PABLO.
-Pará nena.-Tome sus manos y las aparte.
-¿Porque?.-Preguntó mientras volvía a colocar sus manos en mi pecho.-¿Tienes novia o algo así ?
-Sí, pero no es por eso.-Frunció el ceño.- No quiero besarte.
-¿Porque?.-Repitió tomando distancia.- Sí no me besas me veré obligada a decirle a todos que me besaste. Tú decides, ¿me besas o me besas?
>>Esta mina esta loca<<
Pensá Pablo. Si voy y le cuento todo a Marizza no me va a creer, pero si la beso y Marizza se entera me corta las bolas antes de matarme a piñas.
-No podés hacer eso.
-Claro que puedo.-Se cruzo de brazos y sonrió.- ¿Quieres descubrirlo?
Solo tenés dos opciones Pablito: La besas o le decís a Marizza todo. Le contaría a Marizza pero aunque ella diga que ya confía en mí, yo sé que es mentira. Puede llegar cualquier mina desconocida a decirle que me chapé a diez pibas y ella lo va a creer sin importar lo que yo diga. No podía arriesgarme a que todo se vaya a la mierda por un beso...
-¡Está bien! Lo haré, pero vos no decís nada, ¿okey?.-Acepte y ella asintió rápidamente.- Solo será uno y después volás de acá.-Ella se acercó a mí y me partió la boca, no se lo seguí como tal, pero tampoco la alejé. No besaba nada mal a pesar de que yo no movía los labios. Paso sus manos detrás de mi cuello y me pego más a ella. Intenté apartarla pero se aferró más a mi. Estaba a punto de sacármela de encima cuando una voz nos interrumpió.
MARIZZA.
-Sos un tarado Manuel.-Dije entre risas.
-¿Que decís nena? Soy re bueno contando chistes.-Dijo orgulloso.
-Deténte Manuel, tu acento Argentino es malísimo.-Le confesó Martina.- Eres mexicano, acéptalo.
-Chicos lo siento pero yo y Sonia tenemos que irnos.-Dijo Franco entrando al estar.- Hubo un inconveniente en la empresa y tengo que ir personalmente.
-¿Y vos mamá, a que vas? No servís para secretaria eh.-Bromeé con una sonrisa. Me re cargaba que no pudieran estar separados ni un minuto. No se iban a morir si no se veían un par de días, solo faltaba que fueran al baño juntos. No me molestaba su relación, pero me jodia que mi vieja hiciera lo que él viejo de Mia dijera. Ahora nos iban a dejar porque los viejitos no pueden estar separados, no vaya ser que a mi mamá se le reviente una silicona y Franco no esté acá.
>>Vos sos igual con Pablo<<
Mentira, yo podía estar alejada de Pablo sin ningún problema.
-Que chistosita.-Dijo con sarcasmo.- Tengo que acompañarlo mi ciela. ¿No ves que es un hombre mayor? En cualquier momento se nos puede accidentar...
Solté una carcajada, mientras Mia se levantaba de su lugar rápidamente acercándose a Franco.
-¿Porque decís eso? ¡¿Tenés una enfermedad incurable?! .-Dijo con su voz desafinada.
-No logró entender cómo es que canta tan bien.-Me susurro la hermana de Manu y yo reí. Era re copada esta piba, tenía la misma buena vibra que Manu y su mamá. Me declaro re fan de los Mexicanos.
-No Miita, solo lo digo por la edad...
-¿Como que por la edad? Porfavor señora, tenemos casi la misma edad no sea ridícula.-Dijo Franco con falsa indignación y todos reímos.
-¿Cuando se van?.-Preguntó La mamá de Manuel.-Si quieren les preparo algo rapidito para el viaje.
-Aun tenemos tiempo.-Dijo Franco y se volvieron a sentar.
