Capítulo 3: Aceleración.

28 7 0
                                    

En un laboratorio ADSU tres miembros de la corporación se encargaban de limpiar un desastre

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

En un laboratorio ADSU tres miembros de la corporación se encargaban de limpiar un desastre.

—Bien, con esto quedaría todo limpio. Ahora tendremos que trabajar arduamente porque hay mucho que reponer. —dijo Mirlotte Bernelle, una chica de cabello dividido en dos tonalidades de purpura, de baja estatura y gran calma mientras limpiaba el sudor de su frente. —¿Nos dirás que pasó? O adivinaré... ¿Likse y sus amigos vinieron a molestarte de nuevo?

—Si fue eso. —dijo Aful un pelirrojo rápidamente para terminar la conversación, seguido de esto en su mente se dijo. —No tengo recuerdos de casi nada de lo que paso anoche, pero de algo estoy seguro, Likse no estuvo aquí.

—Bueno luego buscaremos una solución para alejar a esos tipos. Por ahora tenemos que ir a ayudar a los investigadores del Sur, al parecer los militares de ayer fueron tan estúpidos por querer llegar más rápido a su destino terminaron causando daños al contenedor de Fertel. Ahora tendremos que encargarnos de buscar una forma de como revertir el daño en las personas que pudieron resultar dañadas. —dijo Mirlotte.

—Está bien ¿Tú irás Yev? —dijo Aful.

—Él tiene que ir si quiere seguir trabajando aquí y siendo lo suficientemente interesante para Anan. —dijo Mirlotte burlonamente.

—Yo.... ¡Yo no estoy aquí por eso! ¡Yo solo quiero ir a visitar otros lugares del mundo con ella... ¡No eso no era! ¡Lo que iba decir es que... —decía Yev el cual entre más erraba su cara se ponía cada vez más roja.

—No ya no digas más ya entendí que estaba equivocada, tú quieres irte al nuevo territorio con ella donde nadie los moleste ¿Verdad? ¿Quieres que te ayude preguntándole también si quiere...

Entonces Aful interrumpió con un afinamiento de garganta y lo voltearon a ver y luego se tallo los ojos y dijo:

—Me pican mi garganta y mis ojos más creo que me voy a resfriar. Así que necesitamos salir para arreglar ese asunto del abono y para conseguir un antídoto para que me sienta mejor.

Mirlotte y Yev se quedaron callados y atemorizados al momento de que recordaron que había una cámara vigilando cualquier movimiento sospechoso, pero repentinamente un tono de llamada rompió el silencio, era el teléfono de Aful, Mirlotte lo vio extrañamente.

—Maldición Parlie ¿Por qué ahora? —pensó Aful.

—Hey señor Aful el fin de semana habrá un festival en el centro de Feske, mi mamá cuidará a Berin... pero me preguntaba si claro tiene tiempo de acompañarme... —decía Parlie entusiasmada al principio, pero un poco nerviosa al final.

—Lo siento Parlie, sé que te esforzaste mucho por terminar tus encargos y poder tomarte ese día, pero a nosotros nos pidieron reparar un desastre en Siud...

—Comprendo... bueno otro día será. —dijo Parlie decepcionada y luego termino la llamada.

—Bien vamos. —Dijo Aful.

A Full BeingDonde viven las historias. Descúbrelo ahora