Alessandra Joseph.
El amor no necesita doler para poder ser real, no necesita de verdad ser soltado para saber si de verdad fue amor, siquiera necesita ser buscado sino llegar de improviso y salvarte. Podía sentirme vacía, pero él era tanto y yo sentía tanto más por el sin que lo supiese.
Las estrellas a distancia suelen mirarse menos brillosas de lo que realmente son en el universo, aquellos versos que suelen inspirar la luna por las noches llenas de insomnio.
-Mama llamo a la puerta con una grande sonrisa.-¿Hoy saldrás?
-Me quedare en camita. -Me estiré en la cama mientras escondía mi blog entre las sábanas, ambas empezamos a sonreír. - ¿Vienes?
-Voy a salir. -Entró a la pieza y se quedó mirando la foto de papa cercas de mi cama. -¿Me acompañas?.- Se sentó junto a mi lado aun con la mirada en la fotografía.- Dehecho, te hice tus hot cakes.-Sonrío.
-Mami.-Me levanté de golpe de la cama, oli sus deliciosos hot cakes y junto con el vaso de licuado de fresa helado que sabía que amaba tanto.-Gracias mami.-Bese sus mejillas.-Ya me termino esto y salimos pronto ¿Si?.-Mama asintió con la cabeza y sonreía al verme comer.
Hacia tanto no me miraba comer, siquiera se convencía de que comía algo, la tenia engañada con ese tema pero sabia bien claro que mentía para no preocuparla como casi siempre.
-Ale.-Mama masculló.- ¿Eres feliz?.-Permanecí disociando su pregunta.-¿Ale?.
-¿A dónde vamos?.-Hable de golpe.-Ya me canse.-Sonreí.
-A penas vamos en la esquina Ale. -Sonrío.
-Por eso.-Le tome del antebrazo.
- ¿Por qué evades la mayoría de preguntas?.-Voltee a mirarla pero aun asi no sabía que responder.-¿Ale?
-No lo se. – Realmente sabia todo, pasaba noches enteras tratando de entenderlo, pero aun asi quedaba en blanco para el amanecer. - Me hace falta ir denuevo al mar.-Sonreí.
-Y beber una limonada. -Mama continuo.
-Necesito que me trague la tierra y me escupa en el mar. -Le tomé su antebrazo, mama solo se limitó a sonreír.
-Eres mi pequeña. -Me abrazo mientras esperábamos a que la gente avanzara enfrente de nosotras. -Le diré a Joss que te cuelgue y después te jale en el pasa manos. -Me acomodo el cabello con cuidado. -Aunque sea para que crezcas un poco. -Carcajeo.
-¿Y si mejor solo me deja colgada?.-Pregunte y pude notar como se le borró la sonrisa en segundos. - ¿Podemos hacer palomitas esta noche?
-Que graciosa. -Me soltó.
-De acuerdo. -Sonreí y saqué el móvil.
-¿Es Joss?
-No.-Intentaba escribirle a Axel pero no tenía siquiera el valor suficiente para hacerlo.-Solo miraba la hora.-Mustie mientras lo guardaba.
-¿Y qué hora es?.-Me quede paralizada, así que nuevamente lo saque.
-Veinte.-Murmuré, ella sacó el móvil y si faltaban veinte minutos para las doce del día.-¿Te cae bien Joss?.-Cuestione intentando no dejarla pensar en otra pregunta que posiblemente disociaría.
-Se la pasa contigo. -Me miro.-Me gusta cuando prepara café por las tardes.-Sonrío.- Aunque a ti te guste el y no el café me agrada.-Me tomó entre sus brazos denuevo.-Solo no quiero que te descuides.
-Mapa. -Murmure. -Eso no va a pasar. -De alguna manera tan extraña pensaba justo lo mismo, me aterraba pensar que podría perderme un día en sus cabellos cafés y muriera en el intento de salvarme.
-Esta bien.-Me beso la frente.
Al salir del vagón en el que habíamos abordado, mire todo el exterior, parecía grande, lleno de gente viva que pasaba caminando con un café en sus manos junto con un libro.
-Pensé que te iba a gustar.-Sonrío.
-¿A qué venimos?.
