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El equipo se dirigía a la sala donde los presos eran interrogados y, a pesar de que solo uno podía entrar, esta vez el jefe permitiría que los tres entraran junto a él. Ahí ya estaba el rey, sentado y aún con el chaleco de fuerza colocado manteniendo su cabeza un poco agachada.



– Hola, Shadow. – preguntaba el gato mientras se cruzaba de brazos – ¿Todo bien?

– No lo sé... – respondía sin siquiera mirarlo.

– Shadow, hay algo de lo que queremos hablar contigo – mencionaba el plateado mientras se sentaba en la silla –, también queremos saber algo. ¿Recuerdas que tenía visiones acerca de Dante? – ante aquella pregunta, el rey asintió con la cabeza sin ganas – Ahora he vuelto a tener una visión y tú sales en ella... Al igual que Verena.



Al escuchar el nombre, el rey levantó la mirada hacia él provocando que Silver se sintiera un tanto intimidado.



– Emm... No tal cual ustedes – continuaba –, están sus poderes y se escucha la voz de ella pedir que la dejemos ir.

– Entendamos que la extrañes. – mencionaba el gato – Yo también la extraño y demasiado. Solo que no podemos hacer nada para que ella regrese y... Tal vez suene muy fácil, debes dejarla ir. Shadow, déjala ir.

– No lo entienden...

– Shadow, tan solo mírate. – decía el azulado – Tú mismo te has estado causando daño por estar enfocado en su muerte.

– No sé por qué creí que esa daga iba a ayudarme a que regresara...

– Shadow. – llamaba seriamente el murciélago y mirándolo fijamente – Que quede claro esto, no hay forma de regresar a los muertos. Esto no es como una película que el milagro les ayuda a volver con el ser amado fallecido. Su tiempo en la tierra se acabó.



Aquellas palabras si estaban resultando algo duras para él y de ello se percató el gato. Podía observar que el rey cerraba sus ojos con fuerza y tenía ligeros tics en su rostro.



– ¿Podrías decirnos quien es el sujeto a quien te refieres? – preguntaba el gato desviando un poco el tema – ¿Qué tanto te ha dicho?

– Solo me ha dicho la verdad... – respondía desganado – Todo es mi culpa y no debí confiar en ustedes...

– Shadow – llamaba el azulado con calma –, sabes bien que puedes confiar en nosotros.

– ¡Tengo este maldito chaleco puesto! – gritaba con gran enojo, al mismo tiempo que los miraba con el mismo sentimiento – ¿¡Por esto debo decir que confío en ustedes tanto como ustedes confían en mí!?



El gato se acercó a él y comenzó a desabrochar cada parte del chaleco, tal acto no fue muy bien recibido para el jefe.



– Wayne – llamaba con gran seriedad –, ¿Qué carajos estás haciendo? Deja de hacerlo ahora mismo, es una orden.

– Richard, Shadow tiene razón. – mencionaba – Con los anillos es más que suficiente y las uñas ya fueron cortadas.



El chaleco cayó al suelo dejando libre al rey quien, de manera inmediata, estiró sus brazos sintiendo una enorme satisfacción.



– ¿Quién es aquel sujeto que se ha hecho pasar por ti? – cuestionaba el jefe mirándolo fijamente.

– ¿Pasarse por mí? – cuestionaba mirándolo de la misma manera.

– ¿Acaso tienes un gemelo? – volvía a preguntar el jefe – ¿Dante te clonó?

– ¿Es en serio lo que preguntas, Richard? – cuestionaba con gran seriedad.

Más allá del viento ~ (2° temporada de Viento Libre)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora