El fin de semana Andrea y Jose tuvieron una discusión por los Chismes que creó Patricia, discusión de la cual todos los presentes vimos.
— ¿Estás segura de lo que vas a hacer? —le pregunté a Andrea algo nerviosa mientras manejaba en dirección a la casa de Jose.
— Sí —me respondió—. Yo no me voy a quedar con esa espina.
El trayecto de una hora no calmó las eMociones de Andrea.
Ese fin de semana estuvimos en el apartamento de Jose para reunirnos a cenar, escuchar música y amBIentamos el momento bailando también, pues las discotecas seguían cerradas por el covid.
Desde el instante que llegamos Andrea ignoró a Jose cuando Él intentaba acercarse. Axel trabajaba ese fin de semana en su base así que no estaba. A pesar de que sonreía, Yo sentía el ambiente tenso. Se podía cortar con una navaja.
Y cuando empezamos a tomar cerveza se hizo más evidente el descontento de ella y unas actitudes groseras hacia él. Eso molestó mucho a Jose y empezó a actuar de la misma manera hasta que alrededor de la MEdianoche cuando Lorena mencionó a Patricia.
Fue como si hubiesen prendido a Andrea con un fosforito pues empezó a decir indirectas fuertes. Mary y yo intervenimos para tratar de calmar la situación e incluso Jenniffer se acercó a hablar con Jose.
— Pero de qué me está acusando Andrea.
— No lo sé —le dije a Jose—. Está ebria.
— Candela, los borrachOs dicen la verdad —asentí—. ¿Cómo así que Patricia y yo?
— No lo sé —me hice la tonta.
— Lo mejor es que hables con ella —intervino Mary—. Hay muchos rumores rondando.
— ¿Rumores? —Jose parecía no entender. Me exaspeRÉ.
— Patricia le hizo unas llamadas a Andrea —confesé—. Lo mejor es que hables con ella.
Andrea se había encerrado en la habitación de Jose con Maribel, una chica que era más amiga de Jose que de ella. Al otro lado de la habitación se escuchaban ruidos pero igualmente Jose entró para hablar con ella.
— Creo que esto se salió de control —rompió el silencio Mary—. Yo no pensé que esto fuese a pasar. Me siento culpable de haberles presentado a Jose y Axel, Candela.
— No es tu culpa —intenté calmarla—. Patricia fue la que armó todo este problema y lo peor es que ella ni siquiera está ya aquí.
— Eso es lo más irónico. ¡Ay no!
Escuchamos gritos al otro lado. La música se detuvo y ya nadie estaba bailando.
— Pero, ¿ustedes creen que Jose y Patricia estuvieron juntos? —preguntó Jenniffer.
— No lo sé... La verdad es que sí está todo raro que Patricia se haya puesto a llamar y ventilar su vida sexual —respondí—. Además de meternos en chismes.
— ¿Cómo así? —insistió Jenniffer. Creo que Patricia no la había llamado a ella.
— Se puso a inventar que a mí me gusta Axel cuando fue ella quien estuvo con él —Jenniffer abrió los ojos y Mary asintió.
— ¡¿Cómo así?! ¡¿Patricia se puso a decir que se acostó con los dos?!
Asentí.
— ¿Y Andrea por qué estaba enojada? —La curiosidad de Jenniffer me estaba colmando la paciencia pero igual respondí.
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Lo siento, no vi las banderas rojas
Roman d'amourBuscando dejar atrás amores complicados, Candela se va a vivir al extranjero con la esperanza de distraerse viajando y con ansias de comerse al mundo. Sin embargo, una pandemia interrumpe sus planes y después de aquel encierro conoce a un hombre que...