El Sol se escondía detrás de la colina que se situaba enfrente del nuevo refugio. Las olas del mar de Trabu golpeaban con fuerza la costa, levantando altas torres de espuma y agua que bañaban la extensa planicie coronada por flores heteróclitas. Una ola llegó a ser tan potente que llegó a la planta más alta de la Torre Celestial, una antigua escuela de magia que actualmente actuaba como nuevo refugio del ejército que destruirá a Zrak. Unos extraños pájaros del tamaño de avestruces y de plumas verdes y brillantes salían a volar en dirección a la Luna, ya que una ola golpeó el gigantesco árbol situado en el bosque. Yo me encontraba en un lugar más profundo del bosque, en un claro rodeado de una tupida capa de árboles altísimos que crecían muy juntos, cuyas ramas más altas se entrelazaban entre sí, creando un techo de hojas tan denso que no dejaba pasar la débil luz de la Luna llena. Yo estaba sentado en el centro del claro, en un tocón de un árbol que, antaño, fue un árbol fuerte y sano, pero que los humanos de Malia cortaron sólo para obtener su madera. Yo mantenía mentalmente una bola del tamaño de una sandía, que brillaba con una luz blanca todos los rincones del pequeño claro.
Ya habían pasado seis meses desde el rescate de Mel, Mocca y Sael, y desde la nueva base del refugio. En este nuevo paradero, había continuado mis estudios sobre Malia, con más eficacia, ya que la Torre Celestial fue antes un colegio de magia, por tanto tenía más material que me ayudaba a aprender. Mocca ya se encontraba mucho mejor, podía hablar, divertirse y confiar en sus amigos, no como antes, que no podía hacer ninguna de esas cosas. Ella, aparte de enseñarme tanto las virtudes como las hostilidades de la flora y la fauna de Malia, me enseñó a hablar un fluido Malianense que ya controlaba bastante bien, y que hablaba con todos mis amigos, ya que ellos controlaban mejor ese idioma, su idioma natal. También estuve aprendiendo muchos hechizos y conjuros con Roxy, armas y defensa personal con Nail, historia de Malia y puntos débiles de Zrak con Sael... El rescate fue una tarea dura, llena de heridos y muertos. Por suerte, el refugio, Ray y yo conseguimos liberar a todos los prisioneros que Zrak tenía secuestrados. Éstos no pertenecían al ejército, pero nada más liberarlos, todos se quisieron unir a la causa. La verdad, es que el viaje al territorio de Zrak no acabó con un excesivo número de componentes del ejército, pero eso a mí no me preocupaba, como si los habían matado a todos. Lo que verdaderamente me preocupaba, era Ray. Nada más enterarse de que nuestros amigos estaban secuestrados, no se pensó dos veces que iría a rescatarlos, independientemente de si tenía que ser torturada o destruida. Hizo un gesto de amor y valentía que nunca olvidaré. Hoy es un día triste para mí. Hoy, hace 16 años que Ray nació y hoy en día, ella no está aquí para celebrarlo conmigo, como hemos hecho todos los años anteriores.
Un ruido de movimiento se oyó entre los árboles que rodeaban el claro, justo enfrente de mí. Me puse en guardia, temiendo lo peor, y formulé un conjuro defensivo:
-"¡Klos Rúmpera!" -Una cúpula de color azul cielo translúcida surgió alrededor de mí, pudiendo protegerme de una gran variedad de hechizos ofensivos. Fue un conjuro defensivo que me había enseñado Roxy unas semanas atrás.
-Veo que pones en práctica los conjuros aprendidos recientemente, eso está muy bien. -La figura de Sael apareció en el claro, al verlo, rompí la barrera y dejé que él se sentase al lado mía, mirándome con el cuello alzado, ya que yo estaba sentado en el tocón y eso me proporcionaba unos treinta centímetros más de altura. -Sabes que tienes prohibido salir de la Torre Celestial en todo momento, Zrak y sus esbirros podrían estar por aquí, esperando a que salieses del lugar.
-Yo sigo pensando que como decís que Zrak es muy poderoso, ni siquiera las defensas de la Torre serían suficientes parapararlo.
-Bueno, no me gustaría tener que comprobarlo. Vamos, vuelve a tu cuarto y descansa, que mañana a primera hora te toca conmigo.
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Crónicas de Malia
FantasyMax, un chico estadounidense de 15 años, tiene la extraña sensación de que es perseguido. Al final del día, un ente oscuro se les aparece a él y a su mejor amiga Rayzel. Por suerte, unos jóvenes magos les salvarán la vida. Pero tienen que ayudar a M...