30 de Setiembre del 2019
Una espesa niebla cubría la ciudad de Londres, mientras el centro de la ciudad bullía de gente por la actividad nocturna de los diferente bares y Pub's, las zonas mas solitaria y peligrosas se sumían en un silencio escalofriante.
Las personas cuyo negocio son los servicios sexuales, escogían los callejones más oscuros de la ciudad para ofrecer su mercancía, sus cuerpos.
Eran las dos treinta de la madrugada, cuando Susana Black, una prostituta que ofrecía sus servicios cerca de los bares y restaurante en el zona de Whitechapel, se dirigía a un complejo de apartamentos modestos ubicados en la calle Faircloud por lo que tenía que caminar por el callejón de Henríquez Street, a la mitad el camino escucho unos pasos detrás de ella, el miedo la embargo pero no detuvo su marcha, a mitad del camino sintió una mano que le cubría parte del rostro la cual le impidió gritar y respirar. Aquella figura era mas grande que ella, lo que hizo levantarla con una mano provocando que su garganta quedara expuesta. Se le dificulto respirar, aquella figura no emitía sonido alguno, pero Susana era consciente de la fuerza de aquella figura, que con una sola mano la había levantado y sostenido con tal fuerza que no le permitió huir.
Antes de que la mujer pensara otra cosa más sintió el frio del metal recorrer su garganta de lado a lado, no dejaba de luchar mientras la vida escapaba de su cuerpo mientras el liquido vital de color escarlata le recorría el cuerpo. Cuando la vida de la joven Black se había extinguido la siniestra figura, soltó el inerte cuerpo dejándolo como simple basura. La figura se agacho tomando su gran cuchillo y empezó a cortar el cuerpo de su víctima, manos, brazos, pies, piernas y demás partes las metió en una especie de bolsa dejando un gran charco de sangre.
Cuando había amanecido y las personas empezaban a circular por las calles, un hombre que caminaba de su lugar de trabajo a su casa, luego de haber terminado su jornada laboral encontró en una esquina una escultura grotesca y siniestra que le causó náuseas, al estar más cerca logro distinguir una escultura, pero no era una simple escultura, era una hecha con un cuerpo real.
En una base metálica incrustado un cuerpo femenino a partir de las rodillas, sin brazos y sin su cabello. Había sido pintado de blanco pero en unas partes se lograba ver un poco la piel, sus brazos habían sido desmembrados, así sus pies desde la rodilla. De la base del esternón a su vientre había una gran cicatriz.
El hombre de apellido Farland, horrorizado llamó a la policía describiendo lo encontrado; la operadora de emergencias no podía creer lo que el hombre describía; dudosa llamó a una patrulla para que verificará los hechos.
Tremenda sorpresa se llevaron los dos oficiales cuando se encontraron con la escultura, quienes no dudaron en llamar al departamento de policía y confirmar el hallazgo de Farland.
Dos horas más tarde, la recogía el cuerpo de Susana Black, sorprendidos por el hecho, la policía le tomaba declaraciones al testigo, quien se limito a decir que solo había encontrado el cuerpo y luego llamado a la policía.
Los agentes Foster, Hill y el forense Víctor York con su equipo estaban a cargo de encontrar evidencia del asesino, pero lo único que encontraron dos cuadras antes un gran charco en apariencia de sangre del cual tomaron muestras, para ser comparadas con el cuerpo encontrado. Esa labor se le encargo a York quien luego la llevaría al laboratorio.
Días mas tarde, Foster y Hill le entregaban el informe del resultado de la investigación al capitán Thatcher:
-¿Hill, Foster, tienen el informe-?-
-Si señor- Contesto Foster-
Nombre: Susana Black
Edad: 25 Años
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Asesinos Seriales
Misteri / ThrillerTras estudiar distintos casos de asesinos seriales reales, mi mente ha ido creando escenarios y asesinos ficticios, pero con una crueldad y falta de empatía muy real. Todas las historias que se publiquen en este libro son mías y así mismo sus person...