-Soy una mujer muy responsable y profesional, realmente sé lo que hago y estoy más que segura que puedo brindar grandes cosas a su compañía- finalicé sonriendo al hombre que estaba frente a mi.
-Realmente me impresiona- comenzó a hablar -Su perfil es extremadamente bueno, sus calificaciones igual- prosiguió -Sin embargo, su experiencia laboral no sobrepasa el año y medio-
-Lo sé- suspiré -Pero es un tanto ilógica la situación señor, ¿cómo esperan que obtengamos la experiencia si no se nos brinda la oportunidad de adquirirla?-
-Lo lamento señorita ____, realmente entiendo y comprendo su situación pero en este caso no puedo contratarla- hizo una pequeña reverencia -De verdad lo lamento.
-No se preocupe, entiendo. Gracias por su tiempo- sonreí una vez más y me dispuse a irme.
Oficina de mierda.
-Estoy harta- murmuré cuando estuve fuera del edificio. La camisa que llevaba me sofocaba y la falda tuvo realmente me hacía perder la paciencia -Ya no puedo más- dije, en definitiva estaba cansada.
Caminé sin rumbo fijo por lo que parecieron horas, con aquellos zapatos incómodos colgando en una de mis manos y los currículums amontonados en otra, suspiré y miré hacia el frente; había llegado al río Han.
-Ya no sé qué más hacer padre- dije mirando hacia el cielo -Me siento cansada, de nada ha servido tanto esfuerzo y sacrificio, ¿qué sentido tiene?- murmuré -¿Qué sentido tiene seguir viviendo?-
Mia brazos soltaron lo que minutos atrás habían estado cargando y con pasos lentos me acerqué al barandal de aquél puente.
-Sería tan fácil...- murmuré para mi -Ya no puedo seguir de esta forma- como pude crucé la barrera que dividía la zona peatonal y el abismo hasta el río, temblando en el proceso.
-Yo que tú no lo haría- escuché que alguien dijo a mi costado, justo detrás del barandal y mis manos parecieron resbalarse un poco.
-¡Mierda! ¡¿Q-quién rayos eres?!- pregunté al sujeto, era una hombre joven.
-Soy Namjoon, Kim Namjoon- respondió sonriendo, dejando notar un pequeño hoyuelo en su mejilla.
-Bien Namjoon, necesito que te alejes y me dejes sola-
-No puedo hacer eso- reapondió un tanto afligido -Sé que no quieres morir-
-¿Y cómo mierda lo sabes? No conoces absolutamente nada de mi-
-Si quisieras hacerlo no seguirías aferrada de la forma en que estás al puente- señaló -Incluso, ya hubieras saltado-
-No sabes nada...-murmuré.
-Sí, no conozco nada de ti- reapondió -Pero sé leer a las personas y estoy convencido que esto no es lo que quieres para ti-
-Pero no hay más opción- susurré -Estoy completamente sola, con una vida de mierda, sin economía, sin un empleo- reí de forma dolorosa -Joder, soy realmente patética-
-Eres joven, ¿por qué te afanas en esas cosas?- preguntó y no le respondí -Aún puedes...-
-Año y medio- murmuré -Año y medio intentando conseguir un empleo con lo que estudié, con aquello en lo cual puse tanto esfuerzo y sacrificio, ¿y para qué? Para absolutamente nada-
-Eres joven- volvió a repetir -Puedes conseguir un empleo en algo más, no debes aferrarte solo a lo que has estudiado- se encogió de hombros -Sé que posiblememte sentirás como si todo tu esfuerzo y sacrificio se fueran a la basura pero cariño, esta es la vida real, muchas veces no conseguiremos lo que deseamos, no conseguiremos por lo que hemos luchado pero eso no significa que debes rendirte-
-No me llames cariño, no me conoces- fue lo único que respondí.
-Por favor... no lo hagas, prometo ayudarte- pareció suplicar y extendió su mano.
-¿Por qué...?- suspiré y miré hacia el frente, viendo la inmensidad y belleza del río -¿Por qué estás tan interesado?-
-Porque puedo ver más allá de lo que tú puedes ver- murmuró -Lo preguntaré una vez más, ¿realmente deseas hacerlo?- preguntó y mi corazón pareció iniciar una carrera sin fin. Mis pensamientos se mezclaban, estaba la voz que me decía que dejaría de sufrir pero también estaba aquella otra que suplicaba porque no lo hiciera, que podía luchar, que era más fuerte que todo lo que había pasado.
Suspiré, la mente humana era una mierda.
-Quiero intentarlo- murmuré respondiendo a su pregunta -Quiero intentarlo una vez más pero tengo miedo- dije -Tengo miedo de no poder soportar otra decepción, mi corazón es frágil-
-Yo estaré para ti- sonrió -Sé que no nos conocemos aún pero créeme cuando digo que estaré para ti, no importando qué-
-Se ve que eres un buen ser humano Kim Namjoon- ironicé mirándole sobre mi hombro -Si no cumples, romperé tu rostro- solté y juro haber escuchado un pequeño chillido de terror.
-Bien, creo que un par de golpes arreglaría un poco esta fealdad- soltó con gracia -Ahora, dame tu mano- pidió -Gira con cuidado y dame tu mano- pidió una vez más y con lentitud hice lo que él pedía, sin embargo, en uno de los movimientos uno de mis pies resbaló.
-Mierda, mierda-
-Tranquila, no sueltes la barra de metal e intenta subir nuevamente tu pierna- habló intentando transmitir una calma que estaba segura que no sentía.
Lo intenté, una y otra vez pero el espacio de aquella falda incómoda complicaba todo.
Jodida falda de mierda.
-No puedo, l-la falda-
-Escucha, sostendré con fuerza tu mano pero deberás soltar la otra para que puedas safarte el botón y quitarye la falda, debes ser rápida, ¿está bien?- preguntó y asentí -A la cuenta de tres- me miró -Uno... dos... tres... ¡ahora!- gritó y sus manos se aferraron con fuerza a mi antebrazo a la par que yo soltaba la barra con el otro y dirigía mis manos al cierre de mi falda. Como pude logré desprenderla de mis caderas y así sacarla de mi cuerpo, haciendo que cayera de lleno al río.
-Ahg, mierda- mi brazo dolía, tomé nuevamente la barra de metal e impulsándome logré subir mi cuerpo una vez más al borde del barandal.
-No lo pienses, ven aquí- habló Namjoon y en un impulso más había cruzado hacia su lado, cayendo sobre su pecho y escuchando el acelerado palpitar de su pobre corazón.
-Eso estuvo cerca- lo escuché murmurar de forma agitada y no pude estar más de acuerdo con él.
¿Parte dos?
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ʙᴀɴɢᴛᴀɴ ʀᴇᴀᴄᴛɪᴏɴꜱ 2
FanfictionEl título lo dice todo, tu solo entra y disfruta. Actualizaciones lentas.