Capítulo 9

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Nuevas Pistas

Narra Liz

Cuando conocí a Matt parecía un hombre frío. Su mirada analítica me intimidó aquella primera vez que lo vi al entrar a su oficina de Agente Supervisor en Portland para reportarme a mi primer día de trabajo. A medida que fui conociéndolo, me di cuenta que era solo su faceta como agente federal, su lealtad para su equipo predominaba, fuera de ello, era alguien relajado, disfrutaba tanto la calma de un amanecer con una taza de café en la mano, al igual que ir a un club a beber y bailar. Aun así, era mucho más sorprendente verlo interactuar con aquellos a los consideraba su familia. Dmitri, George y Alice Brown. Eran pocas las personas allegadas a él, pero su amor por ellos era inmensurable.

Pocas veces lo vi temeroso. A veces pensaba que era una máquina sin la capacidad de sentir algo. Cuando enfrentaba a criminales peligrosos parecía que lo disfrutaba. Pero ahora, verlo con su mano apretando esa pequeña ganzua, sin atreverse a hacer ni un solo movimiento, me recuerda a ese Matt por el que alguna vez sentí algo.

No puedo evitar colocar mi mano sobre la suya y darle un ligero apretón. Su mirada sube encontrándose con la mía. La expresión temerosa en sus ojos se apacigua, pero no se va del todo. Asiente en respuesta cuando yo lo hago.

Él y yo llegamos a conocernos a un nivel en el que no necesitábamos palabras para decirnos algún mensaje. Y él conoce el mío. Yo estoy aquí, somos un equipo y haremos esto juntos. No sé exactamente por qué lo hago, no debería, quizás tiene que ver con los recuerdos del pasado volviendo a mi cabeza , ese en el que compartimos juntos, donde éramos el equipo dinamita de Portland, él y yo contra el crimen, cuando no importaba nada más que cubrirnos las espaldas hasta que él decidió dañarlo todo.

La cajuela se abre por fin. Y las dudas son disipadas. Está vacío. Matt suelta el aire y pasa sus manos envueltas en guantes blancos de látex por su cabello. Soltando todo el aire, y volviendo a respirar. Dmitri se acerca y palmea la espalda de su amigo. Pero su mirada se enfoca en mi sonriendo en agradecimiento.

—De acuerdo, Frank no nos mintió, —menciono mirando a Matt, al igual que él voltea a verme.

Asiente. —Eso nos deja... —Se detiene abruptamente cuando escuchamos lo que parece una rama siendo pisada. Todos los agentes se detienen y Matt, con expresión letal, inmediatamente saca su arma de su estuche apuntando en dirección de donde proviene el ruido. Al igual que otros agentes lo imitan, hago lo mismo.

Dos agentes sueltan a los perros que ellos controlan y ambos salen corriendo mientras ladran. No van lejos, solo unos metros de distancia, detrás de un árbol. El grito de un hombre rogando que los animales se alejen se escucha mientras Matt, junto a todos nosotros nos dirigimos hacia allí.

Los perros ladran furiosamente, uno a cada lado detrás del grueso y viejo árbol.

—Manos a la cabeza, —ordena un enérgico Matt sin bajar su arma.

—Solo quítenmelos de encima, —ruega un hombre con temor, con su espalda apoyada contra el árbol y la mirada enfocada en ambos perros que están en posición defensiva, listos para atacar.

—Rocco, Spike, abajo, —ordena Dmitri y ambos animales se sientan enseguida.

Aquel hombre parece ser consciente de nuestra presencia cuando por fin alza la mirada al igual que sus manos. Una sostiene una cámara filmadora.

Matt se acerca al hombre, pasando en medio de los caninos, y obliga al desconocido a dar la vuelta y arrimarlo contra el árbol, con una mano mientras la otra sostiene su glock.

—Esta es un área restringida, identifícate. —Habla a la vez que le quita rápidamente la filmadora y se la lanza a Dmitri, quien lo agarra al vuelo.

Operación Rescate [Operaciones Especiales #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora