Miré su mano, el anillo, volví a recordar cuando me dijo que me amaba por primera vez y cuando estaba tan nervioso por sus votos, recordé cuando nacieron los mellizos y todo era tan fresco en mi cabeza que me hizo soltar lágrimas.
-Estoy lista- susu...
No sabía nada de Joe y ya había pasado una semana, él simplemente ignoró mis llamadas, mensajes hasta cuando fui a buscarlo en su departamento. Sus redes decían que ahora se encontraba en Londres pero me quedó una sensación de vacío, decepción y amargura porque había roto toda ley de trabajo y por ahora no había marcha atrás.
Joseph también ha estado distante y está bien, lo hice pasar un momento incómodo cuando debí estar enfocada en él porque para eso me había contratado. Él no habló con mi padre, en eso estoy en deuda sino mi padre ya me hubiera llevado de vuelta a casa.
Hoy tenemos una cita en un hotel donde Joseph necesita mis servicios, su representante vino temprano mientras yo desayunaba a decirme la hora a la cual debia estar lista
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Baje a las 6:30 pm y ellos ya estaban en los autos, trate de vestirme entre lo elegante y casual porque no era un gran evento además tenía piscina. Joseph solo miro por la ventanilla todo el viaje en coche y yo estaba demasiado incomoda.
-Estas algo tensa, no crees?- dijo cortando el silencio que había
-No señor, estoy algo distraída- disimulé pero realmente quisiera que la tierra me tragara más aún cuando él jamás habló de lo que pasó esa noche
-crei que había Sido claro con respecto a cómo me llamas- ahora sí dió una mirada desinteresada a el lado del asiento dónde yo me encontraba
-Lo siento Joseph, es que aún no me acostumbro- le sonreí y él hizo una pequeña mueca
-Te castigaré si me vuelves a llamar señor- sentenció y yo no sabía que contestar
-Quizá llame a tu padre para decirle que tiene una hija que me hace sentir viejo- río cortando el silencio que dejé
-Nunca fue mi intención, tu estás bien así, digo, eres lindo y joven... Estás en la mejor etapa de tu vida- Hablé nerviosa.
-¿Lindo? - levantó una ceja
Dios, este hombre sabe cómo ponerme nerviosa con una simple charla.
-Sabes? Hoy tienes el día libre, yo tengo solo un trato que arreglar y por suerte si hablan inglés- me miró
-Entonces para que vine? -me acomodé en el asiento
-Porque cuando yo terminé mi trato, disfrutaremos el hotel y quizás una comida, la pileta... Te parece bien? -ahora se encontraba mirando su celular
-Emm, claro. Sería lindo- sonreí
Cuando llegamos Joseph se fue junto a uno de sus guardias y yo me quedé con el chófer, empezamos una charla muy entretenida con eso por lo menos pasaba el tiempo.
-Puedo decirte algo y que no te lo tomes a mal? - se rió Martin, así era su nombre
-Mmm, seguramente no sea algo bueno pero dime- le sonreí
-Hay demasiada tensión entre usted y el señor Quinn- soltó como si nada
-Que?- me tomó por sorpresa y la copa que estaba tomando se me cayó
-Oh no, lo siento yo... No quise incomodarla o decir algo malo- comenzó a ayudarme
-Tranquilo, solo no se que decir porque es mi Jefe- traté de levantar el vidrio y me terminé cortando
-Espereme, buscaré a la gente del hotel así me prestan un botiquín- sacó un pañuelo y me lo dió -ya vuelvo- dijo y se fue.
Pasaron algunos minutos, no mucho cuando Joseph se acercó y vio mi mano
-Que paso? Estás bien? Por qué no me llamaste? -dijo tomándome de la cintura y sentandome en una de las sillas que están a la par de la piscina
-No es nada, solo me distraje y rompí la copa descuentalo de mi pago -dije - entonces quise levantar el vidrio y me corté un poco, su chófer fue a buscar un botiquín y a gente de limpieza por los vidrios -lo miré
-Bien, me quedaré aquí contigo -se sentó a mi lado -me dejas ver? -tomó mi mano
-Claro, no es nada -saque el pañuelo
Él solo inspeccionó mi mano hasta que Martin volvió con el botiquín, Joseph fue el primero en empezar a curar la herida siendo suave conmigo. Se hizo cargo de la copa y de todo lo que había consumido entonces discutí un poco con él por esa razón, yo podría haber pagado mis cosas pero ya había ganado él. Nos quedamos un rato en el borde la piscina porque él un rato antes se había puesto el short de baño pero no se quitó la camisa. Teníamos metidos los pies en el agua.
-vamos, ya no estés enojada- desprendió su camisa
-Que es lo que haces?- rei
-El agua está deliciosa, la noche caliente y sabes? No hay nadie en aquí más que nosotros dos -sacó su camisa
Piensa en la biblia, piensa en la maldita biblia
-Que disfrutes tu baño - me quedé sentada
-yo creo que no, tú- me señala -vienes conmigo
-yo creo que estás loco, yo no sé nadar y tampoco estoy lista para meterme al agua - hice referencia a mi ropa
-Quitatela, nadie te mirará - se dió la vuelta dándome la espalda - vamos, te espero a que te quites el vestido
-Joseph - suspiré
-Por favor, no es mucho lo que pido solo pasarla bien - tomó una copa de vino sin darse la vuelta aún
Quería morir de vergüenza pero también quería divertirme así que lo hice, me quite la ropa y acomodé el traje de baño.
-Ya, te juro que si me dejas sola y me ahogo- lo miro -Te mataré
-Si te dejo sola podrás hacerme lo que tú quieras -tomó mi mano y me guío a las escaleras de la piscina
