PECAS (KATSUDEKU)

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Contenido sensible, si estos temas no son de tu agrado, dejar de leer por favor.

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Izuku reflexiona sus acciones, lo ha hecho a pesar de que juró no entrometerse más, se siente triste, decepcionado y un pésimo ser humano, Katsuki no merece a una persona como él. Siente su ansiedad y miedo crecer cuando tiene que partir del apartamento de Katsuki, le promete volver pero debe atender un asunto, Katsuki le cree y sólo le dice que tenga cuidado. Le ha insistido en acompañarle, porque no desea dejarlo solo, pero Izuku no acepta y le dice que solo irá a recoger unas cosas a su departamento y volverá, Katsuki se resigna a esperarle ahí. Pobre Izuku, si supiera que su novio corre peligro.

Izuku recorre las calles con miedo, siente una mirada sobre el, se siente ansioso, las ganas de correr son inminentes y la sensación de peligro se instala en su pecho.
Llega a su edificio y sube hasta su departamento, al abrir la puerta, una soledad abrumadora lo rodea, la oscuridad del pequeño espacio le asusta, no se siente en casa, se siente inseguro. Recorre la habitación, toma una mochila qué ha encontrado en el suelo, escoge unos cambios de ropa, cosas que puede necesitar, aún debe atender el asunto con Chisaki también, no quiere ir a ese lugar aún, siente que no podrá escapar jamás si vuelve a pisar ese local.

Se lleva consigo su mochila, sale del departamento y cierra la puerta con llave, debe hablar con su casera, necesita recuperar el deposito y sacar todas sus cosas de ahí, aunque no sea gran cosa.

Sale del edificio, recorre las calles, ha tardado tanto en ir a su casa que el cielo ha oscurecido y ahora la luna adorna magníficamente el cielo, una brisa fresca pega en su rostro y pronto empieza a sentir frío. Se detiene en un parque cercano, no hay personas ahí, si acaso un par de madres con sus hijos, se sienta en una de las bancas y suspira al sentir sus manos tocar el asiento de metal, está cansado, de maneras muy diferentes.

- Mamá, te extraño tanto, quiero abrazarte ahora mismo. No se que hacer ahora.

Izuku siente las lágrimas venir, observa el cielo con tristeza, siente la necesidad de que alguien le abrace y le reconforte, pero debe ser el calor de su madre, su pérdida aún le lastima como el primer día. Recordar todo lo que sacrificó para salvarla le lastima, porque tardó demasiado y no pudo lograrlo al final, está solo en ese mundo donde ese hombre con intenciones perversas quiere adueñarse de el sólo por haberse confiado demasiado. Katsuki lo adora, lo ama y el también, pero a pesar de haber aceptado ser su pareja en ese momento de debilidad, no se siente digno de ello, el cenizo es especial, tiene lindos sentimientos, no necesita a una persona sucia como el que ha sido tocado muchas veces y por hombres diferentes, se siente sucio y vulgar, sin valor alguno.

- Kacchan, lo siento.

Susurra para si mismo, y las lágrimas lo envuelven, siente sus mejillas empaparse y ese nudo en la garganta, quiere gritar y acabar con todo eso, pero aún no puede hacerlo, le prometió a su madre vivir y eso es lo que iba a hacer, necesita ser feliz por lo menos un poco. Siente su celular en el bolsillo de su pantalón vibrar, se limpia las lágrimas antes de sacarlo, es un mensaje, 3 de texto y junto a ellos una fotografía, un número que desconoce por completo.

Izuku suspira, no tiene ganas de leer nada, con resignación abre el chato, siente su sangre helarse al ver la fotografía, una frustración incontrolable lo invade, siente el temor en su pecho, no pueden hacerle nada a él, no está involucrado en nada.

Katsuki esta atado a una silla, amordazado y a juzgar por la mala iluminación tiene golpes en el rostro y sangre escurriendo desde su frente hasta su cuello.

"Tienes 30 minutos para venir"

" Si no lo haces, voy a cobrarme tu deuda con la vida de tu noviecito"