-Ya verás.-Me tomo de la mano y entramos a una librería grande en medio de la ciudad.-Dios.-Me quede con la boca abierta y mama intentaba jalarme para empezar a caminar.
-¿Podemos mirar?.-Tome su mano y empecé a saltar, ella solo se rio y asintió con la cabeza.
-Me recuerdas tanto a papa.-Me paso el mechón de cabello atrás de mi oreja.
-Justo lo que menos has de querer mas has de tener.-Carcajee mientras metia unos cuantos libros al canasto.
-Me gusta.-Sonrío.- Me gusta que hayas tomado los libros como tu personalidad.-¿De verdad?.-Mustie mientras ella leía un libro que estaba a su lado.
-Juliet y yo estábamos hablando.-Pauso mientras dejaba el libro.- Como es posible que tu vida halla seguido y la de tus hermanos sigan en la misma.-Pauso.-A ti te hizo falta tu papa desde muy temprano y en ningún momento te e visto mal.-Voltee hacia otro lugar y solo me rei.-Eres demasiado fuerte para seguir después de el.
-Recordé que ya tengo estos libros ¿Nos vamos?.
-No los tienes.-Me tomo de la mano y me mantuvo su mirada.
-Los tengo, de verdad.-Pause.-Vamonos.
No me gustaba tocar el tema de papa, siquiera el como pude vivir tan fácil sin el. Normalmente me gustaba no saber lo que pasaba con ellos o descifrar quien siguió con su vida sin matarse.
Claramente yo hubiera ganado si habláramos de quien quería morir primero por como pintaba su vida.
-¿Pasa algo?.
-Nada.
-¿Que tienes?
-Hace calor.-Mustie.
-Bastante.-Sonrio.-¿Quieres beber algo mientras estamos aqui?.-Asentí con la cabeza, claramente mama no tenia la culpa de nada, es normal halar de papa y como la vida te presta mas tiempo para seguir y no quedarte en la negación de haber perdido a alguien que en su momento jamas valoraste. - ¿Te gusta la universidad?.-Asentí con la cabeza mientras bebía una limonada.-¿Si aprendes?.
-La escuela no hace el alumno.-Mire hacia la fuente, era un lugar increíble donde poder dejar de pensar y hacerlo maravilloso mientras tenia a mama junto a mi.
-Tienes razon, pero ¿Te gusta?
-No me quejaria si los exámenes fueran tipo gastronomía.-Sonreí.- ¿Que lleva el pozole? Chile, zanahoria o ¿Maíz?.-Carcajee mientras ella se quedo pensando en esa pregunta.
-El pozole no lleva zanahoria.-Comenzó a reír.
-Vez, es fácil.-Volví a beber de mi limonada.- Pero no estaría mal ir ala playita.-Me recoste en su hombro.-¿No quieres hacer feliz a una niña inestable que quiere dormir en la arena?
-Sabes que si.-Me abrazo.-¿Pasando los exámenes vamos o antes?
-¿De verdad?.-Me levante de golpe, Mama asintió con la cabeza y sonrío.- No es necesaria mapa, sabes que es jugando.
-No me molestaria que nos fuéramos solo las dos.- Pauso.- ¿Te gustaría?.
-Me encantaria.-Me le avente hacia ella y le bese sus mejillas suaves.- Eres la mejor mama del mundo ¿Te lo e dicho?
-Se que si.-Sonrio.
-Que graciosa.
-Te ira bien en los exámenes, ya veras.-Me abrazo.-Estoy orgullosa de ti.- Todas las noches esperaba esa frase que ahora desde que la escuche senti la necesidad de querer llorar, de querer estar entre sus brazos y hacerme pequeña para que me lo digiera miles de veces.
-Te Amo.-Sonreí y le bese nuevamente sus mejillas. A pesar de todo mama siempre estaba allí, era algo en el cual no podría quejarme de un dia mal o bueno.
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STAY ALIVE.
Teen Fiction¿Has añorado con lugares donde el hombre nunca a pisado por solo sentirse el problema de toda su familia? un sitio donde ninguna mujer haya sonreído o llorado, para vivir con alguna divinidad y deseo de no sentir dolor denuevo, de no sentir que sob...