¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
OMGGG MIL GRACIAS <333
MARIZZA.
Sentía que la cabeza me iba a a explotar, no debí tomar tanto. Abrí los ojos lentamente y los cerré rápidamente al sentir la luz del sol golpearme. Miré a Pablo quien dormía a mi lado como si no rompiera un plato.
¿porque tenes que ser tan idiota mi amor?
Recordaba algunas cosas que pasaron ayer, como a Pablo tranzándose una mina, yo bailando con él pibe del bar y...Y ya. Mi mente se quedó en blanco, tendría que preguntarle a Pablo qué pasó.
-Marizza.-Susurró Pablo sin abrir los ojos. ¿Estaba soñando conmigo? Le dejé un suave beso en los labios y se removió un poco, pero no despertó. Me tomo de la cintura y me acostó a su lado abrazándome como si fuera un oso de peluche.
-Pablito.-Intente despertarlo mientras me movía entre sus brazos para zafarme de su agarre.- ¡PABLO!
-Mmm.-Abrió lentamente los ojos y me sonrío.- Sos tan linda recién levantada.
-¿Podés soltarme?.-Pablo se dio cuenta de que me abrazaba muy fuerte y aflojó un poco, pero no me soltó.- Tengo hambre, Pablo. Levántate para que vayamos con Mia y Manu a desayunar.
-No quiero soltarte nunca.-Hizo un camino de besos por mi cuello.- ¿No preferís que nos quedemos acá? Pedimos que nos suban el desayuno y vos mientras me podes partir la boca...
>>Este pibe se pone re caliente en las mañanas<<
-Antes necesito que me cuentes qué pasó ayer.-Pablo sacó su mano de mi cintura y porfin pude acomodarme a su lado. De pronto mi cabeza hizo click.
>> ¡PABLO SE TRANZO A OTRA MINA EN MI CARA! <<
-¿No recordas nada?.-Me preguntó mirándome con diversión, unas ganas de pegarle una piña se apoderaron de mí.- Bueno lo q...
-¡SOS UN IDIOTA!.-Le grite y él me miro confundido. Me salí de la cama y comencé a caminar por el cuarto.- No, la idiota soy yo por confiar en vos.-Le tire una almohada a la cara y caminé hacia la puerta dispuesta a irme y dejarlo solo, antes de que Pablo apareciera frente a mí impidiéndome el paso.- ¡Salí nene!
-No te vas de acá hasta que te tranquilices.-Intentó acercar sus manos a mis hombros pero me alejé.- Si no te acordas de nada déjame contarte, yo...
-¡Vos te transaste al gato ese!.-Lo corte segura y me miro aún más confundido.- No soy tarada Pablo, decime de una puta vez que no queres estar conmigo.
-¿Que no quiero estar con vos? Estás diciendo puras pavadas, ¿vos seguís borracha?.-Me tomó de las mejillas y me hizo mirarlo. Me solté de su agarre.
-¡No estoy borracha! Me doy cuenta de que ya no queres estar conmigo, Pablo, buscas a cualquier mina para transartela sin importarte que yo te vea.
-Pará, mi amor.-Me tomo de la cintura.- No me transe a nadie, esa mina es la hija de un productor que nos estaba intentando contactar, de eso hablaba con ella.-Aclaró rápidamente. Me sentí estupida por un momento, pero eso no justificaba que me dejara sola sin decirme nada.- Vos sos la única mina con la que yo quiero estar, y si me dejas te puedo contar lo qué pasó ayer.
(...)
-¿Me crees?.- Pablo me había contestado cada una de mis preguntas con mucha sinceridad.- Solo quería que supieras la verdad antes de tomar una decisión.
-Te creo.-Susurré, pude notar la gran sonrisa que se formó en su cara.- Pero sigo creyendo que sos un pelotudo por dejarme sola.-Lo apunté con un dedo.- Me volves a hacer algo parecido y te olvidas de mí para siempre.
-Tampoco para tanto, ¿no?.-Lo fulmine con la mirada, pasó saliva y me abrazó.- No me voy a alejar de vos ni un segundo, pero vos tenés prohibido volver a ese lugar.
