✪Soy Una A S E S I N A ✪

° capitulo 18°

Guardo mi última prenda en mi última maleta.

Ha pasado una semana más desde que le dije a mi padre que me iría de su casa.

La bruja claramente se puso feliz, mi padre se negó a dejarme ir.

literalmente me encerró en mi habitación y cerró mis ventanas.

Solo me deja salir para ir a almorzar, y cuando Chris me viene a ver, lo pasa a mi habitación.

Dirán que estoy loca o algo así, pero le pedí de favor a mi bebé que me consiguiera pastillas para dormir.

no, a la bruja no se las daré, estoy segura que ella no dirá nada de que cosa escuchó.

Tengo las pastillas en mis manos.

Voy a ponerle dos a mi padre en la cena, después de cenar el se da un baño y después se pone a dormir.

Las pastillas hacen efecto media hora después de haberlas ingerido.

si mi padre se queda profundamente dormido podré romper la venta y no me escuchará.

Guardo mi maleta en el armario cuando escucho que mi padre mete la llave en mi habitación.

-Baja a cenar Hija.

-Si,ya voy.

Bajé con las dos pastillas en manos,  al llegar al comedor mi padre fué a la cocina, los platos ya estabas servidos.

Agregué ambas pastillas trituradas hasta hacerlas polvo en el vino de mi papá.

****

La cena fué la más tranquila, ellos dos hablaban como si yo no estuviera.

Ví que mi padre comenzaba a cabecear, las pastillas ya hicieron efecto.

Mi padre alcanzó a enviarme a mi habitación, apenas me encerró esperé a oir el sonido de su habitación siendo cerrada.

Cuando finalmente lo oí, lancé la grapadora contra la ventana, ésta se rompió.

Comencé a lanzar mis tres maletas y las demás... Con mi dinero y mis armas.

Al último salté yo, sentí algo de dolor en mi tobillo, por la ventana me miraba la bruja con una mirada neutra.

Sin expresión, guardé todas mis cosas en el auto, lo arranqué y me marché de ese lugar.

*Llamada*

-Bebé, voy a mi departamento, gracias por las pastillas.

-Después iré a verte mi Reyna.

-Ok, adiós.

*Fin*

Al día siguiente.....

-Es muy lindo esto no?

-Que cosa?

-Estar así, los dos, juntos, abrazados... Todo está en silencio... Es como si solo nosotros dos existieramos.

-Tienes razón, se siente mucha paz.

-Me gusta estar así contigo mi Reyna.

-A mi también, por cierto, mi papá no te preguntó nada ésta mañana?

-si, fué a mi casa, me dijo que si no sabía a dónde te pudiste haber ido.

-y que hay de la ventana?

-La cambiaron hoy, tu padre no dejó pasar mucho tiempo desde que se despertó, mínimo deberías decirle que estás bien.

-Le dejé una nota sobre mi cama, le dije que me iba y que estaría bien, que no se preocupara por mi y que fuera feliz con su nueva familia.