05

3.5K 452 78
                                    

Izuku no pudo asimilar el haber sido descubierto, por suerte Katsuki hace tiempo no se aparecía por la biblioteca y eso le dejaba un peso menos de encima, aunque la idea de verlo entrar por esa puerta en cualquier momento no lo dejaba en paz.

No podría verlo a la cara después de ver ese lado suyo, verlo en esa mínima cantidad de ropa sobre su cuerpo mientras de día trabajaba como bibliotecario y todos lo creían como el chico más amable y inocente que han conocido, si supieran que baila en un tubo todas las noches a desconocidos por algo de dinero no pensarían igual.

Suspiró, realmente se sentía algo inquieto, nadie sabía su pequeño secreto más que su mejor amigo Todoroki, el y su novio en realidad, no podía quejarse por ello, su secreto había sido confiado sólo al chico de cabello bicolor, pero la relación con su novio implicaba contarse muchas cosas, aunque realmente no le molesto en lo absoluto.

Inasa era de su completa confianza en realidad, no tenía nada de que preocuparse, pero por dios nunca se había esperado ver a Katsuki en ese lugar, se veía que era bastante reservado y poco amigable por su forma de actuar la primera vez que lo vio.

Habían pasado varios días y no había visto a Katsuki pararse por ahí, se había resignado a que no volvería a verlo en la biblioteca de nuevo, y eso realmente le aliviaba, no sabía que podría decir o que excusa usar para lo que vio esa noche.

Y como si Kamisama lo hubiera escuchado, la melena de cabellos rubios apareció por la puerta, con esa expresión relajada de siempre.

El pecoso desvió la mirada fingiendo ordenar unos libros en el carrito que Katsuki vio la primera vez.

El cenizo se acercó al mostrador y con total naturalidad habló.

- ¿Puedo pedir prestado un libro?

Izuku tembló mientras su rostro estaba rojo de la vergüenza y los nervios, con dificultad respondió.

- Buscalos y haré el registro para que te los lleves.

Seguido de eso el peliverde se fue de ahí empujando en carrito hasta las estanterías, con la excusa de que debía acomodar los libros en su lugar.

Pero no se quedó sólo en ningún momento, a cualquier sección que el fuera, Katsuki estaba ahí dando un vistazo disimuladamente, como si no lo estuviera siguiendo.

Estuvo así unos minutos hasta que ambos estaban en un pasillo vacío, esa tarde no había muchas personas en la biblioteca, lo que lo ponía nervioso.

- Oye Izuku.

Un escalofrío recorrió su espalda al escuchar su nombre ser pronunciado detrás de él.

Sintió una presencia al lado suyo, observó a Katsuki recargado en la estantería mientras lo observaba fijamente.

- ¿Porqué lo haces?

- ¿Hacer que?

- Lo que vi aquella noche, nadie imaginaria que el lindo chico de pecas de la biblioteca tenía ese lado tan sensual.

Izuku se puso nervioso mientras sostenía un libro, sintió sus manos temblar pero de inmediato tomó aire para tranquilizarse por completo y relajar su expresión.

- Katsuki lo que yo haga y no haga no tiene porque ser de tu incumbencia, lo hago porque me gusta simplemente.

El cenizo se alejó y tomó un libro cerca suyo, no planeaba preguntar alguna otra cosa más.

- ¿Y tú que hacías ahí?

Preguntó el peliverde con curiosidad.

- Unos amigos me obligaron a asistir, y se los agradezco ya que así puede conocer ese lado tan atrevido tuyo, bailas excelente.

PECAS (KATSUDEKU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora