Arthur: ¿Podrías al menos decirme a dónde nos dirigimos?
Ydrum: ¿Para qué quieres saberlo? No cambiará nada.
Ydrum y Arthur llevaban desde la mañana caminando, cosa que no parecía contentar mucho al pelirrojo. Hacía poco que habían atravesado una cordillera montañosa, y ahora se encontraban en una amplia planicie rodeada por las montañas en todas direcciones.
Ydrum: Aquí estará bien.
Ydrum arrojó lejos la bolsa que cargaba y recogió su cabello en una cola antes de adoptar una postura combativa.
Ydrum: Luchemos.
Arthur: Espera, ¿qué?
CAPÍTULO 13: Presagio.
Cuando Arthur reaccionó ya tenía el puño de Ydrum incrustado en la cara y cayó de espaldas sobre el suelo.
Arthur: ¿¡Qué demonios haces!? ¿Esta es tu idea para fortalecerme?
Ydrum: Mira a tu alrededor antes de criticar mis métodos.
El chico miró al cielo y lo notó; el sol, el cielo y todo en general se había tornado de color gris. Era la misma técnica que había usado Dethas.
Arthur: ¿Cómo hiciste eso?
Ydrum: No preguntes, concéntrate en pelear. Explotaremos tu máximo potencial y de paso lo romperemos. Pasaremos a la siguiente fase cuando seas capaz de tocarme, o en su defecto, cuando seas capaz de transformarte totalmente.
Arthur: ¿Solo debo tocarte? ¿Estás seguro?
Ydrum: Totalmente. ¡Ven!
El cuerpo de Arthur se cubrió de escamas y cargó contra Ydrum. Con sus afiladas garras apuntó a su cuello y…
Ydrum: Demasiado lento.
Ydrum desapareció como un espejismo y reapareció detrás suyo, giró sobré sí mismo y dio una potente patada giratoria que impactó de lleno en la espalda de Arthur. La potencia del golpe se vió disminuida por las escamas negras, aún así fue lo bastante fuerte como para romper algunas capas de estas.
Ydrum: ¿Qué sucede? Empiezo a creer que solo tuviste suerte contra Dethas.
Recordando la explicación de Ydrum, Arthur creó con ambas manos una gigantesca esfera oscura que arrojó contra su oponente, este simplemente la desvió con un manotazo.
Arthur: ¿Qué?
Ydrum: Sí que eres tonto, atacarme con el elemento que dominaba. Conozco todas las debilidades de la antimateria, y parece que apenas entiendes como funciona, así no llegarás a ningún lado.
Arthur: Tch. Comprendo, entonces tendré que utilizar mi magia.
Arthur pegó un pisotón que hizo aparecer una serie de gigantescas púas metálicas debajo de Ydrum. El antiguo Guardián saltó evitando el peligro, momento que Arthur aprovechó. Colocó su mano en el suelo y un pilar de roca apareció debajo suyo para impulsarlo por el aire, extendió su brazo hacia Ydrum…
Arthur: Ahora sí, no tienes escapatoria.
O eso creyó, el pelinegro roseó un extraño líquido hacia los ojos de Arthur, este último al cubrirse con el brazo esparció la sustancia por su cuerpo. Acto seguido, Ydrum chasqueó los dedos y Arthur comenzó a arder en llamas.
Ydrum: Eres muy fácil de leer Arthur. ¿Arthur?
Las llamas se extinguieron con un colosal rugido. Nuevamente habían hecho acto de presencia los cuatro cuernos inclinados hacia atrás en la cabeza del pelirrojo, además de sus alas y esas raras marcas rojas similares a venas que atravesaban su cuerpo a través de las escamas.
ESTÁS LEYENDO
The Last Guardian
FantasyEn Ashmont, un mundo en el que la magia y las criaturas fantásticas forman parte del sentido común, los demonios buscan imponer su dominio sobre las razas que dominan la superficie. Los Guardianes, antiguas bestias de inigualable poder, son lo único...