The Last Guardian

Especial #1: El cumpleaños de Elisha.

PUNTO DE VISTA DE DORIAN FORDEN:

Todos: ¡Feliz cumpleaños Elisha!

La expresión de felicidad en el rostro de mi hija era lo mejor que podía haber deseado, me alegra que le haya gustado nuestra sorpresa.

Meriel: Venga cariño, pide un deseo y sopla las velas.

Hoy mi hija mayor Elisha cumple 13 años, no puedo ignorar el hecho de que está creciendo y tarde o temprano acabará convirtiéndose en una mujer hermosa al igual que su madre, pero para mí siempre será mi pequeña.

Elros: Vamos mamá, date prisa y sirve el pastel.

Gwenn: ¡Pastel!

Meriel: Cálmense los dos, primero le toca a su hermana que es la cumpleañera.

Mi esposa dividió el pastel en rebanadas y las sirvió entre todos. Pequeños e insignificantes momentos como este son los que me vuelven feliz y hacen que nunca me arrepienta de haberme vuelto padre, es un sentimiento gratificante que no puedo describir con palabras. En cuanto terminó de comer su rebanada de pastel vi a Elisha acercarse.

Elisha: Papá, iré a llevarles una rebanada de pastel a Arthur y su madre, también algunos panecillos de la tienda.

Miré por la ventana, ya había atardecido. Pensé en cerrar la panadería pero Meriel insistió en que cerráramos en la noche. No me gustó mucho la idea, Greenway es un pueblo tranquilo y no suele suceder nada importante, pero cuando fuiste aventurero durante más de 10 años no puedes evitar ser precavido.

Dorian:¿No puede esperar a mañana? Anochecerá dentro de muy poco.

Elisha: Por favor papá, ya no soy una niña, acabo de cumplir 13. ¿Cuándo dejarás de tratarme como una niña?

Dorian: Cuando tengas la misma edad que tu madre.

Elisha: ¿¡Eh!? ¡Seré una anciana!

Meriel: ¿Escuché mal o alguien me dijo vieja?

Dorian: Está bien, ve pero no tardes, no te entretengas en el camino y lo más importante, no hables con extraños.

Elisha: ¡Ya te dije que no soy una niña!

Escuché la puerta cerrarse y vi a Elisha alejarse por de la ventana. Digan que soy un padre sobreprotector, no me importa. Parece que a los niños el pastel les pasó factura y los llevamos a la cama pues se estaban quedando dormidos.

Meriel: Ha sido un largo día.

Dorian: Pero aún no termina, deberíamos tomar algo de tiempo para nosotros también.

Meriel: Espera, ¿y si Elisha llega y nos ve?

Dorian: Bueno, tienes razón.

Me disponía a besar a mi esposa, sin embargo y de repente la casa quedó completamente a oscuras, una oscuridad tan turbia y penumbrosa que las luces de la casa apenas nos alumbraban.

Meriel: ¿Qué está sucediendo? ¿Será un eclipse?

Dorian: No me lo parece.

Unos fuertes golpes sonaron en nuestra ventana así que corrí para ver a que se debía semejante escándalo. Era Jack, nuestro vecino que golpeaba con las manos dejando marcas de sus puños ensangrentados en el cristal.

Dorian: ¡Jack! ¿Qué te sucedió?

Jack: ¡Ábreme Dorian! ¡Date prisa antes de que me descubra!

Dorian: Espera, enseguida te dejo pasar.