Stephen & Wanda en el Multiverso de las posibilidades infinitas

Capítulo 12

Universo 610

Wanda se encuentra evolucionado favorablemente. La pérdida de sangre había sido superada y estaba lista para ser dada de alta. Aún se ocultaba bajo el alias de Lizzie Strange y Stephen usaba el nombre de su hermano Víctor. Christine Palmer entra a su habitación para realizar la evaluación de rutina y una vez que ve los resultados favorables, decide darle la buena noticia.

- Bien, Lizzie. Los resultados de las pruebas demuestran que tu conteo de hematies y leucocitos es normal, tu cuerpo ha repuesto la pérdida de sangre que tuviste con la transfusión que realizamos. Todo se ve en orden en el hemograma, así que ya puedes irte a casa... O donde Víctor decida llevarte...

- Christine, no sé cómo agradecer todo lo que has hecho por nosotros...

- No te preocupes por eso. Víctor es feliz y yo lo soy viendo a mi amigo sonreír como un tonto enamorado...

Ambas mujeres ríen al recordar la dedicación, paciencia, cuidados y cariño con el que Strange atiende a su supuesta esposa. Wanda ha podido darse cuenta que el hechicero es un hombre de emociones y sentimientos profundos, los cuales guarda y oculta tras una careta de arrogancia y orgullo; careta que no ha utilizado desde que ambos confesaron su amor y fue una muy agradable sorpresa saber de primera mano, que Stephen Strange es predominantemente táctil a la hora de demostrar sus afectos. Christine redacta la receta que tendrá que seguir como paciente ambulatorio, pero a ultimo momento, tiene un pensamiento acerca de este par de enamorados y con una sonrisa de lado, agrega un elemento mas a la lista.

Me lo agradecerán después... Piensa la joven doctora.

Nicodemus West ronda la habitación donde se encuentra su colega, buscando una pista. Nadie sabe quien es el misterioso paciente que atiende con tanto fervor y eso lo pone nervioso. Las únicas veces que Christine Palmer actuó de esa manera, eran influenciadas por la nefasta presencia de Stephen Strange ya convertido en superhéroe. Si el hombre era arrogante y ególatra siendo el mejor neurocirujano de EEUU, cuando se convirtió en hechicero era francamente insoportable. El Dr. West rueda los ojos, pero recuerda triunfante las palabras que le dijo en la boda de Christine. Fue calculado, directo y al hueso... la primera vez que pudo resarcir años de malos tratos, menosprecio y ser el segundón que atendía a los pacientes que Strange no quería tomar.

Dentro de la habitación, Wanda mira distraídamente por la ventana. Un par de mariposas rojizas revolotean alrededor de las flores en el macetero del balcón. Piensa en lo diferente que es su vida en menos de una semana. Ya no desea ir en contra de los designios del destino. No volverá a forzar las situaciones ni a utilizar su poder para recrear una realidad que no existe en este universo. Quizá el plan para ella es ser Wanda Maximoff, Vengadora de la tierra, combatir y luchar contra todas las amenazas que pueda y terminar sus días de manera honorable en el campo de batalla... pero algo en sus entrañas se revela contra aquel simple aunque glorioso porvenir.

Tommy, Billy...

Wanda sacudió su cabeza y se enjugó algunas lágrimas. Ellos no eran suyos y no tenía derecho a sentirse vacía por la pérdida de unos niños que jamás existieron... Como Stephen le dijo repetidas veces cuando intentaba apoderarse del poder de América Chávez.

Tengo que disculparme con ella... Si fuera yo, no creería ni una palabra de la persona que me persiguio como una demente y quiso matarme en su beneficio... Pero al menos debo intentarlo. Stephen dice que la ha adoptado y que viajará con nosotros, así que debo buscar la manera de llevarnos bien, por el bienestar de todos...

Además de llevarse bien con su ahora hijastra, estaba el tema de viajar con Wong, el ex hechicero supremo. Otra persona con la cual disculparse por casi matarlo... Al menos Stephen la disculpó por completo la primera vez que ella reconoció su error y en las repetidas veces que habían hablado acerca de su enfrentamiento, el hechicero también le pidió perdón por ser tan tajante con ella, cuando debió tener más tacto al sincerar la situación. Strange le sugirió la idea que ella había visto a los niños Maximoff del universo 838 en sus deambulaciones con el Darkhold y por eso creo sus réplicas exactas cuando construyó el HEX en Westview, utilizando la magia caótica que aún no dominaba del todo. Agatha Harkness estaba en lo cierto cuando le espeto esas duras palabras...