-Mejor cerra la boca antes de que me arrepienta.-Dije a la defensiva.- Tengo hambre, y dolor de cabeza.
-Ah, si.-Se dio la vuelta en la cama y re buscó algo en un cajón, regreso y me mostró una pastilla.- Tomatela, te va a quitar el dolor.
-Gracias.-Susurré mientras me pasaba la pastilla por la garganta.
Aproveché que se me estaba pasando el dolor para darme una ducha rápida. Salí del baño dejándolo libre para Pablo, que entró después de mí para bañarse. Me puse algo cómodo y comencé a cepillar mi cabello. Pablo no tardó mucho en salir, ya cambiado y bañado, se sentó sobre la cama y tomó su teléfono sin prestarme mucha atención.
Me se te frente a él y le plante un beso, me lo siguió con gusto dejando su teléfono de lado para tomarme de la cintura con ambas manos.
-¿Ya te sentis mejor?.-Me preguntó y yo asentí.- Vení.-Apunto a sus piernas. Me acerqué y me senté a horcajadas sobre él.- Ese pantalón te queda re bien.-Me susurró mientras me pegaba a su pecho abrazándome.
>>Dale Marizza, tenés que aprovechar el momento, están en la playa, en un hotel, SOLOS. Podes hacer lo que se te cante.<<
Antes de que pudiera hacer algo, Pablo capturo mis labios como si leyera mi mente, introdujo su lengua en mi boca y yo lo tome de la nuca para acercarlo más a mí. La necesidad de sentirlo contra mi cuerpo era cada vez más intensa.
-Pablo...-Susurré cuando comenzó a bajar los besos a mí cuello. Pablo sonrió contra mi cuello y volvió para mírame a los ojos, me tomo de la cintura y me pego más hacia su cuerpo. Solté un fuerte gemido cuando sentí un bulto debajo de mí, nuestras respiraciones se fueron agitando y yo me sentía re caliente. Volví a unir nuestros labios mientras me movía arriba de Pablo en círculos.
-Mmm.-susurró cuando mordí su labio sensualmente. Tome su mano y la puse sobre uno de mis pechos, Pablo lo apretó, haciéndome soltar un gemido que fue acallado por sus labios. Dejó mi boca para concentrarse en besarme el cuello con una de sus manos sobre mis pechos y la otra recorriendo mi espalda.-Amor quiero...-Antes de que Pablo pudiera decir algo más, el sonido de alguien intentando abrir la puerta lo interrumpió.
Me bajé de encima rápidamente y acomodé mi ropa un poco.
-¡PABLO, MARIZZA! DESPIERTEN NENES, NOS TENEMOS QUE REGRESAR A ARGENTINA, ES RE URGENTE.-Gritó Mia al otro lado de la puerta, sonaba preocupada. Abrí la puerta una vez que Pablo se acomodó y los dejé entrar.
-¿Que pasó?.-Preguntó Pablo. Mia y Manuel entraron rápidamente al cuarto y cerraron con seguro, yo miré a Pablo y tenía la misma mirada confundida.
¿Que esperas? Comparten la mononeurona de Mia.
-No...podemos...salir.-Dijo Manu intentando recuperar la respiración.
-No jodas Manuel, ¿qué pasó?.-Dije.
-Véanlo ustedes mismos.-Dijo Mia abriendo las cortinas. Pablo y yo nos acercamos, y observamos hacia abajo.
Oh, mierda.
-¿Son fans?.-Preguntó Pablo sorprendido. No tenía sentido que fueran fans, apenas éramos conocidos en Buenos Aires, y ni tanto así.
-No sabemos, Justo cuando estábamos por salir unos periodistas nos rodearon y en cuanto nos los sacamos de encima vinimos para acá.-Explicó Manuel.
-Pero están como locos.-dijo Mia.- Nos empezaron a hacer un montón de preguntas de la nada.
-No entiendo, ¿qué preguntas?.-Dije yo confundida.
-De la separación de Sonia y Franco.-Soltó Manuel, abrí los ojos sorprendida por lo que acaba de decir, ¿mi vieja y Franco se separaron?
