CAPÍTULO 2

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Jin Yong Hoon

Alto, un metro y ochenta centímetros de estatura aproximadamente, cercano a sus treinta, cabello negro peinado hacia atrás, piel clara, lentes de marco delicado adornando su rostro con elegancia.

Jin Yong Hoon

Graduado con honores de la Universidad Nacional con una maestría en Biología y ahora profesor de biología de los estudiantes de bioquímica en primer y segundo semestre.

Jin Yong Hoon

El hombre borracho y desesperado del bar, la persona que hizo que su corazón se detuviera por una fracción de segundo y su piedra brillara, su destinado, su profesor, quien desde que entró al aula no le ha quitado los ojos de encima ni por un segundo.

La persona que los dioses habían creado para él.

Se le secó la garganta y los incómodos síntomas se hicieron presentes, esta vez más claros, el calor envolvía su cuerpo y sus manos sudaban.

Si Kang Hyun Gu pudiera contraerse a sí mismo hasta desaparecer, lo habría hecho en el momento en que aquel hombre entró por la puerta caminando con confianza y se detuvo abruptamente tocando su pecho con una mano mientras lo miraba atónito.

Ese fue el fatídico momento en que supo que el destino no se andaba con bromas, que desde el instante en que se encontraron estaban condenados a chocar con el otro una y otra vez.

"¿Por qué me odian dioses?" —se quejó amargamente trotando fuera del aula en cuanto la charla introductoria finalizó.

Miró, con discreción, su llavero cuya piedra continuaba brillando, tal y como las veces anteriores, se giró para verificar qué tan lejos se encontraba del profesor Jin, viendo con pavor como el hombre lo seguía con una expresión nerviosa entre la multitud de estudiantes.

Hyun Gu decidió dejar de lado el decoro y corrió empujando a más de una persona en su camino, si tenía que confrontar al destino lo haría bajo sus propios términos, no haría parte de un emotivo encuentro entre destinados frente a una multitud que aplaude conmovida, como en todos esos vídeos de YouTube.

Planeaba una charla entre adultos en la que idearían una forma de mantenerse lo más alejado que fuera posible para evitar ser descubiertos y que la universidad entera hiciera un alboroto de ello.

Corrió hacia un pasillo desolado, reflexionando sobre cómo salir de esta situación sin tener que unir su vida a un desconocido, cuando fue halado del brazo y retenido contra una pared. Al alzar la vista se encontró con los ojos oscuros del profesor Jin fijos en él, el pecho del hombre subía y bajaba en agitación, y su respiración era claramente audible.

Permanecieron estáticos por varios segundos hasta que Hyun Gu habló intentando no hacer notar su estado afectado por los síntomas.

— Jin sangsenim ¿Me soltará o tendré que acusarlo con el decano en su primer día de trabajo?

— ¿Cuál es tu nombre? —preguntó, desesperado. Contrario a él mismo, Jin Yong Hoon era trasparente en sus emociones, y sus síntomas eran notorios a simple vista, tenía la piel perlada de sudor y de su rostro empezaba a emerger un sonrojo.

— Señor, suélteme primero.

Yong Hoon se alejó un paso y dejó caer los brazos a un lado de su cuerpo.

Observó al rubio de pies a cabeza en un rápido escaneo.

— ¿Dónde está tu piedra?

— No tengo por qué responderle, señor, eso es un asunto personal.

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