EL PUEBLO PIDE...

9K 584 962
                                    

⚠️⚠️⚠️⚠️⚠️⚠️⚠️⚠️⚠️⚠️⚠️⚠️⚠️⚠️

-Aveces eres muy mala- me sobresalté al escucharlo

-Como te liberaste?- ví como no llevaba camisa, solo su pantalón

-Aún debes aprender- sonrió caminando a mi

-Tus muñecas están rojas- miré sus manos

-Mmm, así era tu palabra segura o no?- di unos pasos atrás y choque con la mesa

-Si, por qué?- él me cargo sentandome sobre ella -Joseph- susurré

-Mmm, solo recuerdala- acarició mi pierna y me estremecí

-Espera, los niños van a despertar- traté de sacar sus manos de mi

-Me aseguraré que no escuchen nada- tranquilizó

-Mmm espera- gemí un poco porque sus dedos se metían entre mis piernas

-No quieres?- se detuvo

-Si quiero pero en la habitación no sería más cómodo?- él sonrió

-Solo cállate, disfruta- asentí mientras corrió mis bragas y mentía dos de sus dedos en mi

-Auch- me quejé tratando de acostumbrarme

-Oh, ahora no puedes aguantar dos dedos?- se burló moviendolo brusco

-Jodete- gemí y aceleró

-Quiero que tengas en cuenta que vas a correrte mucho está noche- me besó mordiendo mis labios

Su beso era jodidamente salvaje, su mano no bajaba el ritmo y sentía como su polla presionaba la tela de su pantalón.
No duré mucho, daba golpes exactos y no me dejaba descansar.
Me sacó de la cocina, no se en que momento nos encontrabamos en la habitacion de nosotros. Sus manos no debajan de tocar mi piel, me recostó sobre la orilla de la cama y ahora estaba de rodillas.

-Que tenemos aquí? Eres una niña muy sucia o no?-. Acariciaba mis pliegues

-Cierra la boca- dió un golpe en mi intimidad y me quejé

-Por que eres tan atrevida con papi? Solo quiero complacerte- metió dos dedos -o quizás quieres un dedo más-

-No no, Joseph no- sonrió

-No será otro dedo pero si mi boca- sentía su respiración golpeando mi humedad

-Ah si, así por favor- su lengua hacia remolinos sobre mi punto sensible

-Me encanta comerte así- susurró y volvió a hacerlo

Sus dedos y lengua iban al mismo ritmo, sentía como la presión se hacía notar en mi zona baja.
Sonreía con satisfacción mirándome desde ahí, el color rojo estaba en mis mejillas y sus labios se encontraban mojados por mi humedad.

-Ou, estás apretando demasiado. La nena está cerca?- asentí frenéticamente y él se detuvo

-Vamos, por favor- sentía como el placer se desvanecía

-Te lo mereces?- limpió su boca

-Claro que si- me queje

-Bueno, tal vez esta vez te deje hacerlo- me dió vuelta

-Que harás ahora?- pregunté frustrada porque mi placer estaba siendo negado

-Saber hasta donde aguantas- besó mi espalda desnuda

Sus manos levantaron mi cintura dejándome en la posición de cuatro patas, su mano cayó con fuerza sobre mi nalga izquierda y mordí la almohada.
Su dedo ahora recorría mi columna y con otra desabrochaba su pantalón, me sentía expuesta de nuevo aunque ya me conocía de todas las maneras posibles.
Me estremecí al sentír como rozó su miembro en mi estrecho agujero, me hice mas adelante pero de nuevo su brazo me atrajo a él.

-Que pasa putita? Quiero que duela, como a mí me dolió la polla porque me dejaste con las ganas- mojó su miembro con un poco de saliva

-Te lo merecías- me quejé

-Tu también te mereces mi polla en cada agujero de tu cuerpo- entro poco a poco

-Esta doliendo, por que eres tan vulgar? gemí un poco

-Entonces, por qué estás gimiendo y no llorando?- se movió y arañé las sábanas

-Sigues más- lo reté y solo escuché su risa ronca

El único sonido era del choque de nuestros cuerpos, mis rodillas dolían y mi espalda no les cuento.
Tomó mi manos sosteniendolas atrás mientras yo luchaba con mantener el equilibrio, esto iba a doler mañana.
Su mano golpeaba con fuerza mis nalgas y era excitante ver cómo estaba loco por correrse en mi trasero.

Apretó mi cuerpo cuando su orgasmo llegó, deseaba usar la palabra clave porque duele por atrás pero no iba a interrumpir su orgasmo.
Salió de mi y tomó una toalla para limpiarnos, ahora era delicado y toda su vulgaridad desapreció.

-Me toca- sonreí incorporandome

-Por favor- sonrió acostándose

-Ahora serás el que súplica?- acaricié su pecho desnudo

-Tu serás la que monte mi polla para correrse- sonrió y besé su cuello

-Marcarás territorio?- jadeo un poco cuando baje mi mano a su miembro

-Por debería marcar territorio, si eres mío- lo mastrubé un poco

-Solo tuyo- lo acomodé en mi entrada

-Dilo de nuevo- me senté haciendo que todo su miembro estirará mi interior

-Soy tuyo- apretó mi pierna

-Por que me aprietas Joseph?- me moví sobre él

-Más rápido amor, por favor- tomé sus manos y las lleve a mis pechos

-Amm Joseph, que bien se siente lo duro que estás- gemí y sonrió perverso

-Tú eras un ángel- soltó uno de mis pechos y acarició mi labio llevando su dedo pulgar a mi interior

-Y tu me tragiste al infierno, ahora solo quiero...- él gimió por como apreté mi interior y me moví -Ahora solo quiero tenerte dentro todo el jodido día- salté un poco más rápido -Quiero correrme sobre ti y manchar tus jodidas sábanas-

-Y yo soy vulgar?- sonrió satisfecho mientras me ayudaba a moverme sobre él

Comenzó a ayudarme con sus caderas, se movía debajo de mi y acariciaba mi espalda

Mi orgasmo no era tan lejano, tenía toda su polla en mi interior, podía sentir cada una de sus venas marcandose en ella.
Apretaba cada vez más pero mis piernas no tenían la fuerza suficiente para hacerlo la más rápido.

Narra Joseph:

Sé lo cansada que está pero su cuerpo sobre el mío me genera muchísimo más placer, su pezones duros rozan mi pecho y su piel se eriza cada vez que la toco...
Sus sentones estaban enloqueciendome, iba a correrme en cualquier momento y la giré.
Ahora era yo él que llevaba el ritmo, de su boca salían puras maldiciones y eso me ponía más

-Cariño, te falta mucho?- pregunté

-No, no pares- negó mientras tenía sus uñas en mi espalda

-Como es que recibes tan bien mi polla en ti?- tomé su pierna y me moví más

-Dios Joseph, sigue ahí, así por favor- gemia descontroladamente

-Shh amor- tapé su boca y puse una de sus piernas en mi hombro

-Sé siente mejor?- ella asentía mientras sus ojos se blanqueaban por el placer

Toda mía....

Su cuerpo comenzó a temblar y el mío a tensarse, sentí como se humedecia todo el sector donde estábamos, me sentía orgulloso de eso.
Ella se separó de mi y me hizo acabar en su boca, eso sí no me lo esperaba.

SHE // Joe Quinn+18 (editando) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora