Capitulo Ⅷ

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Alessandra Joseph.

-Me siento una mariposa encerrada en mi propio jarrón. ¿Porque cuando era una oruga no me hablaron de que iban a encerrarme cuando fuese esa mariposa? - En aquella playa había mariposas, algunas diminutas, otras rotas, otras parecían perdidas o desorientadas.

-Existen pros y contras sobre esto de "Cambiar", te obligaron a crecer muy pronto que olvidaste gatear para correr tan pronto aun teniendo menos edad para hacerlo, fue muy valiente estar para mama cuando ella no lo hizo por ti después de tus sobrinas, pero talvez el tiempo nunca te haga cambiar de opinión sobre todo eso. Debes entender que no merecías tanto, pero ¿Alguna vez has pensado que hubiese pasado si esa mariposa le hubiesen advertido de lo que iba a pasar después de brotar tus alas grandes enfrente de ellos, de gente que quizás rompió sus propias alas por querer ser otra cosa y no volar por miedo?

-No puedo pensar sobre esto, me e dado cuenta que tan bajo estaba que necesitaba romperme las muñecas para sentir algo.

-Ahora lo único que puedes hacer es curar todas esas mariposas que tienes en tus muñecas. -Pauso. -Todos necesitamos huir de nosotros mismos Joseph.

-Siempre y cuando pueda volver, lo se. -Relamí mis labios. -Solo no quiero dañar a los demás por estar triste, que refugiarme en mi soledad no les afecte.- Pause.- Solo estoy aprendiendo a escucharme ¿Qué tan difícil puede ser para ellos entenderlo?

-Quizás no debas hacerlo para ellos lo entiendan, sino para ti.

-Suena egoísta, repugnante. -Pause. -Mama me lo a dicho siempre. -Pause. - Siempre me a recalcado que tengo que hacerlo por el bien de los demás y no por mí.

-Puedes hacerlo. -Sonrío. - Mama no siempre te dirá tantas cosas asi por que le harás entender que esta equivocada, que no siempre tienes que dar.

-Boris. -Mi voz sonó entre cortada. -Quiero mejorar para mí, aún tengo el pensamiento de querer desaparecer, pero me gustaría creer que puedo vivir aún. -Mis lagrimas empezaron a brotar. -No me importa que tan difícil pueda ser, que tanto me rompa mas durante el proceso.-Suspire cubriéndome las lágrimas.-Todo el mundo lo hace ¿Yo por qué no puedo?.

-Como te dije, todo esto es un proceso y no sabes cuanto esperaba este momento. Yo te ayudare a sanar.

-Boris. -Relamí mis labios. -Yo quiero lo relativo a eso, no le veo siquiera el sentido, pero mi cabeza da vueltas y vueltas al mismo pensamiento de siempre. -Pause. - Tengo esos pensamientos de querer huir, es algo que todos los dias me pasa por la cabeza y no me deja en paz.

- ¿Intentas hacer algo para hacerlos que se esfumen?

-Antes solo comía, demás para escuchar la comida crujiendo por mí, pero después terminaba revolviéndola en el sanitario, asi que preferí dormirme toda la mayoría del día, el resto de la noche con antidepresivos.

- ¿Y bien?

-Termine en el hospital tantas veces por lavado de estómago, cada semana libre era vivir el mismo infierno de aquella sala de hospital por no saber cómo salvarme.

- Mi niña. -Sus ojos se le cristalizaron.

- Solo pensaba en quitarme la vida para detener todo, que por primera vez dejara de sentirme una completa basura.

-No lo eres. -Pauso.-Por favor.

-Estoy cansada de muchas cosas Boris. -Pause. -Pero más de mi.-Mis lagrimas constantemente brotaban cada vez más.-La persona que yo mas necesitaba me enseño que no necesito a nadie.

- No siempre será asi.

-¿Cómo puedes estar tan segura de ello?.-La mire.

-Porque soy psicóloga y te leí la mente. -Intento hacerme sonreír como a los pequeños niños que atendía.

-No Boris, esto no es asi. -Me limpie las lágrimas.-No tienes idea de lo que esta pasando verdaderamente.-Corte.-Estoy cansada de vivir para "Sanar" desde siempre.-volví a cortar.-Seguir cuando no puedes más, esta que te hace diferente a los demás. A tener que ahogarte entre tus pensamientos para no llamar la atención.

-No siempre será asi, ten fe.

-Ha pasado una década.

-El amor y la fe te sacara de allí, te lo aseguro.

-El amor no puede curar una enfermedad mental mucho menos un vacío de hace una década.

-El amor y la fe te sacara de allí, te lo aseguro.

-El amor no puede curar una enfermedad mental mucho menos un vacío de hace una década. - Tome mis cosas y Sali pronto de aquel cubo donde empezaba sentirme sofocada.

En unas cuantas semanas estaría fuera de la universidad, podía solo distraerme en skate, en el trabajo de la biblioteca cercas de aquellas cafeterías. Quería dejar todo e irme lejos, pero no podía hacerlo siquiera.

Solo necesitaba frenar y respirar.

Cada noche al irme adormir, trato de cerrar los ojos para dejar de sentirme incomprendida, se queno soy difícil de querer, soy difícil descifrar, soy emocional, pero no loexpreso para no molestar, me siento invalida por no ser escuchada, tengo miedoa la mayoría de todo lo que me rodea, me resulta incómodo el contacto físico,al igual que una persiana que se burla de los demás sin siquiera ver lo que hayfrente a ese reflejo de cristal, no tolero escuchar como un hombre habla de unamujer que alguna vez amo. Yo siempre me saboteo a mi misma, me molesta la luz,pero quiero ser iluminada para no morir en la oscuridad, sin embargo las personasme han robado cada milímetro de brillo para marcharse pronto.

Pero aún seguía teniendo miedo. 

Y esta vez no habría que para ser salvada, mis ganas de vivir y de luchar se habían ido con el viento fuerte que solía haber en octubre.

-Nose si pueda ir mas lejos sin ti.-Murmure mirando el cielo, a donde quiera que iba el viento que resoplaba, estaba papa. Aun recuerdo que de camino a casa después de irlo a ver en su cumpleaños, en la radio decía que al morir nuestros cuerpos eran enterrados pero lo que quedaba de nosotros se transformaba en todos los estados de la tierra que tenia vida. En aquel aire, agua, tierra, fuego. Aunque yo siempre lo miraba en esos atardeceres increíbles, cada que abría un libro siempre estaba allí, en esas melodías en las que el solía vivirlas.

Quizás esa niña interior en la que tanto forcé a ser madura, necesitaba ser querida, sentirse visible para mama. Pero sin embargo eso no paso, esas tantas veces que pasaba escondida de tras de la cama para que nadie me viera llorando, para que mama no me dijera que me daría razones para llorar cuando yo ya tenía otras tantas. 

Estaba completamente decidida, de que no quería morir, esta vez no quería matar a todas mis mariposas, ni quería vivir noches enteras en un hospital.

Quería vivir.





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