Capítulo 37

66 6 13
                                    

Secuelas

Narra Liz

—Allison, ¿lo encontraste?

No, su celular aún no emite ninguna señal y su auto ha permanecido en el estacionamiento del Buro todo este tiempo.

Paso mis manos por mi cabello y cierro la llamada con mi amiga. A Dmitri también lo llamé y no contesta. Tampoco puedo rastrearlo. Ya son varias horas desde que dejó el hospital y en el instante que dejó el estacionamiento, apagó su celular.

—Elizabeth, Rogers es un adulto que sabe cuidar de sí mismo, ¿quieres, por favor, recostarse y descansar? —Pide mi novio con un dejo de cansancio. Está sentado en el sofá, con una computadora portátil en su regazo.

Enarco una ceja.

—¿En serio me estás pidiendo eso cuando se supone que estás aquí para cuidarme pero en su lugar estás en ese estúpido aparato?

Despega la mirada del monitor y la enfoca en mí, luciendo confundido. —Cariño, te dije que tenía que enviarle un documento importante al Fiscal Lennon. Pero ya está.

Cierra la laptop y camina hacía mí, pero yo solo me alejo.

—Elizabeth, no me está agradando que te preocupes tanto por él.

—¿Cuándo sí te ha agradado? —reviro.

Sé que me estoy desquitando con él, pero siento una angustia en el pecho por no saber de Matt. No temo lo que pueda pasarle, sino lo que pueda hacer cuando sepa la verdad.

¿En dónde rayos está?

Llevo de nuevo mi teléfono al oído, marcando a la vez el número de mi amiga, sin embargo me detengo de hacerlo porque el doctor entra.

—Agente Miller, parece que está lista para irse.

—¿Ya tiene mi orden de salida? —Pregunto ignorando su comentario. Asiente y me lo entrega.

Apenas Matt se había ido, le pedí amablemente que me diera de alta, lo que se traduce a una amenaza de detención por irrupción en una investigación federal al impedirme salir del hospital. Estoy segura que no se creyó nada, pero accedió, después de unas horas, en firmar mi salida ya que no había presentado ninguna señal que me impidiera salir.

De camino al estacionamiento, casi dejando a Ryan atrás, y siendo seguida por mi custodio, mi teléfono suena.

—Allison, ¿qué tienes para mí?

Buenas noticias, ya localizamos a Rogers.

—¿En dónde está?

De hecho, está justo en el hospital.

Salgo apresurada al estacionamiento, y lo veo bajando de un auto el cual no reconozco.

¿Liz?

Guardo mi celular en el bolsillo trasero del pantalón. Algo en su semblante no me gusta. Me mira con frialdad. Él avanza hacia mí, así como yo lo hago hacia él.

—¿Dónde rayos has estado?

Entonces reparo completamente en él. Su camisa está manchada de marrón rojizo. ¿Eso es sangre? Pero él está intacto. ¿Qué pasó? Llega a mi olfato el olor a alcohol.

—¿Has estado bebiendo? ¿Qué te pasó? ¿Por qué tu camisa está cubierta de sangre? —suelto las preguntas de manera apresurada y preocupada.

—¿Ahora sí te preocupas por mí?

—¿De qué rayos hablas? Claro que me preocupo por ti, idiota.

Agacha la cabeza pero su cuerpo se sacude en una risa.

Operación Rescate [Operaciones Especiales #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora