Cambio de emociones ( Melizabeth )

¿Porque tanto enojo? mi pequeño demonio.

Ya nisiquiera sabían que día era, solo querían que esto acabara. . .más el albino.

— Hoy a quien — dijo el castaño cansado.

— a mi me toca enojo — reveló la albina, a lo que todos la miraron con cara pena, pues la mayoría ya había lidiado con el. . .y digamos que no era agradable.

— Buena suerte, te recomiendo que te vayas con el. . .Ahora — casi grita la rubia.

— Bien. . .¡Meliodas rojo! — grito.

— ¡no me llamo Meliodas rojo por todo el infierno! — Respondió el demonio, por lo que la albina lo tomó de la mano y con la otra le pegó en la cabeza haciéndolo callar.

— Cállate!, por las diosas — ordenó — Bueno, ¡Adios! — fue lo último que dijo, con una sonrisa como si no hubiera pasado nada. . .lo que dejo desconcertados a los demás

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— sabes que yo no soy como esos sentimentales que te quieren mucho ¿no? —

— Lo se, pero si hablamos de que los otros son sentimentales. te tengo una mala noticia cariño. Todos ustedes son sentimientos por lo tanto, todos son sentimentales — contesto hostilmente.

— A donde me llevas —

— vamos a estirar las alas, ¿lo recuerdas? — comentó, sacando sus alas al aire, haciendo que el demonio imitara la acción.
Echo esto se impulsaron en el suelo y sonó un fuerte aleteo, que sirvió para que ambos dejaran el piso y se elevaran.

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Otra vez. . .otra vez ese sentimiento maldito que fue el primo que obtuvo al nacer. . .otra vez ese impulso por matar. Otra vez, otra maldita vez. Debía admitir que odiaba ese sentimiento pues le recordaba de donde venía, recordaba el daño que su padre le hizo a él y el daño que él le hizo a su pequeño hermano. . .ho Zeldris podría pedirte perdón cada hora, cada minuto o cada segundo y aun así no era suficiente para ser liberado de aquel pecado que cometió. Aun así no era suficiente, porque el no era suficiente, nunca lo fue. . .nunca pudo ahogar sus penas en alcohol porque le faltaba el alcohol y le sobraban las penas. Nunca pudo redimirse lo suficiente como para estar limpio, nunca tuvo sus manos limpias. Siempre tuvo sangre en ellas.

Siempre sintió enojo porque nadie lo dejaba tener alguna otra cosa. Su enojo se volvió en su personalidad completa, odiando a todos y todos odiando lo a él. . .se sentía horrible ser señalado como un monstruo por tu propia familia. Nunca pudo ser un niño, un adolescente y nisiquiera pudo ser una persona.

Pero todo cambia y el cambio, conoció a una diosa, una verdadera diosa, una justa, una que se preocupa por el prójimo, una que le quitó su armadura y lo descubrió para que él mismo descubría que era solamente una persona manipulada por alguien que no se atrevía a pelear, así que construyó un plan perfecto para que él no tuviera que hacer nada. Personificó su odio en personas, las programó para que fueran sus pequeños peones en un juego de ajedrez y el era el alfil. Se dio cuenta que ellos estaban jugando para ver quien ganaba. Claro sin salir del tablero. . .se dio cuenta y su ira aumentó, aumento y su pequeño alfil lo traicionó con otro alfil que se reveló ente el otro rey.

Se dio cuenta de que su odio hacia las diosas no estaba justificado, sin embargo el odio hacia los dos jugadores que se negaba moverse de su lugar si lo estaba.

Esa fue la primera vez que sintió el odio, odio verdadero.

𖣔

Bien poética la Kaoru xd, un dato "curioso" de mi es que Me gusta el ajedrez y de echo fui a un torneo de ajedrez (perdí) pero conocí a la mascota de la escuela que era un gato Montez ^3^. Lamentablemente falleció pero en fin.

me gusto mucho el echo de comparar el ajedrez con el odio y en cierta manera la guerra, puesto que el ajedrez de echo eso relata. Una guerra entre dos reino y pues me pareció bien una comparación ^3^, ¿ustedes que opinan?.

Sin más que decir, Kaoru se va.