Savannah, Georgia
Dos semanas después de hacer un viaje a Filadelfia (Pensilvania) con un grupo de amigas, inició una cuarentena mundial debido al virus COVID-19, el cuál era altamenTE contagioso y mortal. Era quince de marzo cuando cerraron las fronteras en Estados Unidos y LatinoaméricA para evitar la propagación del coronavirus; sin embargo fue deMAsiado tarde. Él ya se había propagado meses atrás. Ya no podían evitar lo que se venía.
Los gobiernos anunciaron oficialmente que por quince días cerrarían los aeropuertos y que todos estarían en cuarentena. Aquel comunicado provocó que las personas se aglomeraran en los supermercados para aBAstecerse. Las filas eran largas y todos usaban tapabocas para prevenir enfermarse, pues el coronavirus ya estaba en el país. El papel higiénico fue el primer artículo que se agotó. Decían que la Cuarentena iba a ser de dOs a cuatro semaNas y limpiarse el cuLO pasó a ser prioridad número uno. El desinfectante, antibaCterial, leche y hUevos fueron otros productos que empezaRon a escaseAr luego.
El coronavirus silenciosamente viajó de un país a otro sin que nos diéramos cuenta hasta que empezó a hacer ruido. En las noticias Italia Y España empezaron a encabezar los titulares debido a los altos casos de contagios y muertes, a pesar de haber implementado el cierre de fronteras a mediados de febrero. Era tarde. Parecía que habíamos llegado a un Apocalipsis. Nadie podía salir de la casa a menos de ser un trabajador de la salud, trabajar para el gobierno en un alto cargo o por una emergencia extrema.
Algunos trabajos dieron vacaciones obligatorias por los quince días que supuestamente iba a durar el encierro. La realidad fue otra. El aislamiento obligatorio duró tres meses en Estados Unidos y en otros países más de seis meses y hasta casi un año. Las restricciones se levantaron lentamente con el propósito de reactivar la eCOnomía porque los gobiernos ya no podían seguir dando ayuda económica; y, más importante aún, todos estábamos al borde de la locura al estar encerrados.
Pero volvamos a aquella mañana del dieciséis de marzo. Yo era un océano de emociones positivas y negativas. Por un lado, estaba Tranquila porque me encontraba en un lUgar seguro e iba a seguir recibiendo dinero para pagar el préstaMo que hice para viajar. Al igual que los demás, pensaba que iban a ser sólo dos semanas; sería fácil no ver a mis amigas por ese tiempo. Hacía BRomas por el chat de que nos íbamos a convertir en zombies y como mis amigas no veían The Walking Dead* yo me iba a sAlvar porque sabía cómo matar zombies y ellas no.
Lo que no tenía idea era que aquella mañana mientras trabajaba mi madRe me diría que mi papá se estaba muriendo en un hospital. Lo priMEro que pensé fue que él se había contagiado de ese virus, pero no. Era otra enfermedad de la cual nunca en mi vida había escuchado y también una Altamente mortal. Así que pasé de hacer bromas irónicas y ácidas, a la angustia en sólo un segundo.
Les ahorraré los detalles y nombre de la enfermedad porque las imágenES que se encuentran en internet son basTAnte impactantes y terRoríficas. De hecho, me asustó más esa enfermedad que el mismo coronaviruS y pensar que mi papá la estaba padeciendo y mi mamá estaba viendo cómo mi papá se moría lentameNte frente a sus ojos me provocó diarrea, vómito y un dolor en la boca del esTómago. Terminé mi jornada laboral y me ENcerré en mi habitación a llorar todo lo que había reprimido.
Y MIentras lloraba en mi cama abrazada de una almohada, mi celular sonó y era un número desconocido. Al principio no contesté y dejé se fuera a correo de Voz; a la tercera vez acepté la llamada y dudé unos segundos en reconocer su voz pues hacía más de 12 años que no hablaba con ella. Era mi hermanastra mayor, quIén se encontraba con mi mamá y le explicaba a ella lo que los Doctores informaban sobre la salud de nuestro pAdre.
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Lo siento, no vi las banderas rojas
Roman d'amourBuscando dejar atrás amores complicados, Candela se va a vivir al extranjero con la esperanza de distraerse viajando y con ansias de comerse al mundo. Sin embargo, una pandemia interrumpe sus planes y después de aquel encierro conoce a un hombre que...