Your mind says "I love you" [SOOKAI]

4

"Película"

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En cuanto sus ojos se encontraron inmediatamente los apartó, su corazón se agitó varias veces. La impresión había sido demasiada.

"Ah, debe haberse disgustado".

"Claro, a nadie le gustaría que lo vieran tan fijamente".

"Pero no pude evitarlo, realmente me gusta".

"¿Qué hago?".

"Me gusta mucho verlo".

"Él..."

— Sunbaenim ¿Qué traes para leer? — Realmente no podría soportar otra ronda de pensamientos.

Choi Soobin observó el libro sin abrir sobre la mesa, avergonzado.

Aunque la cara contraria era aún inexpresiva, fue como si pudiera adivinar su estado de ánimo. Tal vez era porque ya se había acostumbrado a su mente parlanchina.

El mayor tomó el libro y le dejó ver la portada, era un manga.

— No es algo muy interesante, es sólo esto.

— ¿De qué trata?

Soobin lo miró.

— ¿En serio quieres saber?

— Sí — Lo que sea para no tener que escuchar los pensamientos contrarios sobre su persona, o moriría de vergüenza.

Choi Soobin inmediatamente se animó y el resto de la hora la usaron para hablar de la historia que estaba leyendo el mayor, haciendo que el tiempo pasara volando. En un santiamén se terminó y todos comenzaron a guardar sus cosas.

Tomó su mochila, se despidió de Choi Soobin y se giró para marcharse.

— Huening Kai, yo...

Se detuvo al ser llamado y volvió a verlo, pero esa persona inexpresiva se veía vacilante. O tal vez lo veía vacilante ya que estaba escuchando sus incesantes pensamientos, porque en ningún momento cambió de expresión.

"¿Qué debería hacer?".

"No me quiero separar de él".

"Aun podemos hablar en las reuniones, pero tal vez quiere leer y sólo lo estoy interrumpiendo".

"Me gustaría poder ser más cercano a él"

"Pero ¿Y si soy una molestia?"

"Quiero conocerlo".

— Oye — Llamó la atención del mayor — ¿Quieres de una vez ir a comer? Es un buen momento para pagarte, y ya no tengo nada que hacer después, podemos hablar un rato.

"¡Siiiiiiii!".

Choi Soobin pareció olvidar hablar momentáneamente de la emoción y aunque ya tenía su respuesta necesitaba que se la dijera verbalmente.

— Entonces...

— Claro, me encantaría.

— Vamos — Su sonrisa fue suave, y aunque no se dio cuenta en qué momento comenzó a sonreír, fue como el sol de verano. Deslumbrante.

Si se preguntara porque había sedido a los deseos internos de Choi Soobin no tendría ni una sola respuesta, tal vez por eso ocupó su mente en pensar donde comer.

Ambos decidieron ir a uno de los restaurantes de los alrededores donde se rumoreaba que vendían muy buena carne, pero era tan misterioso que ni siquiera Choi Soobin había ido ahí.