Capítulo 7: Fuerza y amor.

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A pesar de todos los lujos que disponía en la habitación, la noche anterior fue lo peor que me ha pasado desde que entré a este mundo. Estuve toda la noche sin poder dormir, y lo poco que dormí, no descansé, ya que el corto período de tiempo estuvo repleto de pesadillas en las que había una nigromancia entre mi madre y Zrak, o en las que me suicidaba tirándome de sitios altos como rascacielos.

Nuevamente, la bola de intensa luz blanca, apareció en la sala como por arte de magia, (nunca mejor dicho) despertándome, y recordándome que hoy, era la segunda prueba, la peor de todas. El único pensamiento que me ayudaba en esos momentos a seguir a delante, era que era la última prueba, y que estaba ayudando a mucha gente con ello. Además, con los buenos resultados que tuvimos en la prueba anterior, seguro que éramos los elegidos.

Me levanté, me bañé y fui al armario, y, ya sin sorprenderme, encontré el mismo traje azul que me puse para la prueba de ayer. Me pongo ese mismo traje y salgo afuera, aunque esta vez, Ray está fuera esperándome, en vez de yo a ella.

-¿Qué tal has pasado la noche?-Me preguntó mientras nos dirigíamos hacia el gran comedor para desayunar algo antes de enfrentarnos a las pruebas.

-Mal, llena de pesadillas, con lo de Zrak y lo de tirarme por la ventana... Tú, como tuviste una prueba muy parecida a a la mía, supongo que habrás tenido una mala noche también.-Le dije, con cara triste.

-En efecto, soñaba con mi madre-Zrak y con que me clavaba un cuchillo en la barriga, un desastre de noche, para resumir. -Me dijo ella con la misma cara.

Nada más cruzar la puerta, vimos que, para nuestro agrado, había incluso menos gente que la noche pasada, ya que era muy temprano. Todo el mundo nos saludaba con una sonrisa en la cara, y nosotros, con esfuerzo, le intentábamos responder con la misma cara.

Visualizamos una larga mesa al fondo del comedor, donde estaban Sael, nail, Del, Spenss, Roxy, Veik, Liam, Mel y Valery. Al vernos, nos saludaron muy ilusionados.

-Ray, ven, siéntate aquí. -Dijo Veik, señalando un asiento situado entre Veik y Sael. Ray se sentó donde Veik le había indicado y comenzó a hablar abiertamente con ellos. Yo, me senté entre Liam y Mel, y enfrente de Valery.

-Chicos, os veo con casi tantas ojeras como Ray y yo, -dije sonriente, dirigiéndome a Liam, Mel y Valery.-¿Por qué os habéis levantado tan pronto?

-¡No podíamos perdernos tu prueba! La de ayer fue realmente increíble, a saber cómo será esta. -Dijo Valery, emocionada.

-Sí, vale la pena levantarse dos horas antes solo por ver a los elegidos mostrando su fuerza sin entrenar. -Dijo Liam, con admiración.

-¡Os deseo muy buena suerte, en verdad solo tenéis que preocuparos del cansancio que tendréis después de la prueba, porque superarla, la superaréis con creces, como la de ayer. Y, aunque no nos podáis ver ni ser conscientes de nada de lo que pasa al rededor vuestra, siempre estaremos allí, viéndoos y apoyándoos. -Dijo Mel, muy contenta. La verdad es que he de decir que los comentarios de los tres me trajeron mucha fuerza.

Al terminar el desayuno, nos dirigimos, no sin ciertos nervios, hacia la sala de pruebas. Esta vez, Roxy quiso ser la que me pusiera la inyección a mí, y Veik a Ray, que ya habían cogido mucha confianza. Esta vez, las últimas palabras que oí antes de dormirme, fueron por parte de Roxy: <buena suerte, lo conseguirás, Max.>


Me desperté esta vez en el sofá de casa de mi tía, y una vez más, volví a pensar. <Malia, menudas tonterías se me ocurren en mis sueños.> 

Cuando me levanté, oí unos extraños ruidos que provenían del sótano de la casa, y me aventuré a descubrir el origen de esos sonidos, que parecían ser palabras ininteligibles provenientes de una voz extremadamente grave. Me asomé a a la puerta entreabierta y vi a mi tía y a mi madre atadas, y a Zrak enfrente de ellas preparado para aniquilar a la gente que más quería.

Crónicas de  MaliaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora