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Su cabeza dolía como el infierno, el punzante dolor no se detenía por mucho que sobará su sien, además que el sonido constante de su teléfono sonando no le permitía volver a dormir.
Solo con el dolor de su cabeza sabía que la noche anterior había sido buena.
Así que con toda la energía restante que tenía, tomó su celular, bastante sorprendido al notar tener dos llamadas perdidas de Keisuke, bastantes notificaciones de Instagram, y una bandeja de mensajes extremadamente llena.
Dio un pequeño salto cuando una llamada salió nuevamente de su teléfono, como esperaba, de Baji.
—Chifuyu, ¿dónde estás? — la voz del azabache sonaba de alguna manera, fastidiada.
—Ugh —el rubio soltó un quejido, su cabeza dolía demasiado —en mi casa, ¿por qué? —.
—¿Podrías venir a la mía? Tenemos un problema —, el más alto remarcó la última palabra, como si le quisiera dejar en claro que estaba en un gran conflicto.
—Ya voy —Chifuyu colgó la llamada inmediatamente, levantándose de su cama con dificultad y poniéndose una playera, solo para cubrir su pecho desnudo.
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Baji abrió la puerta en cuanto la escucho, dejando al rubio pasar a su habitación, inesperadamente, Ryusei también se encontraba ahí, sentado como la última vez que habían visitado esa habitación.
Keisuke cerró la puerta cuando el rubio paso y se sentó en el suelo.
—Ustedes dos están en problemas — afirmó el más alto.
—¿Uh? — ambos chicos dijeron al unísono, al mismo tiempo que se volteaban a ver —¿A que te refieres, Baji-san? — pregunto el rubio, algo desconcertado, aún con el punzante dolor de cabeza.
Keisuke suspiro mientras sacaba su celular del bolsillo, mostrándoles a ambos un video de la noche anterior, desafortunadamente, de ellos.
Parecía que alguien los había grabado mientras se besaban en la esquina de la habitación, podía verse claramente como Ryusei tenía acorralado al rubio y lo tomaba por la cintura, mientras este trataba de enredar su pierna en la cadera de Satō. Para la mala suerte de ambos, se podía ver claramente quienes eran.
El rostro de Matsuno se volvió rojo en cuanto comenzó el video y Ryusei realmente no parecía sorprendido.
—¿Me hiciste levantarme solo por esto? — pregunto el moreno. —No es la gran cosa, solo nos besamos mientras estábamos borrachos, apuesto a que no fuimos los únicos —. Afirmó, con seguridad.
—¿Siquiera revisaron sus teléfonos? — ambos sacaron sus celulares, revisando las notificaciones que recibieron.
"No conocía este lado de @mats.chfy", "creí que @keisklvskitties y @mats.chfy estaban saliendo", "tal vez lo estaban, pero dudo que sigan si ve a Matsuno besando a su mejor amigo", "¿@ryus.ei no tenía novia?", "¡Alguien vio a @ryus.ei y @mats.chfy irse juntos!".
Esto tenía que ser una broma, toda la escuela estaba hablando de ellos.
—No importa, nos graduamos la próxima semana, no creo volver a ver a esos idiotas en mi vida — Satō estaba demasiado relajado. —A mi no me afecta, no es la primera vez que toda la escuela habla sobre mi —, Ryusei se levanto, retirándose de la habitación, sin despedirse.
