— ¿Y ese buen humor? —preguntó Su Jin.
Hyun Gu salió de sus pensamientos y la notó, inclinada hacia él, mirándolo con curiosidad.
— No es nada —negó sacudiendo la cabeza, y con un pequeño empujón en el hombro devolvió a Su Jin a su propio asiento.
— Estabas sonriendo.
— Hablas como si nunca me hubieras visto sonreír.
— Tampoco es que pase seguido —respondió encogiéndose de hombros, antes de regresar a su lectura.
¿Que si estaba pensando en Yong Hoon? Sí. Su mente estaba en el desagüe y no había nada que pudiera hacer al respecto, su destinado estaba presente cada...
— ¡Oh! —exclamó sin querer, al sentir el sobresalto de todo su sistema nervioso que le avisaba que en efecto Jin Yong Hoon estaba cerca. Era inusual, más fuerte de lo común, en cuanto más cercanos se hacían, más violentos eran los síntomas.
Yong Hoon lo ubicó con la mirada de inmediato, estaba al inicio del pasillo, hablando con otro profesor.
Le resultaba aterrador lo mucho que podía sentir, es decir; no era que Yong Hoon fuera especial a sus ojos, ¿o no? Ya no sabía si se trataba de la magia, pero cada día caía un poco más por la sonrisa, los ojos, los pequeños gestos del hombre, y no negaba que algo en su estómago se retorcía cuando lo veía remangarse la camisa o acomodarse los lentes.
— Estoy jodidamente loco, ugh.
— Sí que lo estás —afirmó Su Jin a su lado sin mirarlo.
Se convencía más de su demencia cuando terminaba envuelto por los brazos de Yong Hoon y se sentía bien, era la piedra, era el destino, eran los dioses, pero también era su corazón el que se sentía cálido y arropado por la encantadora presencia de su destinado.
Involuntariamente escondió su cabeza en el cuello del otro, aspirando el aroma que tanto le atraía, se frotó ahí como un gato y apretó más su agarre, quería más, pero el pelinegro lo tomó de los hombros y lo alejó inesperadamente.
Hyun Gu salió de su ensoñación al ver al otro con la cabeza gacha y respirando audiblemente.
— ¿Y ahora qué te pasó? —inquirió preocupado.
— Solo... Fue intenso —respondió el mayor sin disimular su respiración entrecortada, lo que hizo que Hyun Gu se sintiera extraño, como si algo dentro de él se estuviera derritiendo.
— ¿Qué? ¿No te gustaba el contacto físico y esas cosas cursis?
Yong Hoon levantó la cabeza, estaba sonrojado y en sus ojos nublados brillaba una pasión que Hyun Gu no había visto antes en él, la mano que aferraba su hombro se tensó.
— Kang Hyun Gu —dijo con la voz algo ronca— ¿Sabes que me gustas?
— No lo sé, supongo que así es —dijo apartando la mirada—, somos destinados.
— No puedo asegurar si es por el destino, pero me gustas, soy un humano y el hombre que me gusta se acercó mucho... más que de costumbre.
Empezó a acercarse; Hyun Gu, más nervioso de lo que le gustaría admitir, dio un paso atrás.
— N-No fue a propósito, solo me dejé llevar.
— Entonces realmente querías hacerlo.
Avanzó un paso más.
— Deja de sobre pensar.
— ¿Te has estado conteniendo?
— Yong Hoon, yo no...
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Red Fate 1
FanfictionEn un mundo regido por el destino inevitable, la piedra de Hyun Gu iluminó de escarlata el camino hacia su amor destinado, su supuesta alma gemela y el futuro amor de su vida ¿Quién diría que este sería su profesor? ☆ Contenido homosexual. ☆ Sin con...