—Chifuyu...¿Estás bien? —
—No —.
Las lágrimas se habían detenido, pero el rubio aún no alzaba el rostro, avergonzado por la situación anterior.
—¿Quieres hablar? —.
—No —.
Ambos se quedaron en silencio, aún abrazados, esperando que el contrario rompiera el incomodo silencio.
—¿Cómo sabes cuando alguien te gusta, Ryusei? —pregunto repentinamente el ojiazul, el moreno pensó la respuesta un momento.
—Pues debería de hacerte sentir seguro y cómodo, creo que eso es lo principal —guardo silencio un momento mientras pensaba como continuar su contestación, —también debería de parecerte atractivo —Chifuyu escuchaba atentamente lo que el contrario le decía. —Otra señal obvia es que te pongas nervioso, por así decirlo —.
—Ya veo —Matsuno suspiro, separándose del mayor. —Creo que me gusta alguien, muchas gracias, Ryusei —.
El rubio se fue de ahí, dejando al más alto solo y dirigiéndose a lo alto del edificio.
[...]
—¿Chifuyu? —.
—Baji-san, necesitamos hablar —el rubio hablo con firmeza, preparándose mentalmente.
—Claro, adelante —. El azabache le dio paso al menor a su apartamento, un poco confundido por su extraña forma de actuar.
—¿Por qué huiste? —en cuanto el ojiazul estaba dentro del apartamento solto la pregunta sin filtro alguno, Baji suspiro ante la cuestión de Matsuno que tarde o temprano sabía que haría.
—No lo sé, no tengo idea de que me pasó, yo nunca huyo —. Incluso el azabache estaba sorprendido por su propio comportamiento.
—No quiero que esto termine —soltó el rubio con un suspiro.
—¿A qué te refieres? —Pregunto el mayor, confundido ante la extraña afirmación de su amigo.
—A nuestra amistad, tal vez ambos cometimos un error al no detener el beso —miró inevitablemente el suelo, huyendo de el contacto visual con el contrario. —Te quiero demasiado, Baji-san, pero descubrí que me gusta alguien —.
El azabache miró el techo mientras suspiraba.
—Me gusta alguien, que por desgracia, no eres tú —.
¿Qué estaba pasando? No tenía idea, el corazón de Baji palpitaba a mil por hora, mientras sentía que su mandíbula se tensaba y su estómago jugaba en su contra, la respiración dejaba de ser constante y apretaba sus puños.
A pesar de esto, recupero su compostura por Chifuyu.
Independientemente de lo que sintiera, o lo que hubiera hecho con Matsuno, el era su amigo, y lo ayudaría a estar con el dichoso afortunado del amor del rubio.
—Esta bien, lo entiendo —, respondió, sorprendentemente calmado.
—¿Seguro? — ¿Qué mierda le pasaba a Chifuyu? Lo acababa de rechazar cruelmente y el aún se preocupaba.
—Si —suspiro, —ahora cuéntame, ¿es quien yo creo que es? —
[...]
buenas chavos, como dije volví después de casi medio año pero aquí andamos, ls vdd ando medio dormida pero entre a wattpad por casualidad y me dieron ganas de escribir así q termkne este cap q ya tenia una parte escrita, nos vemos al rato cuando se me hinchen los ovarios para volver a escribir (pueden ser 3 días, 7 meses o nunca)
