─────────── ꔫ ────────── ٠࣪⭑ james (pokémon) x lectora. género: romántico. ⟡ ─────────── ꔫ ──────────
. ݁₊ ━━ 𝗥𝗘𝗦𝗨𝗠𝗘𝗡: Después de mucho tiempo robando, James y ____ ahora tienen la vida tranquila que siempre desearon.
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Al oír la puerta de la entrada abrirse para luego cerrarse a los segundos, escuchó unos pasos vagar por el hogar. Una sonrisa de oreja a oreja se dibujó en su rostro. Al fin había llegado.
Cerró su libro y lo dejó en su mesita de noche. Se encaminó rápidamente hacia la planta baja, agarrando el vestido verde anticuado que usaba para levantarlo un poco, con cuidado de no tropezarse. Al estar en la planta baja, buscó con la mirada al peli-lavanda.
Lo encontró sentado en la silla de la cabecera del comedor, rascándose la sien. Se veía tan maravillosamente atractivo como de costumbre.
—Hola, bienvenido. — se acercó con una sonrisa.
—Oh, hola. — su desánimo de James se desvaneció al verla, se levantó del asiento solamente para darle un casto beso en los labios.
—¿Cómo te fue hoy? — con su mano acarició su mejilla izquierda.
—Regular, pero mejor que ayer, seguro.
—Me alegro mucho. — sonrió.
A veces James se presionaba demasiado en su trabajo, y eso hacía que tuviera exceso de estrés, por lo que se sentía feliz cuando se calmaba con una pequeña sesión de besos, sin importar que volvería a suceder.
—¿Cómo te fue a ti? — cuestionó, esbozando una sonrisa cansada.
—Fue algo difícil, pero estuvo bien.
Para no dejar tanto peso sobre los hombros de James, abrió una panadería para repartirse los gastos entre los dos. Por su estadía en Alola descubrió que tenía madera para eso. Además, Cassidy lo había hecho y le resultó bien, esperaba que a ella también.
—También me alegro por ti, eres buena panadera.
—Debes estar exhausto, vamos. — James asintió casi de inmediato y juntos subieron las escaleras.
Básicamente, vivían en su casa y en el trabajo a la vez, debido a que el piso de arriba solamente era el baño y su habitación. Mantener algo así no era barato.
Al llegar a la habitación que compartían, James simplemente se recostó, suspirando. Parecía estar demasiado cansado como para cambiarse, por lo que ____ imitó su acción, abrazándolo.
—¿Acaso vas a dormir con ese vestido puesto? — ella lo miró con una ceja alzada mientras él correspondía el abrazo, girando su cuerpo hacia su dirección, mirándose directamente.
—¿Acaso quieres que me lo quite?
—No me refería a eso — soltó una risa débil, mirando disimuladamente hacia abajo. —, pero si lo haces, sería un tesoro. — ____ también sonrió. Creyó que eso sería todo, que ya dormirían, pero no fue así. — ____... ¿te gusta cómo resultó nuestra vida?
—¿Qué? — preguntó con clara confusión, pero al poco tiempo soltó una risa leve. — Claro que sí, vivo con el hombre que amo, tenemos una vida estable... claro que me gusta como resultó nuestra vida. ¿Y a ti?
Las ideas que James tenía de que no era suficiente para ella desaparecieron súbitamente debido a sus alentadoras palabras, sintió que una sonrisa se formaba en su cara y el corazón se le aceleraba.
—Por supuesto, solamente creí que... no lo sé, no te gustaba estar conmigo o algo así.
—¿En serio pensaste eso? — asintió con la cabeza, apenado. — No vuelvas a hacerlo, es simplemente ridículo. Tú salvaste mi vida, hiciste que tuviera un propósito de ser. — acarició su mejilla, pasando su pulgar por ésta misma. — De no entrar al Team Rocket y conocerte seguiría siendo una amargada de mierda, y mi destino de morir sola con mis nueve Meowth e cumpliría.
—No digas eso, nuestro Meowth aún nos quiere y... probablemente estaría encantado de vivir con nosotros de no estar con su novia. Además, también tienes a Jessie, aunque no esté aquí por lo mismo.
—Los extraño. — bajó la mirada, repentinamente entristecida.
—Yo también. — pasó un mechón de cabello por detrás de su oreja. — Pero véelo de esta manera: están felices, y nosotros también.
—Sí, esperemos que estén bien. — no quería ponerse triste, por lo que se acercó a su rostro y le susurró cariñosamente, sonrojada. — Te amo.
—Y yo a ti. — juntaron sus labios por última vez. — Vamos a dormir, mañana será un nuevo día.
Cerraron sus ojos, cayendo dormidos casi al instante, sintiéndose protegidos al tener la presencia de su persona más querida tan cerca.
