Epílogo

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*6 MESES DESPUÉS*

Lidia entra en la sala que le habían indicado. Lleva conectadas varias máquinas del hospital y le cuesta la vida moverse. La sala es grande, blanca, blanquísima, con espejos y decoraciones en varios tonos de blanco y beis. En el centro, un piano negro.

Avanza hacia él y se sienta en el banquito. Pasa los dedos por las teclas y una desordenada melodía comienza a sonar por la habitación. Suspira.

Antes todo era muy fácil, y no comprende cómo pudo llegar hasta allí. Pensaba que podría comerse el mundo, pero es el mundo quien la va a comer a ella. Aquel sueño de muchos era su peor temor: la vida. De un momento a otro se acabaría.

Y, ¿qué sería de ella? ¿La recordarían? Ella cree que no, pero se equivoca. Han luchado mucho por ella y la han subido hasta el cielo pero, cuando quitas algo que sujeta a otro algo, este algo se cae. Y es lo que le ha pasado a ella. Sin sus amigos, acabó estampándose de bruces contra el suelo.
Y su trastorno alimenticio se la llevará por delante. Aún recuerda la pelea. Otro suspiro. Queda tan lejos ya...

Sin darse cuenta, comienza a llorar. Se recuesta sobre el piano y llora más fuerte. Lo tenía todo: amigas, familia, pareja... y todo acabó con aquella discusión.

No se da cuenta que alguien se sienta a su lado. Ese alguien también está débil, pero por culpa de una depresión que fue a más y acabó con sus defensas y voluntades. Ese alguien, también espera a que su vida acabe. Ese alguien, también creyó alcanzar el cielo. Ese alguien, es Dani.

Le acaricia la espalda en señal de cariño. Ella, al reconocer su olor, se reincorpora y lo mira. Él empieza a llorar. En el piano, a manos de Dani, empieza a sonar River Flows In You. Ella se encuentra cansada y se recuesta sobre el hombro de Dani.

Dani:Te e echado de menos.

Lidia:Sí...

Dani:¿Cómo estás?

Lidia:Muy cansada.

Dani:Me lo han contado todo. No te preocupes, no tienes por qué hablar si no quieres.

Ambos lloran mientras la canción suena por la sala.

Lidia:Dani, creo que ya.

Dani: -llora más aún, pero lo disimula- ¿Ya?

Lidia asiente.

Dani:Cierra los ojos.

Lidia:Voy a estar sola.

Dani:Yo no tardaré, lo prometo.

A él le empieza a temblar el pulso, pero no impide que siga con la canción.

Lidia se incorpora mejor en Dani y cierra los ojos como él le había dicho. Casi al instante, cae ligeramente hacia delante, sin llegar a chocar contra el piano. Dani continúa tocando.

Se muestra sereno, ya no llora. Sus manos se desplazan por el piano acabando la canción. Cuando toca la última tecla suspira y, segundos después, pierde el equilibrio y cae hacia el piano, provocando un estruendo. Dani siempre cumple sus promesas, ésta no era la excepción.
FIN

Déjame ser tu puppeteerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora