Capítulo 9. LETRAS SANGRIENTAS.

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Asesino POV

Se puede decir que la escritura es una de las pasiones más asiduas de los intelectuales y amantes de la lectura. Es por ello por lo que quienes la aman, también escriben y desean ver publicadas todas aquellas ideas que se plasmaron en su mente.

Mientras el ruido de una imprenta manual irrumpe en el espacio de la habitación cerrada, los gemidos de dolor de alguien sufriendo contrastaban en el lugar.

- ¡MMMMM! ¡MMMM! -

- ¡Calla! De nada sirve que te quejes nadie va a socorrerte- Decía una voz grabe y despreciativa.

****

Mientras una figura se mezclaba entre las personas que caminaban en las abarrotadas calles de la ciudad capital, un cuerpo se podría en una fosa común sin una gota de sangre en sus venas.

Aquella persona llego a la principal editorial de la ciudad con su escrito en mano con la idea de que este fuese publicado. Entro en el importante edificio, con el rostro levantado y mirando sobre su hombro para mirar a los colaboradores de la importante empresa.

-Señorita deseo hablar con el editor en jefe – Pidió el hombre.

- ¿Tiene usted una cita con él? – Preguntó la mujer educadamente.

-Pues no, sin embargo, le traigo el mejor escrito que esta editorial ha podido recibir – Dijo el hombre con la más férrea soberbia.

-Disculpe señor, no lo puedo hacer pasar sin una cita- Le indicó la recepcionista.

-Bueno, le dejaré el escrito junto a mi contacto. Sólo le pido que se lo entregue a él directamente. Por favor- La chica recibió el manuscrito que constaba de alrededor de quinientas páginas.

- ¿Su nombre señor? – Preguntó la joven al ver que el escrito no llevaba el nombre del autor.

-Ahí va mi dirección de correo electrónico. Puede contactarme por ese medio – Dijo el hombre altanero.

Mientras el hombre salía de la editorial, los medios de comunicación informaban de la desaparición de Brandon Esquivel Juárez, editor en jefe de Nova Terra Editorial, a quién se le vio salir de la editorial para la cual trabaja hace una semana. Su familia lo busca desesperadamente.

****

Los días pasaron, mientras aquel hombre esperaba aquel ansiado correo; de repente la notificación de un correo sonó en su computadora, corrió con emoción con la esperanza de una respuesta positiva, cuando lo abrió se llevó la decepción.

<<Estimado señor, hemos recibido su escrito y lo hemos leído y discutido en la editorial. Es admirable la ortografía, la redacción y el enlace de ideas, hemos recibido pocos escritos con estas cualidades. Aun así, lamentamos informarle que no podremos publicar su escrito ya que la temática en el mismo no está acorde con lo que publicamos. Puede pasar por su escrito cuando lo crea conveniente.

Dr. Miguel Salas Burgos, Editor en jefe.

Ed. Luna Roja>>

- ¡MALDITO! ¿QUÉ SE CREE? – Gritó el hombre. Doctor una mierda no sabe reconocer un buen escrito, me alaba y luego me desacredita diciéndome que lo que escribo no es adecuado para su editorial, pero yo le demostraré lo bueno que son mis escritos.

Me acerco a la editorial, por un callejón. Donde me encuentro tengo una amplia vista de la entrada principal del edificio. A las seis de la tarde estudio a cada persona que sale por la puerta principal en la espera de alguien en específico. Lo veo salir del edificio caminando hacia el área de parqueo. A una distancia prudente en mi auto lo sigo hasta que se detiene en un edificio de apartamentos. Pero en unos momentos no tarda mucho cuando sale del edificio para continuar su camino. Lo sigo a una distancia prudente; hasta que llega una casa muy bien ubicada y lujosa. Después de dos horas de espera compruebo que esta es su casa.

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