Epílogo.

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Luke Hemmings había emprendido una búsqueda desesperada para encontrar a su hija y a su esposo. Había pegado papeles de "Se Busca" por toda la cuidad y ciudades cercanas a Sydney, prácticamente si no estabas enterado por medio de los panfletos, lo harías por televisión o radio, incluso los comerciantes habían grabado un mensaje para Michael, el cual se repetía incontables de veces, con la esperanza que volvieran a casa.

Calum le había dicho que esto era absurdo, ya que por medio de panfletos y otras cosas, nunca los encontraría. Luke le discutió que se callara, que él no entendía nada de lo que estaba pasando. Pero Calum, como buen amigo, le recalcó que él tenía argumentos para comprobar esa teoría que tenía, Michael y Peyton no aparecerían por medio de esas cosas que el dejaba regadas por toda la ciudad.

Pero después de meses, después de semanas de agonía para Luke, no hubo respuesta de ninguna persona. Los teléfonos sonaban, y la única pregunta que las personas del otro lado le hacían, era: ¿Te encuentras bien?, ¿Estas mejor?. Y Luke amablemente les respondía, ¿Cómo te sentirías tu, si te hubieran arrancado tu vida?, y luego del silencio nupcial, les cortaba.

El mismo gusto amargo en los labios le quedaba después de hacer siempre lo mismo. Algunas veces él pensaba, que era una estúpida broma de Michael, que aparecería por esa puerta y le haría el amor. Pero desafortunadamente, no era una estúpida broma. Si Peyton estuviera a su lado, y si Michael se hubiera ido solo, tendría un motivo por el cual luchar, pero Peyton no se encontraba a su lado y tampoco Michael, entonces no tenía motivos.

No le veía sentido seguir viviendo, ¿Qué?, ¿Por qué la vida es tan hija de puta con él?, era lo que se preguntaba incontables de veces.

¿Cuánto tiempo había pasado de esa tarde?, Habían pasado 2 meses.

-¿Luke?, Ashton pidió que te trajera esto.- murmuró la chica. Ante la ausencia de Michael y Peyton, Ashton y Avery decidieron mudarse con Calum para la gran casa.

Esa casa que se encontraba vacía, sin vida prácticamente, como Luke. Ambos viviendo con la esperanza de volver a sentirlos. Luke levantó la vista de la pantalla de su Xbox, y logró mirar su mano.

Comida

Esta era la principal que ya no podía ni digerir. No le entraba bocado alguno, ni sólido ni líquido. Esto era mucho peor que antes, antes si quiera iba al hospital o su madre intervenía. Pero su madre estaba de Luna de Miel y ya no veía apoyo en ningún lado.

Negó y retiró suavemente con la mano hacia un costado el gran plato con guiso de lentejas. Era invierno en Sydney, los fríos eran como una estaca al corazón, y nadie encontraba algo caliente para poder seguir viviendo, solo que Luke lo rechazaba. Se acomodó mejor en la cama y suspiró.

-Por favor Luke..- murmuró despacio Calum, entrando a la habitación. Seguido de Ashton. Los ojos de Luke se abrieron por la sorpresa y negó nuevamente.

-Hazlo por ellos, hermano.- insistió Ashton. Se habían vuelto algo.. cercanos.

-Por ellos.. por ellos es que mantengo vivo, Ashton. Pero no quiero comeré.- susurró intentado no caer en lágrimas nuevamente.

Ashton resopló suavemente, se retiró con Avery de la habitación y le hizo una seña a Calum. Este último asintió a duras penas.

-¿Quieres hablar?- preguntó, por.. ¿tercera vez?

-No hablaré contigo. Ven a hablarme cuando realmente quieras hacerlo y no te envíen a hacerlo por lástima.- escupió.

-No es lástima, Luke.

You Saved Me ➵ mukeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora