6. Peliculas

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Tomé mi patineta con la mano y abrí la puerta del lugar para entrar pero antes dejé a un chico salir

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Tomé mi patineta con la mano y abrí la puerta del lugar para entrar pero antes dejé a un chico salir. Parecía trabajar en el lugar porque tenía hasta un insignia con su nombre el cual era "Mark". Debían estar en cambio de turno.

—Gracias. —me dijo cuando le abrí la puerta, me sonrió hasta que me vio a la cara y me reconoció haciéndome suspirar. —Heeey, tú eres la ex-hippie, la novia de Hargrove... ¿No estabas muerta? —me preguntó bastante asustado.

—Estaba en coma, no muerta. —me reí nerviosa.

—Wow, que raro. —se rio murándome extrañado mientras caminaba de espaldas.

Suspiré cansada de la misma situación y entré a la tienda quitándome los audífonos para poder hablar con la cabeza gacha y media pelirroja.

—Hola, vengo a devolver estas películas. —le dije pasándole la bolsa.

Ella se asustó por mi repentina voz y me miró de inmediato sorprendiéndome mucho.

—Robin... ¿Me recuerdas? —le dije con una gran sonrisa a la chica que me veía nerviosa al reconocerme.

Robin y yo habíamos sido amigas como en el 80 o el 81. Nuestra amistad no duró mucho porque en una pijamada nos emborrachamos y nos besamos... mucho, por lo que ambas entramos en crisis y se nos hizo incómodo volver a hablarnos. Ahí descubrí que soy bisexual.

— ¿Como no recordarte? Digo, éramos muy buenas amigas y... le coqueteaste a mi mamá. —dijo claramente intentando ni pensar en el tema de la pijamada.

—Uy, si, discúlpame por eso. —le dije muy nerviosa.

—Está bien. Ya pasó ¿no? —se rio. —Amm, si, ¿a nombre de quien están las películas? —pregunto cambiando de tema de inmediato.

Sonreí sola al darme cuenta que era una de las únicas personas que no había nombrado mi coma en el día.

—Eddie Munson. —respondí.

Ella busco en la computadora y apretó un par de cosas. Luego dejo las cintas en una caja a un lado de ella.

—Ya están pagadas. Puedes irte tranquila. —me sonrió.

ENJOY THE SILENCE - steve harringtonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora