Capítulo 19: Enfrentamiento •

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Ava~

—Entonces lo viste —Gabriela está sentada conmigo en la cocina.

—Sí, tiene los ojos idénticos a Dadvian.

—No puedo creer que Lisa haya sido capaz de ocultar esto.

—Quiero ver su cara cuando sepa que ya sabemos todo —dejó el vaso que tenía en mis manos encima de la mesa y tomó las manos de Gabriela—. Siento interrumpir tus vacaciones con Malcom, te prometo que te lo voy a recompensar.

—¿Estás bromeando? Con todo esto me siento como si estuviera en una misión de espías.

La risa de Malcom y Dadvian mientras entran a la cocina nos hace girar la cabeza hacia su dirección.

—De seguro serías la mejor de todas.

Me retiro de la cocina cuando mi celular suena, es mi madre.

—Hola mamá.

—Hola Ava, ¿cómo la estás pasando?

Cierto, no sabe nada.

—Van muy bien, Gabriela y yo nos la estamos pasando de maravilla.

—Que bueno mi amor, solo te llamo para decirte que ya tus cosas están en tu departamento.

—¿Falta algo por llevar?

Mi teléfono suena, es una notificación...

—No, todo fue rápido. Tu padre me ayudó a llevar tus cosas.

Es un mensaje de mi padre...

—Mamá...

—No te preocupes. Yo me encargué de empacar todo, él solo se encargó del traslado.
 
Pongo el teléfono en el altavoz para abrir el mensaje y a la vez escuchar a mi madre.

"Tenemos que hablar"

No, por favor, no.

—Mamá te llamo más tarde —cuelgo sin esperar respuesta mientras camino de vuelta a la cocina a paso apresurado. Me encuentro a Dadvian a mitad de camino.

—¿Qué pasa?

—Él lo sabe.

Malcom y Gabriela llegan junto a nosotros. Les digo sobre la conversación con mi madre, el mensaje y mis sospechas sobre que mi padre ya sabe todo.

—Si eso es cierto, no podemos esperar más.

—Esta noche hay una fiesta, Lisa está invitada —habla Malcom—. En la suite donde se estaba quedando había una invitación.

—Dices que está invitada, pero nosotros no lo estamos, ¿cómo haremos para entrar? —hablo.

—¿Viste el nombre del casino? —le pregunta Dadvian a Malcom.

—Se llama The fall, hacen esta fiesta desde hace dos años

—Hablas como si conocieras el casino.

—Es que sí lo conozco —Malcom me mira mientras responde.

—¿Cómo? —dice Gabriela.

—¿Quién es el dueño? —Malcom me mira y luego mira a Dadvian.

—Es el dueño de esta casa. Podría llamarlo y conseguir que nos dejen entrar.

—Hazlo, no me importa quién sea ni lo que pida a cambio.

—Malcom, ¿quién es el dueño de todo esto? —le pregunto antes de que salga con su móvil en la mano.

—Te lo diré más tarde —Malcom me da la espalda y camina hacia fuera de la casa

—Si tu padre se enteró cabe la posibilidad de que venga por el niño —las palabras de Gabriela me alteran porque es muy posible de que eso suceda.

—No me importa lo que haga, no se llevara a mi hijo, no está vez —no voy a permitir que lo haga.

—¿Cómo lograron tú y Malcom subir a la suite sin ser vistos?

—Hemos convencido a uno de los de limpieza de que éramos amigos de Lisa, que íbamos para una sorpresa, pero que no debía decirle que habíamos estado ahí o eso arruinaría la sorpresa que le teníamos —sí, ella puede ser convincente cuando se lo propone.

—Lo tenemos —dice Malcom, mientras regresa con una sonrisa de victoria en su  rostro, acompañado del señor Lars—. El señor Lars nos llevará al casino para que nos permitan la entrada sin ningún problema.

—¿Cómo sabremos cuando Lisa llegue? —le pregunto al señor Lars.

—Hay un listado de confirmación, todo aquel que vaya a asistir debe confirmar su asistencia con anticipación, puedo ocuparme de eso.

++++++

—¿Estás listo?

—¿Tú lo estás?

—Vamos.

Abajo nos esperan Gabriela, Malcom y el señor Lars.

—Nosotros iremos en otro auto —dice Malcom—. Iremos al hotel, mientras ustedes van al casino.

De camino al casino, el señor Lars está sentado en el asiento copiloto junto a Dadvian, indicando el camino, yo voy en los asientos de atrás sin pronunciar palabra alguna hasta que llegamos.

—La fiesta comienza a las ocho, pero es bueno que lleguen antes que los invitados.

—Gracias por ayudarnos.

—No se preocupe. Estaré arriba por si me necesitan, solo deben de hacérmelo saber con uno de los trabajadores —luego de eso Lars sube unas escaleras y lo perdemos de vista.

Dadvian y yo empezamos a caminar por el casino sin alejarnos mucho de la entrada principal. Nos detenemos delante de una máquina tragaperras, mirando disimuladamente hacia la entrada.

—Señor, ¿le gustaría acompañarnos a jugar una partida de póker? —nos dice un hombre mientras señala hacia una mesa— Nos hace falta un jugador. Todos los demás ya están apostando.

—Lo siento, pero no soy un buen jugador de póker.

—No es eso lo que recuerdo —habla alguien a nuestras espaldas—. Según yo eras un muy buen jugador de póker.

Mi padre, con Lisa agarrada del brazo, se posa delante de nosotros. Ella gira su rostro en otra dirección cuando la miro directo a los ojos no es capaz de retener mi mirada, mi padre en cambio me mira directo a los ojos, igual a Dadvian quien

—Y según recuerdo esa no es tu esposa, padre.

El rostro de Lisa se tiñe de rojo de ira y vergüenza mientras el crupier sólo mira de un lado a otro. Mi padre da un paso hacia delante, por mucho que pueda llegar a intimidarme o pueda temer de lo que pueda hacer no se lo demuestro.

—Ava, hay cosas en juego...

—Pero tu tienes las de perder, querido padre.

—No me amenaces, recuerda quién soy.

—Un hombre sin escrúpulos y mentiroso —dice Dadvian, mi padre está furioso.

—Perdón que interrumpa, pero ¿van a jugar o no? —dice el crupier con la voz temblorosa.

—Cambie de opinión, ¿qué tal si jugamos una partida de póker señor Grayson? Como en los viejos tiempos.

📌Notita:

Me disculpo por posibles errores que encuentren en este capítulo, lo subí desde el celular por problemas en la laptop y el internet.

Espero y no tardar tanto con el siguiente capítulo.

Besoss...














Mi Perdición© +18 [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora