Cap 11: Perdón.

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MARIZZA.

-Gracias, gracias, gracias.-Me dijo entre besos.

-Pará.-Lo alejé.- Aún sigo molesta con vos.-Me crucé de brazos y él me estrechó contra su pecho.- La voy a matar a piñas cuando volvamos.

-Dejá de pensar en eso. Mejor concentrémonos en nosotros.-Buscó mi boca para besarme, pero me corrí.- ¿Que pasa?

-¿Vos sentiste algo cuando la besaste?.-Pregunté seria.

-¿Estás celosa?.-Preguntó divertido.

-¿Celosa? Pfff, para nada.-Me miró sin creerme.- ¡No estoy celosa! Jodete Pablo.-Me levante de su regazo.

-Me encantas cuando te ponés celosa.-Susurró en mi oído, pegando su pecho a mi espalda.- Pero no deberías, no hay mina que me parta la cabeza como vos.- Me estremecí ante su cercanía.

-Salí, Pablo.-Me hice la enojada y me alejé.- Quiero conocer el malecón.

-¿No qurrés comerme la boca, mejor?.-Tomo mi rostro entre sus manos y acercó su boca a la mía.

-Mmm.-Fingí pensarlo. Obviamente que me moría de ganas, pero seguía pensando en el gato ese.- No.

-¿No?.-Negué con la cabeza.- Sos pésima mintiendo, mi amor.-Dijo riendo, antes de partirme la boca de un beso. Pablo al notar que yo seguía sin aflojar, bajó  sus besos hasta mi cuello.

Mi punto débil.

Pablo volvió a atrapar mi boca y esta vez le seguí el beso. Pase mis manos alrededor de su cuello y abrí mi boca, dándole acceso a su lengua. Bajo sus manos hasta mis muslos y me alzó. Yo enrede mis piernas a su cintura y sin dejarnos de partir la boca, caímos a la cama.

-Marizza.-Susurró mi nombre, y no pude descifrar si eso había sido un gemido o me estaba llamando. Pero me fui por la primera, ya que no dijo mas. Esto me estaba poniendo re caliente, necesitaba dar el segundo paso. Me di la vuelta quedando encima de él, me senté a horcajadas sobre él y pude sentirlo. Estaba durísimo, no pude evitar soltar un gemido al sentirlo rozando mi intimidad a través de la ropa.

-Pablo, quiero...-Quise seguir, pero alguien me interrumpió.

-¡PABLO, MARIZZA!.-Grito Manuel al otro lado de la puerta.- ¡VAMOS AL MALECÓN, LOS ESPERAMOS ABAJO!

-Manuel y la que te parió.-Susurró Pablo y yo reí.- ¿Querés ir?

-Sí.-Dije y Pablo suspiró, me salí de encima de él y se levantó de la cama.- En cualquier otro lugar te diría que preferiría quedarme acá con vos, para estar solos...-Me acerqué a él y colgué mis manos en su cuello.- Pero no nos quedaremos mucho y yo quiero probar de todo.-Susurre contra sus labios antes de besarlos.

-Podés probarme a mi.-Dijo con voz ronca. Se aferró a mi cintura, y pude sentirlo. Le di un pico y me alejé. Si seguía así terminaría aflojando, y por mucho que quería, no podíamos tener sexo ahora.

-Vamos.-Lo tomé del brazo y lo arrastre hasta llegar con Manuel y Mia, quienes nos esperaban mientras se comían la boca. Se veían más cariñosos que antes.- ¡Epa!, ¿porque tan emocionados?.-Se separaron al toque y nos miraron apenados.

-Tardaron un montón, ¿ya podemos ir a conocer?.-Dijo Mia retocándose el labial.

-Sí, ¿que estamos esperando?.-Dijo Pablo.

-¡Al malecón!.-Grito Manuel y salió corriendo, arrastrando a Mia con él.

-¡Pará, Manuel! ¡ME DEJAS SIN BRAZO, NENE!.-Se quejaba Mia.

-Vamos con ellos antes de que los encontremos ahogados en el mar.-Dije divertida y Pablo me siguió.

Después de recorrer casi todo el malecón, decidimos tomar una pulmonía, la cual nos dejó en un boliche re conocido en Mazatlán. Dudamos en quedarnos, por lo de la banda, pero tampoco éramos tan conocidos. Así que decidimos quedarnos.

Destiny -Pablizza Donde viven las historias. Descúbrelo ahora