Capitulo ⅩⅨ

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Alessandra Joseph. 

-El cielo es bonito.-La niña jugaba con las nubes de aquel cielo azul, encontrando alguna forma alguna,

-¿Sabes por que lo es?.-Sujete su mano mirándole sus pequeños ojos brillosos.-Allí está alguien.

-¿Quien?.-Hacía pequeños sus ojitos para poder ver que era.

-Papá.-Sonreí.- Papa esta en esos cielos coloridos.

-¿Por que esta allí y no aquí con su familia?

-¿Recuerdas la historia de el papa que fue a esa misión a la luna?.-Lamí mis labios.-El puede programar aquellos colores para darles señales de vida a su esposa, de que siempre esta allí para sus hijos.-Asintió con su cabeza sonriendo hacia el cielo, era demasiado pequeña para entender por que alguien que amas va a la luna solo.

En casa seguían las discusiones, estaba fastidiada de escucharlos, mama me hacia meterme, me llamaba cada que empezaban a alzarle la voz, no me metía, no tenia mente para meterme a pelear con gente como esa. No les importaba ni la hora en la cual empezaban a pelear. Cada vez mas quería ayudar a los niños a no escucharlos, a que no crecieran escuchando sus dichas estupideces de victimas. Al finalizar el día estuve meditando como hablarle a mama, como tratar de decirle lo que paso, no para que pelearan denuevo al siguiente día sino por que debía darle una explicación sobre el motivo de mis desapariciones.

-Mapa..-Llame a la puerta en pijama, tenía la almohada en mis manos para poder dormir con ella.

-Estoy escribiendo con tu hermana.-Apago el móvil dejándolo en el mueble para poder abrazarme. No respondí nada, siempre que iba a sus brazos estaba ocupada en el móvil hasta que interrumpí nuevamente.

-¿Mapa?.-Le mire su rostro, brillaba a la luz del móvil.- ¿Podemos hablar?

-Si quieres salir estaré bien, empiezo a acostumbrarme a que ya no quieras estar con tu madre.

-No quiero salir, solo quiero contarte algo.

-¿Tienes novio?

-Si, pero no viene al caso.- Me talle la cara, era increíble que fuera tan difícil hablar.- Vamos quiero contarte lo que paso ese día que desaparecí. Tu hijo antes de irnos ala escuela.. ham me dijo que era una mediocre solo por no terminar mi libro que recién me compre, que te iba a seguir decepcionando a ti y a el como siempre...

-¿Eso te dijo?

-¿De verdad te decepcione?.-Baje la mirada intentando no llorar.

-No eres nada de eso, tu sabes por que ese libro no lo habías terminado, eran muchas tareas del colegio, era estudiar para el examen, era trabajar y todavía ocuparte de el libro. Mientras tanto el no a echo nada de su vida, ocho años en depresión como si el hubiese sido la esposa a cargo de siete hijos. Tu eres muy inteligente, nadie habría sacado becas en los colegios, nadie habría que levantarse temprano e irse al colegio, nadie va al colegio y trabaja ala vez para pagarse sus libros o aquellas escapadas de casi un mes.-Beso mi frente acomodando mi cabello.- Que nadie nunca te haga dudar lo que eres, tu sabes que no lo eres, no eres si quiera un pelo igual a ellos a pesar de que son de la misma sangre.

-Talvez no soy suficiente para ti, ni para nadie por eso lo soy.

-No hables bobadas Alessandra, el único insuficiente es su cerebro por no tener suficiente oxígeno para pensar bien y no hablar estupideces a mi futura licenciada.-Beso nuevamente mi frente para poderme abrazar.

-Buenas noches mapa.-Me recosté en su pecho y perdí la noción de mi.

Al despertar por el ruido que estaban haciendo me había percatado que era tardísimo para salir al colegio, no me daba tiempo ni meterme ala ducha, mierda. Salí tan pronto de casa para ir al colegio en la skate, iba tan rápido que el idiota de Luis aquel chico delgado con una estatura grande color fantasma, siempre sonriendo, siempre saliendo de noche a las discotecas, no se movió del camino para hacerme tropezar en su camino.

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