— Déjame ver si entiendo, ¿Besas tan mal que hiciste llorar a tu destinado? —Mathew se burló descaradamente.
—Estoy hablando en serio.
— Ya, ya, te diré qué debes hacer. Primero date una ducha fría, calma tu verga.
— ¡Por los dioses Mathew! ¿Te mataría ser un poco menos vulgar?
— Agradece que soy comprensivo con el hecho de que tú un viejo pervertido sea el destinado de mi querido dongsaeng. Pero escucha lo segundo.
— Habla.
— Llévalo a un lugar lindo, y no, nada de restaurantes finos, algo más juvenil, un karaoke, un bar o algo, que se distraiga de toda esa tensión entre ustedes.
— Suena bien, de hecho.
— Claro que sí. No le digas que te dije, pero Hyun Gu es más sensible de lo que parece, sé suave con él.
Las palabras de Matthew, sin contar las más vulgares, tenían algo de sentido. Era hora de llevar a Hyun Gu a una cita que realmente disfrutara, aún era joven y lleno de energía, tenía que ponerse al corriente, hacerlo sentir cómodo.
Ya menos ansioso observó en silencio a Mathew trabajar, preparaba los cocteles con maestría y deslumbraba a los clientes con una sonrisa confiada, una de las clientes del otro lado de la barra le resultó muy familiar, debía de ser una de sus estudiantes.
— No puede ser, qué afortunados son algunos, muero de envidia —dijo la muchacha fingiendo sufrir dándose golpes en el pecho.
No era su intención escuchar a escondidas, pero no era como si estuvieran susurrando, cualquiera ese bar con oídos sanos podría escucharlos.
— ¿Desde cuándo te gusta tanto el profesor Jin?
Yong Hoon se tensó, ¿estaban hablando de él? No sabía que hacía parte de los chismes de los estudiantes, decididamente prestó atención para descubrir de qué se trataba.
— ¡A todo el mundo le gustaría tener un destinado guapo! Cuando camina por ahí, todos miran su piedra, y a alguna suertuda realmente le brilló.
— Sí, es guapo, pero también es muy problemático ser el destinado de tu profesor, debe haber un desbalance de poder.
— Eso suena demasiado sexy.
Lo sabían, alguien lo sabía. Mierda.
Rápidamente, pagó la cuenta, se despidió e intentando no llamar la atención, salió del lugar y en cuanto estuvo en su auto llamó a Hyun Gu, pero después de varios timbres la llamada no fue contestada, no sabía si debía insistir o si el otro estaba tan molesto que no le contestaría. Respiró profundo e intentó sentirlo, la conexión entre destinados era lo suficientemente fuerte como para saberlo, pero no era fácil separar los sentimientos de uno de los del otro, lo que le hacía difícil saber lo que sentía Hyun Gu.
Ese afecto que crecía, ¿era suyo o de él?
Llegó frente al edificio de apartamentos en el que vivía, pero se detuvo antes de entrar al estacionamiento. Sentado en la acera de la entrada estaba el rubio cuyos sentimientos intentaba descifrar. Parecía no haber notado su presencia aún, estaba concentrado mirando algo en su celular mientras soplaba aire cálido a su mano libre, aún estaban en primavera y el joven apenas usaba una camisa con mangas cortas, su nariz estaba enrojecida y temblaba cada vez que una corriente de aire lo alcanzaba.
Sonrió, estaba seguro de que esa imagen pacífica no duraría mucho y le esperaría una discusión complicada en cuanto se acercara, pero estaba feliz de verlo, e incluso de hacía feliz tener algo que discutir con él. Se quitó la chaqueta que estaba usando y en cuanto estuvo frente a él lo cubrió con esta, Hyun Gu levantó la cabeza con una mirada de desconcierto.
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Red Fate 1
FanficEn un mundo regido por el destino inevitable, la piedra de Hyun Gu iluminó de escarlata el camino hacia su amor destinado, su supuesta alma gemela y el futuro amor de su vida ¿Quién diría que este sería su profesor? ☆ Contenido homosexual. ☆ Sin con...