23. ESPECIAL: JUNGKOOK

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La fiesta del año estaba a la vuelta de la esquina y por nada del mundo podía perdérmela y menos si el anfitrión de tan ruidoso evento era nada más ni menos que Jeon Jungkook; el chico misterioso de último semestre.

-¿Y bien? ¿Planeas ir a la fiesta?- preguntó Jimin a mi lado, sacándome de mis pensamientos.

-En verdad deseo hacerlo, tengo mucha curiosidad- respondí -Pero hasta ahora no he sido invitada, so, no creo que vaya- me encogí de hombros.

-¿Cuándo te ha importado eso?-preguntó con una de sus cejas enarcadas -Joder, vives colándote en las fiestas y ahora me dices que no irás a la de Jeon porque no has recibido invitación- mencionó con burla.

-En eso tienes razón- le seguí la corriente -Pero no lo sé, Jeon me da una vibra extraña- mencioné -Además, no creo que su fiesta sea muy asistida-

-¿Lo dices por su falta de amigos o por quienes lo molestan?- preguntó.

-Ambos- me encogí de hombros -Hay que reconocer que las personas aquí son muy mierda y si van a su fiesta solo será para hacer de las suyas-

-Y por esa razón es que debemos ir- afirmó Jimin y le miré con ojos entrecerrados.

-Algo escondes, suelta la sopa-

-Ugh, tus dichos son extraños- respondió -Y no hay nada más, solo que la curiosidad me ganas y más por dónde se llevará a cabo la fiesta-

-Está bien- suspiré -Iremos solo un rato-

-¡Te aseguro que lo disfrutaremos!- expresó emocionado.

Y yo solo esperaba hacerlo.

[...]

Los días habían pasado en un cerrar y abrir de ojos, ahora solo faltaban un par de horas para la tan famosa fiesta de Jungkook. Misteriosamente todos parecían emocionados de ir y yo solo esperaba que no arruinaran la noche del pobre y extraño chico.

-Mierda... no debí colocarme conset, no puedo respirar- murmuré intentando acomodar la prenda sobre mis pechos. Era un vestido rojo carmesí de la época victoriana, ajustado a mi cintura pero amplio en la falda.

-En definitiva fue la mejor opción- escuché la voz de Jimin y giré para encontrarlo mirándome de pies a cabeza -Juro que si no me gustara tanto Lee, ya estaría contigo- añadió con una mueca de burla exagerada.

-Deja de hablar pendejadas y ayúdame- pedí mientras le tendía aquella delgada cadena que iba sobre el corcet a la altura de mi cintura.

-Estás preciosa cariño, lo juro- dijo esta vez con afecto.

-Tú no te quedas atrás- respondí -Pareces todo un caballero de clase alta-

-Lo sé, soy precioso- dijo -Pero venga, ya vamos tarde-

Ambos salimos con afán del apartamento que compartíamos y nos dirigimos a donde la fiesta se llevaría acabo; la mansión de los Jeon.

Mirando la enorme y antigua estructura no pude evitar asombrarme.

-Realmente es enorme...-

-Sí que lo es- respondió mi acompañante -Ven, colocaré tu antifaz-

-Gracias- respondí antes de hacer lo mismo con él. Luego de aquello ambos nos dirigimos a la enorme puerta de madera, pero antes de tan siquiera ser tocada esta fue abierta, dando a conocer el interior del lugar; el cual no era más que una réplica exacta de las antiguas casas de los nobles caballeros de siglos pasados.

-Bien, iré a buscar a Lee, te veo dentro de un rato- escuché la voz de Jimin a mis espaldas.

-Está bien, salúdala por mi- pedí -Te mandaré un texto cuando me quiera ir-

ʙᴀɴɢᴛᴀɴ ʀᴇᴀᴄᴛɪᴏɴꜱ 2 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora