MIA.-Marizza, ¿todo bien?.-Pregunte adentrándome a la cocina.
-Sí.-Respondió sin darme mucha bola.- Voy a ver a Luji.-Se puso de pie y se fue.
Solté un suspiro y deje caer mi cabeza en la barra. Marizza no era mi persona favorita, pero en la gira de Erreway fue imposible no sentir afecto hacia ella y más ahora que vivimos juntas. De verdad quería que Marizza me considerada una amiga, pero para ella solo era la hueca que no servía para nada. Por más que intentaba acercarme a ella, no lograba que me tomara en serio y solo me cortaba el rostro o me insultaba.
-¿Mia? ¿Que haces aquí sola mi amor?.-Preguntó Manu abrazándome por la espalda.
-Intenté hablar con Marizza.-Dije cabizbaja.- Pero no me dio bola, de verdad creí que en la gira habíamos conectado...
-Ay, mi amor tú sabes cómo es Marizza.-Dijo dejando un beso en mi mejilla y yo sonreí.- Ella es así, esa es su forma de demostrar que te quiere.
-¿Insultándome?.-Pregunté divertida.
-Sí, esa es su manera de decirte que eres una hueca con buen gusto en la moda.-Dijo divertido.
Ignore su insulto disfrazado. Tal vez tenía razón, esa era la manera de ser de Marizza. Ella no era mucho de ser cariñosa o así, solo lo hacía con Pablo y con sus mejores amigas. Me sentí un poco mejor después de hablar con Manuel, él siempre sabía cómo alegrarme. Lo amaba con toda mi alma.
-Te amo Manu.-Le dije estampando mis labios contra los suyos. Manuel me tomo de la cintura para subirme la barra y yo enrede mis piernas en su cintura sin dejar de besarlo. Sus manos tocaron mi cintura por debajo de mi ropa y me tensé.
>>¿Mia, que estás haciendo?<<
Me separé de él rápidamente y me bajé.
-¿Todo bien?.-Preguntó Manuel intentado volver a besarme.
-No Manuel.-Lo aparte y salí de la cocina sin decirle nada más.
No podía evitar sentirme como una boluda cada vez que me daban ganas de curtir con Manuel. Los recuerdos de todo el daño que me hizo aún no se iban por completo y no quería que solo quisiera cogerme y después cortarme. Se que ya debería confiar en él, pero no pudo. No estoy lista para estar con Manuel de esa forma, no quiero sonar como una nenita, pero me daba miedo. Y no tengo con quien hablar de esto, solo con Vico y Feli pero no era la mejor opción tomando en cuenta que Feli estaba embarazada y Vico...Bueno, digamos que no tiene la mejor reputación. Me sentiría como una chiquilina hablando de eso con ellas. Las únicas que podrían ayudarme son Sonia y Marizza, pero Marizza no me daba bola y Sonia no estaba.
MANUEL.
-Te juro que no entiendo a Mia, se me tira y después se molesta y se va.-Dije frustrado.
-Vos sabés que a Mia aún le cuesta confiar en vos Manu, ¿que esperabas? Te curtiste a otra y esperas que sea la más feliz del mundo.-Dijo Pablo riéndose de mis problemas sexuales.- Deberías darle más espacio, hasta que ella se te lance primero.
-¡Ese es el problema! Ella se me lanza y después me putea, no la entiendo.
Ayer después de salir de la casa de Marizza y Mia me vine con Pablo y Nico. No me podía quedar con Mia después de lo qué pasó y Luna no quería dejar pasar a Nico a su cuarto así que los tres nos quedamos en la casa de Pablo. Tuvimos una pijamada, aunque ellos digan que no fue una pijamada.
-Luna me odia, seguro no me vuelve a hablar en su vida y cría a nuestros hijos ella sola.-Hablo Nico.
-Tengo a dos pelotudos en mi casa, no puedo creerlo.-Dijo Pablo negando con la cabeza.