Crónicas de Malia

Capítulo 16: Luz en mi interior

      El "Círculo del ángel" brillaba con fuerza. Tanto, que me atrevería a decir que se podía ver a kilómetros de distancia. El valle que lo recubría era muy bonito, ahora que no estaba contaminado. Crecían todo tipo de plantas extrañas y flores muy bonitas. La cascada y el río, que antes eran de un tono púrpura, se han tornado ahora de un color azul oscuro intenso, que recuerda a una piedra de lapislázuli. La hierba verde es acariciada por un viento suave que a su vez, mece las ramas de unos sauces que, junto a la cascada, hacen resbalar pequeñas gotas de agua. Sin duda, es un lugar idílico, del que jamás me gustaría irme. La paz que se respira es mágica. Sin embargo, yo sigo ahí. Suspendido encima del símbolo de Malia, que brilla con una potente luz dorada. Y la gema dorada sigue conmigo en mi mano. La aprieto con fuerza, por miedo a que se me escape y se quiebre, tiene un aspecto muy frágil. Al abrir la mano, comienza a brillar tímidamente y se desvanece en un polvo dorado que  desaparece al entrar en contacto con mi frente. No sé por qué, pero de repente soy consciente de que no la he perdido, sino que está dentro de mí. El Círculo entero deja de brillar y me poso suavemente en el centro. Me siento cargado de energía, como si hubiera vuelto a nacer. Siento fuerza dentro de mí, noto magia que corre por mis venas, y también percibo que puedo ir a por Zrak, me siento invencible. Pero sé que mis amigos, y menos Del, no me van a dejar salir de la Torre Celestial, y menos aún enfrentarme a Zrak. Soy tan valioso como Ray, y es algo que no debo olvidar. Salgo del "Círculo del ángel" y me tumbo en la hierba, exhausto a pesar de la energía que llevo dentro. Sael, Liam, Val, Roxy y Mocca todavía están perplejos. Aunque no esté ahí, siguen mirando el "Círculo del ángel". 

 Liam se acerca al  estanque donde empieza la cascada sin decir ninguna palabra y con un frasco de cristal, recoge un poco de esa extraña agua.

      -¿Por qué coges ese agua? ¿Tiene alguna utilidad especial? -Le pregunto, curioso. 

     -Por supuesto. Es extremadamente escasa, ya que solo se encuentra aquí. Aunque es infinita, nunca está demás coger un poco, ya que el estanque se puede contaminar, como acaba de pasar. -Me dice, pareciendo ya un poco más relajado. -No sabes bien lo que acaba de pasar. -Me mira serio.

     -Entonces, ¿me iluminas? -Le sonrío. Él me devuelve la sonrisa y comienza a hablar: 

      -Todo el mundo creía que el Ángel Dorado murió al crear este santuario. Pero hemos comprobado hoy que no, sino que simplemente se reencarnaría en la persona elegida, o sea tú. Esto que acaba de pasar nos ha dado una pista sobre los planes de Zrak. Otro santuario igual a este (pero con otra finalidad y características) está bajo el mar. Fue la Princesa del Mar la que arriesgó su vida para crear ese santuario, pero otra vez los escritos se equivocaban, la Princesa del Mar se reencarnaría más tarde en la elegida, Ray. No obstante, el poder de Ray está contaminado por la fuerza de Zrak, lo que quiere decir que también querrá contaminar el tuyo, igual de fuerte. Tenemos buenas noticias por ahora; Zrak no sabe todavía cómo extraer y aprovechar la energía de los dos Semidioses Legendarios, pero pronto lo sabrá. Cuando lo consiga, el mar, el aire, la tierra, todos los elementos en su totalidad serán suyos, lo que quiere decir que se convertirá en un dios capaz de luchar contra los otros dioses, y adquirir el poder completo sobre todo el universo. -Liam respira como si en este tiempo, que ha estado hablando muy rápido, le hubiese faltado el aire. Realmente no sé qué decir, me duele tanto la cabeza y estoy tan confuso que las preguntas se atropellan en mi mente. 

      - ¿Qué tengo que hacer yo ahora? -Pregunto, nervioso. 

     -¿Que qué tienes que hacer? ¿Eres el propietario de media Malia y preguntas eso? -Se me acerca Val riendo, mientras se agarra el brazo, que todavía le duele por los arañazos, aunque ya no se vean.