Al fin, después de tanto tiempo, Chifuyu terminaría la preparatoria.
Las estaciones volaban, no parecían querer esperar a nada ni a nadie, y pronto, su graduación se acercaba, junto con el característico baile que se realizaba.
Y ahora mismo, estaba en una situación algo extraña, por su "conexión" con Baji, había tenido que acompañarlo a el y a su amigo a probarse trajes para el famoso baile.
No estaba incómodo, pero su relación con Ryusei era un tanto "extraña". No eran amigos, pero tampoco se llevaban horrible, tenían una rivalidad, más por parte de Matsuno, ya que el moreno solo lo veía como un objetivo más para molestar. Pero a fin de cuentas, no era para preocuparse.
—¿Qué tal se me ve este? — pregunto Baji, quien se miraba al gran espejo que estaba frente a él.
—Se te ve genial —, Chifuyu, como siempre tratando de halagar al azabache.
—Ese color no te va — por el otro lado, Ryusei no se guardaba nada, era sincero y sabía que era lo correcto, no quería que el contrario se viera mal aquel importante día.
Keisuke entro nuevamente al vestidor, para quitarse el traje que recién se había probado, preguntando desde adentro de este.
—¿Y que me dicen? ¿Alguien los ha invitado al baile? —
Chifuyu se quedó pensando, que el recordará, ninguna persona se lo había preguntado, ni siquiera indirectamente, así que solo se quedó callado, de alguna manera prediciendo la respuesta de Satō.
—Matsuha de la clase 1, Sakura de la clase 3 y una chica que no conozco, pero no acepte a ninguna —.
—Realmente eres popular ¿eh? — afirmó el azabache, saliendo del vestidor y bajando al primer piso de aquella tienda, donde se encontraban la mayoría de trajes, dejando a sus acompañantes solos.
—¿Por qué no te pruebas uno de los que Keisuke-kun dejo aquí? Créeme durará un rato allá abajo — cuestiono Ryusei, con su clásico tono de voz, Chifuyu se levantó inmediatamente de su lugar, ya que llevaba un rato pensando en eso, y el moreno le había dado la motivación para hacerlo.
Entro a un vestidor con el traje en mano y como esperaba, este le quedó un poco flojo para diferencia de altura y volumen que había entre el y Baji.
Salió del cubículo, para mirarse en el gran espejo, Ryusei se acercó a él con lentitud, susurrandole al oído.
—Ese color se te ve muy bien, pero tal vez necesites una talla más pequeña, no hace notar tu cintura —.
Las manos del moreno se pasaron desde el pecho del rubio, hasta llegar a su cintura, apretando ligeramente.
Chifuyu estaba en pánico, la voz del contrario había cambiado notoriamente, pasando de una juguetona a una seria en su totalidad, ronca y que con la cercanía se escuchaba aún más atractiva.
Su rostro se volvió rojo de un segundo para el otro, pero, para que Ryusei no se diera cuenta, tendría que hacerse el tonto.
Nosequeescribiperdon
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