Cambio de emociones ( Melizabeth )

Miedo a perderte

— Entonces, ¿tu de verdad eres una emoción? — preguntó la albina al rubio.

— Si. . .de echo tu me creaste — ante este descubrimiento la albina se que quedó boquiabierta.

— ¿ok?, ¿que te gustaría hacer? — dijo ignorando el reciente descubrimiento.

— Tal vez, ir al castillo a hacer algo allí — respondió con simpleza.

— ¿no quieres ir al parque o al aire libre? — preguntó otra vez, pues con las emociones anteriores siempre salían al parque o al aire libre por lo menos.

— No, muchas personas, muchos ojos en ti — lo había olvidado, cuando su pequeño rubio se sentía celoso quería estar con ella a solas, que nadie los viera.

— Jaja, esta bien tu ganas, pero si vamos al castillo iré a dormir, ¿esta bien? — aclaró la albina, cosa que el rubio acertó con rapidez con su cabeza.

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Una suave brisa fría los envolvía en ese dulce olor que producía el cuarto de la albina, nada parecido a un cuarto de una princesa, la albina tenía una cama matrimonial, una pequeña mesita de noche a un lado. por parte de la decoración, estaban solo los dibujos de la albina. Dándole al cuarto de la albina un olor hogareño mezclado con el pigmento seco de algunas manchas de pinturas.

Por parte de los que se encontraban en el cuarto.

La princesa se encontraba profundamente dormida, su pecho bajaba lentamente sin ningún apuro ni preocupación en su mente, mientras que su pareja se encontraba admirándola peinaba sus largos pelos platinados como lo más suave, delicado y hermoso que jamás haya existido en el mundo entero, y como no admirarlo si era parte de una diosa, su diosa.

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— Entonces dices que tu hermano se comporta ¿extraño? —

— Si, bueno desde su adolescencia esta así, como que no quiere que me acerque a ningún hombre — explicó la albina.

— Creo que. . . El te quiere — oh pobre diablillo que no sabía expresar sus sentimientos con detalle.

— Bueno si, es mi hermano Mel — dijo la albina no entendiendo muy bien las palabras de aquel demonio.

— s-si, pero como quererte para ¿novia? — explicó el rubio, aun la dulce diosa le estaba enseñando más palabras que "sangre" "huesos" "Matar"  o cualquier otra cosa relacionada con la guerra.

— Mel. . .tal vez tengas razón. . .pero yo amo a alguien mas — reveló la albina rápidamente tapándose la boca, no quería que la descubriera, hoy no.

— ¿quien es? — al rubio le ardía el pecho por dentro como una ráfaga de aire helado, tan helado que lo quemaba.

— Bueno, yo amm. . . Olvídalo — dijo la albina — C-cuando quieres decir que quieres o alguien quiere a otra persona de forma para novios, se les dice "enamorados", en caso de que sea solo uno "enamorado", si te estás refiriendo a una chica es "enamorada" y si hablas de muchas es igual pero en plural — explicó al albina al rubio con paciencia, pues él todavía no se bia expresarse y estaba bien ella lo esperaría el tiempo necesario.

— Gracias — Fue lo único que puedo decir el rubio ante el dolor persistente en su pecho, nunca había sentido semejante apuñalamiento.

—. Ya empezó a oscurecer, es mejor que nos veamos mañana, nos vemos Mel — se despidió la albina del rubio, alzando sus alas y levantándose del suelo.

— Adiós — fue lo altivo que pudo decir con el dolor aún en su pecho, alzando igualmente sus alas y levantándose del suelo.

Esa fue la primera vez que sintió celos.

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Hace mucho no actualizaba este bello libro <3, pero bueno, ¿les gusto?

Sin más que decir, kaoru se va.