno de los próximos fines de semana.

—Tu tapadera. ¿Por qué?.

—Saldré del país —eso sí que ocupa toda mi atención— y no me preguntes dónde, porque ni siquiera yo lo sé, con exactitud.

—¿Con quién? —pregunto, aunque creo saber la respuesta.

—Ya sabes con quién —Mira hacia otro lado intentando ocultar sus mejillas coloradas y yo solo sonrió sin poder evitarlo.

—Sabes que cuentas conmigo para lo que sea —tomo su mano por encima de la mesa—. ¿Qué necesitas qué haga?.

—Bueno, quizás necesite que vengas conmigo.

Esta vez sí que me sorprendió, pero a lo grande y me dejó muy confundida a la vez.

—¿Qué?. O sea, necesitas que te cubra, pero a la vez necesitas que vaya contigo.

—Sí, sé que puede llegar a sonar algo descabellado, pero necesito que mi mejor amiga me cubra como en los viejos tiempos, además, será algo que haremos juntas —junta sus manos en forma de súplica—. Vamos, por favor.

—Estás consciente de qué en los viejos tiempos lo más lejos qué íbamos era a California, sin permiso de nuestros padres.

—Vamos, necesito convencer a mi padre de ir sin guaruras y es más probable que me deje ir sin ellos si voy contigo.