Capítulo 8

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Insubordinado

Narra Matt

—Interestatal 87, ahí es adonde debemos dirigirnos. Hopkins, necesito que reúnas al equipo de búsqueda y la unidad canina, peinaremos toda la zona.

La escucho hablar mientras permanezco en el marco de la puerta. ¿En serio me acababa de ordenar quedarme aquí? Debí escuchar mal. No puedo quedarme. No vine a Nueva York para quedarme dentro de cuatro paredes mientras los demás juegan a la búsqueda del tesoro.

Una mierda si piensa que haré lo que dice.

Dmitri asiente a la orden estando de acuerdo. Yo planeo hablar pero Collins se adelanta.

—¿Creen que está diciendo la verdad?

—Frank ya nos dio una pista, y no creo que esté mintiendo. Él estaba siendo sincero, además de asustado y desesperado. Si hay una mínima posibilidad de ayudar a su hermano, no lo desaprovechará. Así que, sí, confío en mi instinto, —afirma ella. Sigue siendo igual perspicaz que cuando la conocí y éramos un equipo.

Maldición.

¿Cómo puede ser tan sensual cuando saca su lado perfilador?

—Es un gran terreno por cubrir, —menciona Collins.

—Por no mencionar peligroso.

Enarco una ceja ante la falta de confianza del Fiscal Idiota en las capacidades de su chica.

Puedo darme cuenta de que no la conoce lo suficiente, ni la ha visto realmente en acción, si lo hiciera, sabría que la agente Elizabeth Miller podría patearle el trasero a cinco o más tipos como yo en una sola ronda. Yo soy testigo de ello.

Una sensación extraña pero a la vez familiar me embarga al observar la escena. Qué amargo se siente en el alma con la sola idea de saber que quien decía amarme ahora está con otra persona. Aprieto mi mandíbula, él la observa como si temiera perderla.

—No quiero que vayas sola, —susurra, y gracias al espacio reducido de la sala de control, puedo escuchar.

—No voy a ir sola, —le asegura.

—Iré contigo.

—Por supuesto que no. —Los dos tórtolos voltean hacia mí, pero me enfoco en el Fiscal Idiota—. A menos que sepas usar un arma, lo cual dudo, de hecho, dudo que siquiera puedas usar una pistola de juguete, solo serías un estorbo allá afuera.

—Lo que el agente Rogers quiere decir, —empieza Dmitri—, es que la agente Miller irá acompañada de un equipo especializado en situaciones de riesgo. Es por ello que mi equipo ya se está preparando junto a las unidades caninas, —informa guardando su celular dentro de la chaqueta.

—Fiscal Linford, entiendo su posición con respecto a la agente Miller, pero no puede exponerse sin necesidad. Aún no tenemos confirmado que sea una escena del crimen, y por su bienestar y el de la investigación, debe permanecer en un área segura. Confío en que la agente Miller, junto a estos dos caballeros, —Collins nos señala a Dmitri y a mí, pero con una advertencia palpable cuando me mira—, y el resto de la caballería sabrán manejar con profesionalismo esta situación.

—En realidad, iré solo con Hopkins, Rogers...

Pestañeo un par de veces antes de soltar una carcajada. —No lo habrás dicho en serio, Miller.

Rueda los ojos. —Te lo dije hace un momento y te lo repetiré por última vez: Debes quedarte. Necesito que alguien se mantenga en el fuerte junto a Zambrano y envíe forenses si lo necesito.

Operación Rescate [Operaciones Especiales #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora